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EMUTSA y el regalo de Reyes

Aunque la idea surge en los años treinta, el servicio público de transporte de viajeros en nuestro municipio data de los años 50, con sus nombres sucesivos EMANSA, EMTMSA y finalmente “Empresa Municipal de Transportes, Sociedad Anónima” …EMUTSA en octubre de 1965. Una larga historia, muy ligada al desarrollo socioindustrial de Turón, que ha entrado en crisis como consecuencia de la competencia del automóvil y la dramática e inexorable caída demográfica de nuestro valle. Guerra de cifras, traslado de responsabilidades, movilizaciones o …regalo de Reyes. Recordatorio circunstancial de nuestro colaborador José Antonio Vega.

Hablando de Reyes

 

José Antonio Vega Álvarez

 

 

 

 

EMUTSA y el regalo de Reyes 

El déficit de Emutsa propició, durante el verano del año 2016, que el Ministerio de Hacienda solicitara su liquidación en virtud de la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local. Al final, ese requerimiento se quedaría en nada, a la espera, eso sí, de un decreto que confirme que este tipo de empresas puede seguir realizando su actividad siempre y cuando los ayuntamientos asuman esas pérdidas y no pongan en riesgo las cuentas municipales. Y en eso último está la clave del problema y que todos sabemos que el Ayuntamiento tiene otras prioridades que le impiden “meterse en un gasto de esa envergadura” para poder sostener este servicio de transporte de viajeros. Aquel año 2016 la Empresa Municipal de Autobuses de Mieres (Emutsa) cerraría con una considerable caída en la cifra de usuarios y con un incremento del déficit. Esta historia venia de  muy lejos y que se agudizara a partir del 2007, fecha en los autobuses urbanos de Mieres transportaron a 1.334.236 viajeros. Al año siguiente, la cifra de pasajeros bajó hasta los 1.299.633. Continuaría perdiendo más de 15.000 usuarios (1.284.583), en el 2009. Pero no fue hasta el año 2010, cuando la empresa de autobuses de Mieres entro en crisis.  A partir de ese año, la empresa seguiría bajando cada vez más, hasta los 727.988 viajeros del año 2017. Como consecuencia directa vendría un fuerte  aumento de las pérdidas económicas anuales.

Ante el problema de los autobuses, nuestro alcalde, aquel año en el día de Reyes, puso sus zapatillas junto con algunos de sus concejales en el balcón del Ayuntamiento, esperando el regalo de los Reyes Magos. Las colocó esperando aquella noche su visita y con la misma ilusión que tenía en los primeros años de su vida.                                                    

Se echó pronto en la cama sabiendo que los magos de Oriente sólo satisfacían las ilusiones de los niños, y si por casualidad algún mayor las dejaba en la ventana entre las de otros niños, los Reyes se sonrían al ver su tamaño extraordinario y las dejaban vacías. Por eso, el alcalde empezó a sentir vergüenza. A él, que es un hombre maduro, tampoco le dejarían nada aquellos fastuosos señores en sus zapatillas. Esta idea le puso en el dilema de renunciar a sus ilusiones o buscarse a sabiendas un desengaño. Y resignadamente, decidió sacrificar sus sueños, antes de verse desatendido. Entristecido, renunciando a toda esperanza, intento levantarse de la cama para retirarlas. Dignamente no podía consentir que aquellos personajes de Oriente le tomasen por un alcalde iluso. Firme en sus propósitos, trató de incorporarse, sin poder conseguirlo. Sus esfuerzos inútiles para vencer la extraña rigidez que se había apoderado de su cuerpo, le impedía todo movimiento. Aguardó unos instantes, muy pocos. Faltaba poco para la media noche y debería hacer un último esfuerzo antes de que llegasen a su casa estos grandes magos. Como si toda su vida se hubiera concentrado en el cerebro, pensaba y sentía con claridad, en cambio sus brazos y piernas se mostraban rebeldes en obedecerle, veía correr las manecillas del reloj lentamente, hasta juntarse para señalar las doce y comenzar a lanzar las campanadas desde la torre del reloj del Ayuntamiento.        

No percibía del exterior ningún ruido, ni murmullo que le indicase la proximidad de los caballeros del oro, del incienso y de la mirra. Y de repente, como si la luna se ocultara entre las nubes, percibió un resplandor de una intensa luz azulada, que penetraba por las ventanas, viendo la magnífica figura del Rey Melchor, que destacaba en medio del salón de plenos, vistiendo un manto de seda escarlata, guarnecido de pieles de armiño, llevando en sus manos un objeto que no llegó a distinguir, y que depositó en sus zapatillas.  Estupefacto el alcalde vio esfumarse la figura en las tinieblas. Presuroso y tembloroso del susto salto de la cama. Esta vez su cuerpo aún joven respondió. Viendo colocada en una de sus zapatillas una carta que decía: “Gobierno de España”, con la firma de Montoro “el de les perres”.         

