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De la Riquela al grupo San José (II)

Si en Figaredo aún siguen erguidas sus visibles señas de identidad mineras, el recorrido de Fandos hasta el Barrio San Francisco es ahora un ejercicio de rescate de nombres importantes de nuestro carbón. Hoy La Riquela es ocio, Santo Tomás recordatorio de su drama minero, y San José confluente de una desencarbonada montaña.

MINA RIQUELA

 

Continuamos nuestro viaje ascensional por el Valle del Turón. A la entrada de Cabojal cogemos el desvío que sale a la derecha de la carretera y bordeamos el parque público “José Angel Fdez. Villa”, con el fin de contemplar desde su atalaya  las instalaciones de Minas Figaredo.

 

Aguas arriba del pozo Figaredo, en la zona de Santa Marina de Turón, se instaló a principios de siglo la Mina La Riquela, para explotar, según acuerdo o permuta realizada con la Sociedad Fábrica de Mieres, el flanco meridional del Sinclinal del Turón, correspondiente a las capas basales del paquete Sotón, principalmente la número 2 y la 3 (nada que ver con las de igual dígito en Figaredo), y casi todas las del paquete Mª Luisa, las cuales denominaron correlativamente desde la capa Primera hasta la capa Décima, de techo a muro, según descendían en la serie estratigráfica.

 

Riquela explotó al menos en tres pisos, del 1º al 3º y descendió un pozo-plano muy verticalizado, que desde la cota 284.20 bajaba hasta la llamada Planta 70, de cota 207.20. Sabemos que la diferencia de cotas era de 77 m y que la longitud del plano era sólo de 78 m, con lo cual Pitágoras nos permite una inclinación de 80º. Extraño pozo-plano casi vertical, pero así son los datos.

 

Por debajo de Riquela se llegaron a producir al menos dos cales entre talleres del pozo San José y del pozo San Vicente, lo cual representó, al momento del cierre del pozo San José  un cierto inconveniente para el desagüe de Figaredo. Concretamente, existió un cale por el taller de la capa 2, entre la 3ª planta de San José y el 1º de Riquela (entre cotas 142 y 212), y otro cale en el taller de la capa 11 de San José de 4ª a 3ª y la capa 24 en la 5ª planta de San Vicente. Lo mismo sucedió entre labores de la 5ª planta de San Inocencio (-135) y la 5ª planta de Barredo, situada 7 m por debajo en la caña del pozo (-142) pero por  unos metros por encima a causa de la pendiente ganada por las labores. Con uno y otro, el pozo Figaredo, al haber sido el último en cerrar, hubo de bombear las aguas de sus vecinos, además de las suyas propias, de por sí importantes al haber descendido hasta la 10ª planta (cota -395).     

 

El resto más evidente que nos queda de Riquela es la escombrera del piso 3º. En un informe del año 1973 ya se advertía de los frecuentes deslizamientos que invadían el río e incluso llegaron a interrumpir la carretera dos veces en época de grandes lluvias. Fue reconvertida en el complejo deportivo y de ocio "Angel Fdez Villa", inaugurado por el consejero de Industria Victor Zapico y el alcalde de Mieres, Gustavo Losa el Domingo 17-11-91. Se invirtieron 120 millones entre fondos FEDER y aportaciones del Principado. La prensa lo anunció como la “primera escombrera que se reconvierte en zona de recreo”, refiriéndose, sin duda, exclusivamente al valle.

 

Antes de abandonar Riquela, vemos al fondo vemos la imponente masa caliza de la Sierra del Aramo que se levanta como una barrera por el oeste, señalando el extremo occidental del gran sinclinorio que es la Cuenca Carbonífera Central. En la ladera norte del valle del Turón se nos aparecen las escombreras particulares de Mina Escribana, que meceré un pequeño comentario.

 

MINA SANTO TOMÁS:

 

El grupo Santo Tomás se abría en la orilla derecha del río Turón, a la altura de la localidad de Repipe, enfrente, por tanto, del núcleo urbano de Santa Marina. La plaza del 1er piso se hallaba a la cota 281 y a partir de ella las labores fueron ascendiendo por las ambas márgenes del arroyo de Los Valles, hasta alcanzar, cerca de Requejo, la ajena concesión Clavelina. Quizá la proximidad de Clavelina fuera la razón por la cual la SHT no abrió este grupo hasta el boom hullero de la 1ª Guerra Mundial, momento en el que abre también Podrizos y Fortuna y relanza San Benigno. No obstante, es casi seguro que había labores en Santo Tomás antes del boom bélico pues sabemos que en 1902 se cita a D. Ramón Machimbarrena como ingeniero al frente de un grupo Santo Tomás que ya contaba con 4 pisos. Más aún, sabemos que la colonización de la ladera derecha del río Turón se remonta al menos al año 1885 cuando se datan los Grupo San Víctor  y Piedrafita por las aldeas de Fuexo, La Fuente, etc.

 

Las labores del grupo Santo Tomás se ubicaron, grosso modo, entre las fallas de Cortina y Piedrafita, en las capas del paquete Sotón del flanco norte del Sinclinal de Turón y en las del paquete Mª Luisa de las inmediaciones del Anticlinal de Polio.

 

Sus galerías fueron tortuosas, por estar su yacimiento afectado por fallas importantes. No obstante, también es probable que la existencia de pliegues satélites del gran Anticlinal de Polio y los bajos buzamientos (hasta de 20 a 30º) en las capas más al muro (paquete Mª Luisa), generaran el típico avance festoneado a causa de un escaso control topográfico (sería algo así como las galerías caóticas que un roedor genera en un suelo horizontal). No obstante, los buzamientos aumentan fuertemente hacia el sur, teniendo las capas del paquete Sotón hasta 65º.

