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El mes más corto del año

 

Recuerdos a media tarde

 

Carlos Vega Zapico

 

El mes más corto del año

Uno, se va dando cuenta del paso del tiempo con el paso de los años. Ya superados los setenta, éste que nunca llegó a pensar en alcanzar tal década, va recordando acontecimientos del pasado que forman parte de esa diaria Historia de nuestras vidas de la que un día fue testigo presencial sin pensar que nunca más volverán a ser recordados. Aquel mes en el que, haciendo referencia al santoral, el, refrán popular anunciaba: “ El primero, santa Alicia, el segundo santa María, el tercero san Blas y santa Águeda detrás”.

Recordemos, a modo de hoja de calendario, algunos de los acontecimientos ocurridos en nuestro Valle a lo largo del mes.

A primeros de mes celebraba Villandio la festividad de San Blas, día 3. Contaba el pueblo con una capilla construida en 1931 que durante muchos años estuvo en estado de ruina hasta que la comunidad vecinal volvió a levantarla en el último año del pasado siglo. Recuerdo aquel San Blas de 1983 en que Villandio saltó a la prensa por la pugna entre los vecinos y el párroco de San Andrés a la que pertenece la localidad. El pueblo que llegó a suspender la misa en ediciones posteriores y la sustituyó por el rezo del rosario. Contó con la intervención del entonces obispo auxiliar de Oviedo, Don José Sánchez que acudió a la localidad “en misión pastoral”, pero que terminó enviando al entonces párroco  de San Pedro, de Mieres , D. Benigno Pérez Silva. Desgraciadamente, este año, el reciente fallecimiento del párroco impidió la tradicional celebración religiosa.

El día 7, con el salón de actos del Ateneo turonés completamente lleno incluidos los laterales con la gente de pie al igual que el hall de entrada, despedimos a José Manuel González Gutiérrez “Jose el mini” en un acto emotivo y sencillo en el que se glosó su personalidad, se escuchó música y como bien dijo Alfredo González “no convirtiendo el acto en lo que a Jose no le hubiese gustado”. Allí volvimos a reencontrarnos viejos amigos que recordamos anécdotas del ausente. Amigo Jose, “el de Villabazal, el fíu de Corsino y Oliva, el hermanu de Carlos y Ricardo”, no dudes que seguiremos recordándote en nuestras conversaciones y echando en falta tu sonrisa, tu tono de voz y tus gestos frente a una botella de sidra que para siempre nos quedará pendiente. Allá donde estés, ¡descansa en paz!

Comenzó el derribo de dos viviendas de los viejos “Cuarteles del Lago” construidos nada menos que en 1880. Amenazaban con venirse abajo y no hubo más opción que el derribo por parte de Hunosa, propietaria de la misma. Fueron construidas por Hulleras del Turón y no está muy claro si para viviendas de trabajadores obreros o bien para residencia de “mandos intermedios”. “Constituían un modo de alojamiento colectivo de altura superior a un nivel puesto que contaban con planta y piso” como bien destaca Covadonga Álvarez Quintana, estudiosa de la vivienda obrera en las cuencas. Contaban con un pequeño terreno delante de ellas, a modo de jardín, hoy totalmente abandonado. Hubo un tiempo en que algunas sirvieron de almacén para la paja de las mulas de la empresa cuya cuadra no se encontraba muy lejana, motivo por el que se las conocía como “las pajeras”. Queda por derribar otra de las viviendas antes de que ésta se venga abajo y pueda producir algún accidente.

Allá por el año 1981 y gracias al entonces “Grupo de Hostelería de la Veguina” se recuperó en Turón la fiesta de Carnaval, celebración que años atrás, allá por los años 33-36 del ya pasado siglo, fuera famosa en el Valle, gracias entre otros a la popular “Murga de Bautista” que con sus coplas llena de pícara originalidad recorrían los pueblos de nuestro territorio dónde , como ya en su día conté en “Ecos del valle” rivalizaban con sus canciones y coplillas llenas de cierta piquilla. Y así llegaban a sentenciar: “Los de la parte solana, lo que pueden hacer hoy, no lo dejan pa mañana”. A lo que los rivales de ladera repicaban: “Los de la parte sombría, todo lo dejan pal otru día”. Luego, la organización pasó a manos de la incipiente “Mejoras del Valle” durante unos años hasta que ésta pasó el testigo a “Sotufe” que la unió al calendario festivo-organizativo. Y de nuevo este año la gente se echó a la calle superando la imaginación de años anteriores alcanzando un notable éxito. Hubo establecimientos decorados para la ocasión, desfile para mayores y ¡cómo no!, para niños que terminó con la esperada chocolatada organizada por las amas de casa. Creo que a poco que algunos barrios y asociaciones aportasen su “granito de arena”, el carnaval turonés estaría en la lista de “lo mejorcito”. De ello saben algo en el Mieres capitalino donde los turoneses obtuvieron premios en varias categorías y eso que ésa “ye otra categoría”. Bueno, queda un año para ir pensando en nuevos disfraces, nuevas ideas y ¿por qué no?, nuevas incorporaciones. De momento dar las gracias a la organización “sotufera” que en pocos días pasó de la cabalgata de reyes al carnaval. ¡En hora buena y que no falte el humor!, ¡ni los frisuelos! Que este año, parece ser, con la crisis, escasearon.

Lejos quedan ya aquellos “Encuentros de Senderismo de Turón” que comenzaron organizándose con más ilusión que medios en el, por entonces, destartalado salón de actos de la Casa de la Juventud, anterior Frente de Juventudes, con lleno “hasta la bandera”. Tenían lugar a finales del mes de febrero y tuvieron varias sedes: Casa de la Juventud, Ateneo, Colegio La Salle o Domicilio Social de San Bernardo. Siempre es injusto dar nombre pero, a modo de recuerdo de aquella actividad, sirvan los de nuestro Ángel Fernández Ortega, Elena de Castro, Víctor Guerra, Isidoro Cubilla, Cesar Pérez de Tudela, Edurne Pasabán, Sebastián Álvaro, Miguel Ángel García Gallego o el mítico Juanito Oiarzabal que por unos días convirtieron a Turón en el epicentro del montañismo. Por cierto, a este año le correspondería la XXVI edición, ¡que hasta eso se perdió!

Antes de dar por concluido el mes, felicitar a Lourdes Álvarez García, turonesa nacida en Güeria de Urbiés por ese “Premiu Nacional de Lliteratura Asturiana”. Parece que fue ayer cuando leía sus versos en el Cuélebre Literario y/o en el Malku, aquellas revistas a base de fotocopias, que se editaba en la Casa de la Juventud de Turón. Pues nada Lourdes, que siga la producción literaria y que lleguen nuevos premios.

Por lo demás, entre frío, nieve por los altos y lluvia seguimos esperando ver el inicio de esas obras que mejoren nuestra carretera y única vía de comunicación, que en algunos tramos estan sencillamente ¡intransitables! Pero, que nadie se preocupe. Las elecciones están la vuelta de la esquina y ya se sabe que son el mejor reclamo electoral de aquellos que tanto cacarean defender nuestros derechos y  necesidades. Por cierto, da gusto ver el asfaltado del barrio de San Francisco. Uno siente cierta sana envidia por la rapidez y el buen trabajo realizado. Al resto, no nos queda más que tener paciencia e ir pensando en cuanto se nos prometió y se cumplió.

© Carlos Vega Zapico,  Turón 28 de febrero de 2023