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Octubre 2017: Un mes que dio para mucho

Carlos Vega ha vuelto a pasearse entre Polio y Cutrifera. No podía fallar ni faltar. Una visita mensual que no alteran los 400 km que separan San Esteban de Gormaz de nuestro valle. El artículo de nuestro colaborador conecta con las crónicas a la Marcelino Diez Alonso UNO. Octubre, lleno de citas importantes convertidas ya en tradiciones, dio para mucho. Un panorama completo de la actividad turonesa con un Primer Campeonato de Pinchos ganado por el conocido establecimiento de La Rebaldana Casa Ita.

Entre Polio y Cutrifera

 

Carlos Vega Zapico

 

 

Octubre 2017: Un mes que dio para mucho

Volví al Valle después de más de un mes de ausencia. Tampoco hubo tiempo para mucho, pero se sigue notando la imprescindible falta de limpieza en el río y mira tú que ahora que no baja agua seria el momento ideal. Pero nada, esperemos que lleguen las lluvias y si son abundantes como serían de desear, ya nos quejaremos de los acontecimientos. Luego vendrán las discusiones entre administraciones. Que si tú que si aquel que si… y los turoneses seguiremos padeciendo las consecuencias. Pero bueno, nos conformamos con esa desastrosa frase tan de moda: “ye lo que hay” y así prosigue nuestra conformidad.

Con un cartel del nunca suficiente valorado Juan Luis Varela, la recién creada “Asociación de Hostelería y Turismo del Valle de Turón” anunciaba para los días comprendidos entre el 11 y el 15 de octubre el “Primer Campeonato de Pinchos de Turón” que “reúne a dieciséis restaurantes”. Coño, como cambian las cosas, nunca pensé que hubiese tanto restaurante en el estrecho Valle del río Turón, para que luego digamos. La idea después de muchos años de dimes y diretes, salió adelante cual fotocopia de un cercano original. Pero, de momento, salió, lo que no es poco, luego ya veremos lo que sucede en posteriores ediciones.

Tuve oportunidad de ver y probar casi todo lo que se ofrecía y he de ser sincero al decir que la presentación de todos ellos pasó con nota alta mi primera prueba ya que sabido es que parte del gusto por la comida nos entra por la vista. Luego, depende de gustos personales. Bonito el detalle de algunos establecimientos que ofrecían -en tarjeta-  los productos que el pincho contenía. Por otra parte, no me gustó que otros establecimientos que cuentan con mayor capacidad, dejasen un tanto de lado el pincho, para dedicarse a los menús en días festivos. Todo puede tener su lógica -dependiendo de quién esté detrás de la opinión- pero como decía un recordado amigo “O güevos o pitinos”. Creo que poca fe tenían los propios participantes cuando algunos quedaron sin existencias el primer día cuando las jornadas estaban anunciadas -por ellos mismos-  para  todo un fin de semana festivo. Una vez más, volvió a fallar un tema en el que los habitantes de nuestro Valle no alcanzamos la nota necesaria: la planificación.

Había sabores de carne, de pescado y a vegetal de temporada. Unos más elaborados y otros más decorativos. No es de mi gusto esa competitividad de “concurso” pero los propios hosteleros sabrán lo que hacen, lo que supongo con autonomía propia. Tanto el jurado popular como el formado por “personal de la Escuela de Hostelería de Aller”, emitieron su fallo que considero justo e imparcial -no exento de vaticana diplomacia- y que dio el siguiente resultado:

 

 

 

Ahora, tiempo hay para corregir posibles errores -si es que la organización considera que los hubo-   y mejorar esta primera edición si se considera que ello es posible. Por cierto, y para que sirva de colofón con el tema culinario, he de decir que me encantó ver por el Valle, durante estos días festivos, a tanto y tanto seguidor de esas redes sociales que no pueden pasar sin la tierra que les vio nacer. Ya lo decía mi güela: "hay fíu, una cosa ye predicar y otra dar trigo"

Coincidiendo con estos días de pincheo generalizado volvió a celebrase, un año más,el Rallye de la Montaña Central que organiza, siempre,-de manera impecable- la Escudería Turón Arrass. Durante dos días volvieron a rugir los motores en su edición DOCE +UNA. Parece que fue ayer cuando un grupo de jóvenes aficionados amantes de motor decidieron sacarlo adelante y ya se ha convertido en todo un clásico con una participación, en la presente edición, superior a los 75 inscritos. En lo deportivo victoria de Oscar Palacio, seguido de Alberto Ordoñez y de Cesar Palacio, en una organización que seguro estuvo perfecta debido al gran trabajo realizado por los que están al mando de esa escudería Turón Arrass quesé es querida y admirada en todo el Principado de Asturias a nivel del mundo del  motor puesto que no es fácil conseguir que esta prueba deportiva sea puntuable  para el Campeonato de Asturias.

Por lo demás,vuelva a aflorar el tema de Turón en el Documento Nacional de Identitad y no deja de tener cierta "güasa" que sea ahora, después de siete años de esa pérdida de identitad, un partido político quien acuda al Valle para anunciar su "intermediación con el Ministerio del Interior y conseguir que los vecinos recuperen su identidad". Solo se me ocurre una sencilla pregunta. ¿Por que no se hizo con anterioridad si el tema era conocido y los interlocutores eran los mismos?. Me temo que nos quieren "chafar" pues, cuando después de diez años nos hagan el ambulatorio y de siete esperando a recuperar la palabra Turón ¿qué nos queda por pedir que no nos hayan dado?. ¡Muchas Gracias, conseguidores!

