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Orígenes

Aunque no hayan llegado hasta nosotros testimonios fidedignos, se supone que el valle estuvo habitado desde época inmemorial. Se puede constatar la presencia de comunidades neolíticas, grupos humanos procedentes de las zonas costeras que se dirigían hacia los valles interiores. En los asentamientos de las montañas desarrollaban una economía agrícola y ganadera. En esa época que situamos entre el 4.000 y el 2.500 a.C., corresponden los vestigios dolménicos que encontramos a menudo en nuestras montañas.

II-ORÍGENES HISTÓRICOS DEL VALLE DE TURÓN

 

La Llana Pumar 24-1.JPGAunque no hayan llegado hasta nosotros testimonios fidedignos, se supone que el valle estuvo habitado desde época inmemorial. Se puede constatar la presencia de comunidades neolíticas, grupos humanos procedentes de las zonas costeras que se dirigían hacia los valles interiores. En los asentamientos de las montañas desarrollaban una economía agrícola y ganadera. En esa época que situamos entre el 4.000 y el 2.500 a.C., corresponden los vestigios dolménicos que encontramos a menudo en nuestras montañas.

 

Con la llegada de los pueblos indoeuropeos allá por el siglo V antes de Cristo comienzan los lazos de integración con la población local. Las nuevas culturas propiciaron otros elementos de desarrollo como la minería, el caballo como montura, el carro, etc. La vida se organizó entorno a los castros con vinculación al territorio y de las diferentes etnias surgidas se cree probablemente que fueron los Luggones los primeros pobladores del valle.
 

De esos asentamientos, existen varios ejemplos, que de forma generalizada pueden encuadrarse dentro de un tipo que se puede denominar de montaña. Se caracterizan por aislamiento en cantos situados a media distancia entre la cima de la montaña y el valle. Son de pequeñas dimensiones y con una altitud media de 450 m
 

La Llana del Rebollu es uno de los vestigios castreños con que cuenta el valle. Se sitúa en el Collau de Urbiés. En la actualidad no tiene otras defensas que las naturales del Cantu, aunque por algún viejo testimonio parece ser que a finales del pasado siglo fueron derribados los muros de piedra que rodeaban la defensa.
 

El Castil de Murias situado en un otero por encima del abandonado pueblo del Artusu es otra de las defensas prehistóricas. Las piedras que rodeaban el asentamiento fueron saqueadas, pero aún se aprecian los fosos. En el pueblo de Villandio existe otro yacimiento castreño localizado en El Cuitu la Cantera. Está rodeado por aterrazamiento. En medio del recinto se encontró un pozo con corredor de entrada. Del mismo se extrajo piedra para la construcción de casas.
 

El pico Escucha en las inmediaciones del pueblo de San Justo es otro ejemplo SALIENDO DEL ARTUSU-1.JPGde los vestigios prehistóricos que rondan al paisaje montano del valle. También saqueado, entorno al mismo existen muchas leyendas. Entre otras cosas se dice que se encontraron utensilios de piedra labrada en sus alrededores.
 

Bajo las estribaciones de Longalendo a la altura del pueblo del Cantu queda algún resto catalogado por José Manuel González que hace referencia al Castro de Castrillón. En Sarabia fue destruido otro castro por las obras de un plano inclinado y el correspondiente castillete motorizado que sube vagones de escombros pertenecientes al Pozo Figaredo de Hunosa.

 

 

 

Valle de Turón: paisaje humanizado de las cuencas, capítulo II, Ángel Fdez Ortega