En ella le decía, que el problema de Emutsa había comenzado con unos señores que se marcharon con una joven llamada UNINSA, para Gijón, y que hoy su hijo adoptado de la India vive de lo iniciado en Mieres y La Felguera hace 175 años. Cuando se fueron dejaron en las Cuencas a su hermana menor llamada HUNOSA que era muy pública y que anduvo algo despendolada y que nadie  se preocupó llevarla por la buena senda.

De repente el alcalde despertó y comprendió que todo era soñado. Desilusionado  se despojó del pijama, se aseó y acicalado se fue a su cafetería favorita, y como todos los días pidió su café, abrió la prensa y lo primero que vio fue a su amigo Montoro (se acordaba de él casi todos los días y de forma cariñosa), el cual anunciaba a bombo y platillo a todos los ciudadanos que el Ministerio de Hacienda permitía mantener la empresa municipal de transportes dentro de los presupuestos del Ayuntamiento.

Todo esto gracias a la enconada defensa realizada por parte de nuestro Alcalde y Corporación. Aunque desde Madrid y otros despachos dijeron que esto era gracias á las buenas gestiones de un Papá Noel, que es de Oviedo y le llamaban “El Magnánimo” y que residía en la Plaza de España y no de Oriente. Hoy este despacho lo ocupa Delia Losa, y que es nieta de un relojero que comenzó en Turón.

Por ello, se colocaría Emutsa dentro de los presupuestos del Ayuntamiento, como la solución menos traumática, siendo esto un regalo envenenado y que nos puede amargar la vida a los pocos que estamos quedando y apostando por el concejo. Por eso, nuestro Ayuntamiento debería plantearse como fomentar el transporte público y sanear lo más posible sus cuentas.

Todos sabemos que Emutsa supone la alternativa más ecológica y solidaria para muchos de los desplazamientos que se hacen dentro del casco urbano y del concejo. Ante esto el Ayuntamiento debería dar a conocer a cada ciudadano las combinaciones de transporte público que mejor se pudieran adecuar a sus necesidades de trabajo, estudios u ocio, y probarlo. Quizás así descubra que se puede ahorrar tiempo en busca de aparcamientos, dinero en gasolina, desgaste del coche e incluso seguridad.            

¿Si realmente nos sintiéramos comprometidos, deberíamos intentar usar más el transporte público en nuestros desplazamientos dentro del concejo, y si no es así, procurar usarlo con más frecuencia?.  Siendo los primeros que deberían adoptar esto el alcalde y el resto de la corporación incluidos funcionarios, tanto municipales, como autonómicos.

Desde aquí, tenemos claro que el transporte público ayuda a mantener la población en Turón, Valdefarrucos, Cenera, El Padrún, Paxio y en todas las poblaciones del concejo. Nunca deberemos olvidar lo necesario que ese servicio para los vecinos que no tienen coche, carnet de conducir, o para colectivos de personas mayores, menores, minusválidos, etc. Desgraciadamente las estadísticas indican que hoy en día sólo hacen uso del autobús quienes no tienen otra alternativa.

Por cierto, ahora que no estamos en el Consorcio de la Montaña Central, no estaría mal recuperar, o algo similar, lo que fue la “Junta de Iniciativas Locales” fundada por Luis Fernández Cabeza y donde un grupo de gentes, sugirieron una serie de iniciativas para salvar Mieres de lo que se nos vino. Estos si hicieron un correcto diagnóstico de lo que hoy tenemos. Aportaron soluciones, unas fueron recogidas y desarrolladas, en otros concejos, como es el caso de Langreo y San Martín, otras totalmente olvidadas. Medítenlo señores políticos, en Mieres aún hay gentes con proyectos de todo tipo y calibre. No pasa nada por escucharlos y entre todos intentar buscar soluciones, pues Numa Guilhou ha muerto hace muchos años y no podemos esperar por unas multinacionales que no saben que existimos.

Podíamos adaptar el viejo eslogan de la empresa frutera de Antonio Muñoz que decía “solo de salud disfruta, quien come mucha fruta”, hoy deberíamos decir: “Solo de mierensismo puede presumir quien viaja en Emutsa”.

© José Antonio Vega Álvarez para www.elvalledeturon.net, Enero de 2019