Volvieron a reunirse los Antiguos Alumnos del Instituto de Turón en su anual comida. ¿De verdad que llevan desde 1987 reuniéndose para comer una vez al año y recordar sus tiempos estudiantiles?. ¡Merecen un premio a la constancia!. Sigo opinando -aunque se me critique por ello- que el IES de Turón debería estar más integrado en la vida de nuestro Valle. Es un gran desconocido pese a los años y su vida no debería limitarse a la siempre difícil tarea docente. En fin, larga vida al “Tuto”.

Ya con los días contados para dar la entrada al nuevo y penúltimo mes del año, se celebró el III Trail Nocturno Villapendi-Valle de Turón. Más de 200 participantes corre que te corre durante 21 kilómetros para subir y bajar  -de noche- hasta el Picu Cutrifera y dar la vuelta. Hay que ser todo un campeón para hacer los 21 kilómetros y en las circunstancias contadas en dos horas y nueve minutos que tardó el primero de los corredores en llegar a la meta. La salida y la ascensión nocturna todo un auténtico espectáculo. La organización perfecta y la participación de esos más de 100 desinteresados colaboradores “de camiseta roja” digna de todo elogio y agradecimiento, lo cual viene, una vez más, a demostrar y darme la razón que la unión hace la fuerza. Lástima que ésta sea de manera esporádica. Lo negativo -que también hay que decirlo- esa imagen aparecida en los medios de comunicación entre vecinos y docentes por falta de un diálogo sincero y necesario sabiendo cada parte dónde está y lo que necesita. Por favor, ¡que no vuelva a repetirse!. El premio, para todos los participantes. Intenté subir la primara rampa de la escombrera de San José y disimuladamente tuve que dar la vuelta y eso que eran las siete de la tarde de un día claro y soleado.

No podía terminar el mes sin el consabido “Halloeen” celebrado en el parque turonés y cuya organización estuvo a cargo del Ampa del colegio Vega de Guceo. El Halloween, conocido como la noche de las brujas, noche de muertos y/o víspera de difuntos es una tradición moderna que enseguida cuajó en estas tierras. Recuerdo de güajes cuando vaciábamos las calabazas e introducíamos en ellas una vela encendida para luego colocarlas en las ventanas. Hoy, el consumismo ha sabido imponerse y los disfraces son el santo y seña de la festividad. Por cierto, algunos establecimientos decoraron sus fachadas con temas relacionados con la citada festividad que sirvieron, al menos, para romper la monotonía visual del Valle por unos días. No faltaron a la cita de estas fechas los “Huesos de Santo” y sobre todo, al menos para mí, esos Buñuelos de crema con que nos malcría el amigo Julín y que cada año que pasa están más deliciosos. ¡Todo un detalle!

Como colofón a un mes lleno de actividad, mi sincera felicitación a ese grupo de niñas que forman el grupo de gimnastas del Valle de Turón y que según voy enterándome brilla a gran altura allá donde participan. No sería justo dar nombre porque todas se merecen el aplauso en una disciplina en la que el trabajo y el esfuerzo diario lo merecen. En su día fuimos “semillero” de buenos y destacados futbolistas. Con el cambio de los tiempos ¿por qué no alguna figura en Gimnasia Rítmica de la que poder presumir?. A todas, mucha suerte en las próximas citas deportivas y sobre todo ¡Ánimo CAMPEONAS!.

Cuanto antecede puede tener varias lecturas en las que se puede o no estar de acuerdo, lo cual es bueno. A mí, que suscribo con nombre y apellidos cuanto escribo, se me ocurre pensar  -y lo hago a menudo- en la cantidad de actividades que a lo largo de todo un año se realizan en nuestro Valle y que las más de las veces no reciben la más mínima atención por parte de nuestros propios convecinos. A la vista de lo anteriormente escrito ¿alguien quiere decirme lo que serían  -por poner un simple ejemplo- nuestras tradicionales Fiestas del Cristo si todos arrimásemos un poco el hombro?. Lo mismo hago extensivo a esas Semanas Culturales de Santa Bárbara,  Fiestas de Navidad que ya están llamando a la puerta… Soñar es de lo poco, que de momento, no cuesta dinero, pero seguimos sin tener un proyecto real, asumible y consensuado de lo que queremos los propios habitantes del Valle anteponiendo el interés general al de los pequeños “reinos de taifas” tan populares y extendidos en este territorio turonés. Lo malo, es que aquel tren que comenzó a pasar hace años y al que se decidió no subirse está lleno de otros “Turones” que vieron y asumieron sus necesidades ante el futuro. Ahora, cuando el reparto y los bienes escasean, llegamos nosotros intentando convencer que tuvimos cinco cines, 20.000 habitantes, cinco jugadores de fútbol en primera división, una sala de fiestas que era fantástica… Ideas sobran, lo difícil es llevarlas a la práctica y sobre todo mantenerlas.

                  

 © Carlos Vega Zapico,  Soria, octubre de 2017