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Cinema San Andrés

En la parte izquierda del río, al otro lado del puente de San Andrés, allí donde el Chuchu histórico, se encuentra el efímero Cinema San Andrés. Con su fachada intacta como último desafío al tiempo, certificando tiempos más gloriosos, el cuarto cinematógrafo del valle, dada la escasez de documentos, guardará todo el misterio de su corta existencia: menos de dos años.
 

Corta sesión para un cineFicha técnica Cinema San Andrés.jpg



Sin duda el año 1933 fue propicio al negocio de la cinematografía, al gestarse la apertura de salas en poblaciones como Figaredo, Santa Cruz y la que nos ocupa ahora en San Andrés, en el valle de Turón. Según consta en la documentación manejada, en enero de 1933 se acordó conceder la licencia de construcción a Manuel Buitrago, vecino de La Rabaldana, para edificar un cinematógrafo en Santo Andrés, como se le denomina (1). 

No obstante, en el archivo municipal no consta, en su serie de licencias de obra, el proyecto. La atribución a Álvarez Meana se basa en el hecho de su desempeño, en el momento de la tramitación del expediente de apertura, del cargo de arquitecto municipal. Tras la partida a Gijón de José Avelino Díaz, en el verano de 1932, este arquitecto langreano se ocupó de la oficina de obras del ayuntamiento, hasta su temprana muerte en mayo de 1933; la falta de documentación impide ratificar este dato. Esta hipótesis está avalada no sólo por el diseño del inmueble y su calidad, que serían adjudicables a este maestro, sino por el hecho de ser casi sistemática la recurrencia de los vecinos del concejo al arquitecto municipal para sus obras particulares, recayendo en éste la casi totalidad de la producción, al menos hasta la guerra civil.

Debieron llevarse a cabo las obras con rapidez, pues el 20 de junio de ese mismo año se acuerda autorizar su apertura (2); en apenas dos años se cierra, o tal vez ni siquiera se llega a emplear como tal. Ya hallamos en marzo de 1935 la instancia de Joaquín Ortiz Llaneza para sustituir el cinematógrafo por un horno de pan.

Esta actividad fue igualmente efímera, pues en noviembre se presenta la solicitud para reformar el cinematógrafo y habilitar dos viviendas, segúnproyecto de Francisco González Villamil, a instancia de Manuel Buitrago; inmediatamente se tramita idéntico expediente a nombre de Claudio Ortiz. Ambos expedientes figuran en la carpeta de 1936 por haberse Cinema San Andrés Carlos Vega.jpgpresentado en ese año. Mas la reforma proyectada no se ejecuta, y en su lugar se efectúa otra rehabilitación que no altera la composición de fachada y se limita a la alteración del inmueble para su destino a vivienda en la parte alta. Actualmente se halla algo abandonado, aunque destinándose a usos industriales y residenciales que no impiden la existencia de deterioros notables en la fábrica (3).


Una fachada resistiendo al tiempo.



Nos limitaremos al estudio de los aspectos que pueden reflejarse en la fachada y la pobre documentación conservada. Se trata de un volumen simple de pastilla, que responde a una plan- ta rectangular desarrollada en dos pisos; parece erigirse en aparejo de ladrillo macizo cargado y enlucido con cal externamente, y es de suponer que pintado al óleo en el interior. La cubierta es de teja curva, a doble vertiente con la limatesa paralela al lado largo y sencillo alero en las fachadas laterales.
Cinema San Andrés Jorge.jpg

Existe un portal que sirve como vestíbulo abierto; una puerta se abre al fondo para acceso al salón y otras dos hacia los cuerpos que lo flanquean, que podrían haber servido como taquilla. Se adosa una escalera de patín al costado derecho en dirección a la pantalla, que comunica con el segundo piso, sirviendo probablemente para el desalojo del público que disfrutaba de las localidades de general. En esta planta se emplazaría asimismo la cabina, creemos que sobre el citado vestíbulo, abierta mediante un balcón y vanos que permitían iluminar y ventilar este lugar en que se concentran humos y calor procedentes del aparato proyector.

La fachada principal se configura con absoluta sencillez, respondiendo a pautas racionalistas en su vertiente más «popular». Este frente se decora con bandas horizontales en su mitad inferior, entre las que se cala el hueco central y las ventanas rasgadas que lo flanquean.

Ante el piso superior se dispone un amplio balcón volado con el antepecho de tubo hueco; ha sido cerrado en su frente con ladrillo, tal vez por aumentar la seguridad o reforzar la fábrica. A él se abren tres vanos rasgados, resguardados por una marquesina sobre tirantes de metal. Remata en peineta recta en que se alberga el emblema en forma de poste indicador, que recibe el nombre en caracteres mayúsculos: «CINEMA Sª ANDRES». Recorre el extremo superior una sencilla cornisa moldurada, de líneas finas rectas.


© María Fernanda FERNÁNDEZ GUTIÉRREZ

 


(1) AMM , Registro de Actas de sesiones del Ayuntamiento Pleno, n° 26, sesión 3 de enero 1933.

(2) AMM , Registro de Actas de sesiones del Ayuntamiento Pleno, n° 26, sesión 3 de enero 1933.

(3) La complejidad se acrecienta con otro expediente de obra. En el AMM, Serie Licencias de obra, sign. 8.5.2/80.20, Rafael del Riego solicita licencia para construir un edificio de planta y piso en San Andrés, “para sustituir a otra arrumbada por labores mineras”. El proyecto presentado es muy similar al edificio que nos ocupa, así que tal vez el cinematógrafo se hundió o se deterioró a consecuencia de labores mineras y en 1934 se produjeron estas obras. La semejanza es abultada en cuanto a la fachada, pero no en lo relativo al solar; sin embargo, no descartamos que exista una relación entre ambas.