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En el recuerdo

Momentos vividos y palabras sentidas. Palabras de amigo que celebran un andar y abren el recuerdo. En esas palabras de Carlos Vega estamos todos.

Entre Polio y Cutrifera: En el recuerdo


 

Recordado Nel: Han pasado algunos días desde que te fuiste sin poder despedirnos. A mediados de marzo -en aquellas charlas que manteníamos en el Puente Nuevu- te comenté que me tomaba unos días de descanso. A mi vuelta, me enteré de todo cuanto te había pasado y que luchabas por salir adelante, aunque la esperanza, me dijeron, era muy pequeña. Como había sucedido aquella lejana tarde de Santa Bárbara, estaba convencido de que saldrías adelante si bien en esta ocasión me lo pintaban muy negro. Cuando se lo conté a Baquero la noticia se encajo en su rostro en una mueca de sorpresa y no acertó más que a decirme “pero, ¿qué me dices?”.

Se me hace raro no volver a cruzar nuestros saludos por La Veguina o cambiar impresiones en la terraza del Chuchu. Hablar de proyectos, de futuro y llegar siempre a la misma conclusión de lo difícil que resulta luchar contra la incomprensión de los propios convecinos.En el recuerdo, Nel.jpg
 

Enero de 1981


Que lejano queda aquel enero de 1981 en que en la Casa de la Juventud de Turón se presentaba la Escuela Infantil de Teatro que bajo tu dirección escenificaba “Canciones y poemas de Garcia Lorca” o aquel primer poema “Tarde Fiesta” publicado en “Ecos del Valle” que pertenecía al poemario –inédito- “Habitacion de Poeta”, escrito en Villapendi en el otoño del 78. Fuiste nuestro pregonero del Cristo, por cierto, la única persona que lo hizo en dos ocasiones, 1983 y 1989. En tus asiduas colaboraciones nos diste a conocer la poesía minera sin olvidar aquellos pinitos radiofónicos con “La Forca”. ¡Qué tiempos aquellos del recorta y pega!. Así, vieron la luz aquellas revistas de nombre Sapiens y Cuélebre Literario que aún conservo. Solo hacía falta una insinuación para que me entregases un montón de folios para publicar en aquellos álbumes de fiestas tristemente desaparecidos.

Así eras, simplemente Nel Amaro. Ahora, nos queda tu obra que iremos encontrando poco a poco entre los muchos papeles que tanto uno como otro manejamos para sacar adelante un folio escrito. Y volverán los recuerdos, las anécdotas… aunque ahora, estoy seguro que estarás compartiendo nuevas ideas con viejos conocidos de este Valle.

Con Sabi, con Tomillo, con Balduno, con Rucales, con Marcelino y seguro que Fenrro volverá a ofrecerte ser de nuevo pregonero, lo que tú, a sabiendas de que es la tercera, aceptarás encantado para ponernos a todos un poco verdes y explicarnos ese Turón en el que creías y al que tanta publicidad le diste fuera de Programa Nel.jpgestas tierras. Habrá que acostumbrase a que al abrir el correo electrónico, por la mañana, no aparezca la foto-acción que unos días si y otros también me enviabas, supongo que como a otros muchos.

Y te marchaste haciendo una de las tuyas, sin ni si quiera despedirte y por si esto fuese poco tuviste un último gesto que te honra por si alguien pudiese beneficiarse de él. Los dos sabemos de qué hablo, lo cual es suficiente pues así nos entendíamos muchas veces.

El rostro de nuestro común amigo Varela quedo desencajado cuando en la calurosa tarde del lunes 4 de abril pase por su estudio y le dije “Nel Amaro ha muerto”. Dejo el retrato que tenía entre sus manos y solo acertó a decirme “pero, ¿qué paso?”. Desde ahora, formas parte de la Historia de este Valle que aunque no te vio nacer si te adoptó tal como eras: simplemente, Nel Amaro.

Como publicabas en octubre del 82 en tu “Poema en dos tiempos para una ausencia”:
 
“Si me nuero, que sepan que he vivido
luchando por la vida y por la paz”

(B. de Otero)
Carlos Vega Zapico, Valle del Turón, abril de 2011