Herramientas Personales

Cambiar a contenido. | Saltar a navegación

Navegación

Navegación
Menu de navigation
Usted está aquí: Inicio / Cultura / Escritura / Ángeles González Fuentes / Formas en tránsito
Acciones de Documento

Formas en tránsito

Esta semana saldrá a la venta, en todas la librerías de Asturias y en su querido Turón (Informática Valle de Turón en los Cuarteles), la última producción poética de Geli. Su trayectoria poética ha sido delicada, brillante y fugaz como su propia vida. Una fugacidad deslumbrante cuya generosidad, abundantemente humanista, seguirá inspirando unas vidas que siempre la añorarán. La reseña de Evelia es un verdadero diálogo a escondidas con la autora. Allí, en un resguardo desconocido del universo literario, han compartido la intimidad del proceso poético.

FORMAS EN TRÁNSITO

       Poemas póstumos

 

Ángeles González Fuentes

Prólogo de José Luis Atienza Merino

 

 

Formas en tránsito es el libro póstumo de Ángeles González - Geli -. Poeta turonesa (1954-2018). Son los escritos inéditos recopilados y organizados laboriosa y fielmente por José Luis Atienza y Miguel Ángel  López. Salen a la luz en el primer aniversario de su fallecimiento.

Culmina esta publicación una trayectoria poética brillante ya iniciada en el año 2011 con  La rosa de tus vientos, a la que siguen, Letanía de un plano inclinado (2012) y Sales de plata (2014).

En este poemario Ángeles ahonda en su particular universo poético expresado, no solo en versos, sino también con bellas ilustraciones que ella misma realizaba para sus libros publicados. Esto hace de ellos, en palabras del profesor Francisco González, objetos “tan valiosos como una joya”.

Con palabras, ilustraciones y silencios -prefiere estos al lenguaje superfluo- escribe la partitura de una lírica excepcional, esencial y depurada. El resultado es un lenguaje exquisito y esmerado. En el Exordio lo deja bien claro:

Las palabras se esconden a mi paso / bajo los empedrados / detrás de las esquinas…pero… yo las busco...Es la lucha mantenida por los grandes creadores: “Inteligencia, dame el nombre exacto de las cosas”, dice J.R. Jiménez.

En la primera parte, de las tres en que se divide el poemario, “Poemas de amor gozoso”, con resonancias místicas, recoge momentos felices en forma de recuerdos de ingenuas alegrías de la infancia: el acerico de alfileres o la presencia de un tú poético, enigmático y luminoso “será nívea la rosa”, pero donde ya aparecen sombras…“orfandad de tus manos”. Y el breve pasar de las estrellas fugaces van tiñendo los versos de melancólícos presentimientos.

Siempre que subo al monte y observo,

como tú,  cada planta minúscula,

cada pájaro raro

-No es de aquí, está de paso,

¡ja!,  lo mismo que nosotros.

 

La segunda parte: “Seremos lamentos de ausencias” La lúcida conciencia del paso del tiempo, de la inconsistencia de las cosas que nos rodean, de los demás…Todo está de paso, somos formas en tránsito.  Evanescencia del vivir, el diente de león, la taza para nadie, sobre la mesa. Estas pequeñeces ¿nos sobreviven?  Encontrar  sentido al botón de nácar, al arco iris dentro de un alfiler,  a un trocito de tela con cuadros de vichí  a la lata de galletas con las fotos,

¿Para qué preguntarnos quiénes somos? Una cascada emocional sale a borbotones. Otras veces las emociones quedan veladas bajo un lenguaje simbólico, pero no por ello menos comprensibles.

En la tercera parte, “Ebria de naturaleza” la poeta, poseída de ese “don”, el de la plena conciencia de “otra realidad”, vive en un estado de fervor la simbiosis con el Universo, con todo lo creado, con todo lo que le rodea y su fugacidad.  El mar, el río, el monte, las nubes, las mariposas, las flores, el azul trémulo…Todas las cosas  conviven, comunican  y  participan de la misma transitoriedad. Es la gran corriente del río de la vida que arrastra, ya sea el gran Danubio o el otro río más  pequeño, próximo y familiar, a veces negro. La poesía se hace fuertemente simbólica tratando de explicar y comprender el misterio que envuelve la existencia del ser humano.

Por lo que a mí respecta,

estoy de acuerdo,

soy una forma en tránsito, 

lo mismo que el contorno

de una nube.

 

El Epílogo, con la bienvenida a Xuanín,  cierra el poemario. Un regalo de Reyes que viene arropado por los astros celestes y que llega como fresco manantial para colmar a todos de dicha. Estas palabras para un niño dejan la puerta abierta a la esperanza.

 

 

© Evelia Gómez, Septiembre 2019