 

Fueron numerosos los niveles explotados en Santo Tomás pero siempre con escasa documentación. Se explotaron al menos cuatro  pisos, correspondiendo la prolongación hacia cotas superiores a la mina Clavelina.

 

Según datos de plano de labores, el piso 1º (cota  281 m) accedió mediante transversal de 1070 m (rectilíneo hasta el m 600, zona de la capa 20, y más irregular hasta el final del mismo, situado en la capa 12). En general fue perforado en dirección NE con lo cual cortaba las capas algo sesgadas, quizá por error o quizá por ganar más corrida en las capas de mayor bonanza. Hacia la derecha (este), se guiaron capas hasta 1.500 m, intercalando algunas labores con las del vecino Grupo San Víctor. Hacia la izquierda (oeste) se guiaron hasta una distancia algo superior a los mil metros pero con muchos más repliegue y fallas que en el campo opuesto.

 

Se explotaron al menos cuatro  piso abriendo el 4º y último a la cota 398. Restan visibles tres escombreras y sobre todo la bocamina del 1er piso (cota 281 m), que fue testigo de la trágica salida de los 11 mineros que se llevó la explosión de grisú del lunes 14 de agosto de 1967. A finales de los años 1990 Hunosa embalsó y canalizó el abundante caudal de la bocamina con el fin de estudiar la hidrología de la zona. 

 

A unos 82 m por encima del 4º piso circulaba el ferrocarril del piso 1º de Clavelina (cota 480). Su larga trinchera nacía en el 1º de Ortiz Sobrinos (abierto en la margen derecha del río Caudal, sobre la vieja carretera de Castilla, entre los pueblos de Figaredo y Santullano) cruzaba por el túnel  abierto entre el Palacio y la iglesia de Figaredo y discurría hacia Los Valles y La Berruga, entre labores del grupo Santo Tomás; hasta alcanzar su propia concesión en la cabecera del grupo Piedrafita.

 

GRUPO Y POZO  SAN JOSÉ

 

San José es un lugar que se alza en la orilla izquierda del río Turón, hacia la cota 450 y entre los arroyos Mayadón y Cutiellos. Allí se ubicó la plaza del 3er piso San José, cuya trinchera ferroviaria recorría la citada cota 450  desde un arroyo hasta otro, articulando toda una ingeniería de edificios, bocaminas, planos inclinados del grupo San José (arroyo Mayadón) y del grupo San Francisco (arroyo Cutiellos). Hasta un cable aéreo descendía desde dicha trinchera para descargar sus cangilones a unos cien metros de lo que años después sería el pozo San José. Durante décadas, Los Barracones, La Veguina, el barrio de San Francisco y el Ateneo Obrero fueron testigos de una inusitada sinfonía industrial de locomotoras, vagones, sirenas y cangilones que llenaban de vida (y con frecuencia de muerte) la gran ladera que asciende más de 600 m hasta el cordal que pone límite con el vecino valle del Aller. 

 

 

El Grupo San José fue el tercero de los puestos en explotación por la SHT después de los grupos San Pedro y San Víctor- Piedrafita que explotaron la ladera opuesta. Inició su producción a comienzos del año 1898 y fue paralizado a finales de 1969. Contó con 8 pisos y algunos subpisos que colonizaron toda la ladera, creando en el interior de la montaña un dédalo de galerías y talleres difíciles de imaginar. En total sólo en este grupo, se contabilizaron hasta 58 bocaminas. A este y oeste limitaba  además con otros grupos.  Al oeste del grupo San José abría sus labores el grupo El Cerval, de la empresa vecina Sociedad Hullera Española. Por el Este, la loma de Cutiellos (cota 860) separaba las labores del grupo Tablado. En estas últimas se abrieron al menos 13 bocaminas además de un pozo balanza vertical, profundizado desde la cota 690 y denominado popularmente “La Balanza”, ingenioso diseño para que Doña Gravedad bajara gratis toda la producción, aupando en el balanceo la madera, la dinamita y todos los demás materiales necesarios para el laboreo. Otras secciones de las que apenas queda un leve registro en la memoria fueron las llamadas: Escobal, Candonal, Ventilador, Churrera y Las Campiñas, todas ellas citadas al menos en el informe que hace ENADIMSA en noviembre de 1972 sobre la Hullera de del Turón.

 

En 1949 la SHT, previendo el agotamiento de las reservas de montaña, comenzó la profundización del pozo San José, que popularmente llamarían “Pozo Nuevo”, para no repetir el error que a principios de siglo se había tenido con el pozo Santa Bárbara. El pozo nuevo se planificó en la margen izquierda del río Turón, a sólo un centenar de metros del Sinclinal de Turón y en la zona donde la influencia del anticlinal de Tablado hacía que el pliegue abandonara su traza por el fondo del valle para pasar a instalarse por la ladera meridional. Es decir, sería perforado en el lugar más estratégico tanto desde el punto de vista geológico como desde el abastecimiento logístico. Comenzó su producción de crucero siete años después (en 1956) y al año siguiente,  el 25 de septiembre de 1957, sería inaugurado oficialmente, con asistencia del ministro de Industria, el catalán Sr. Planell, acompañado por el ministro de Gobernación y el director general de minas. 

 

Los distintos campos de explotación del pozo corresponden a los dos flancos de los Sinclinales de Turón y Moreda, con el anticlinal que los separa, llamado de Revallinas o de Tablado. En los transversales del norte se reconocieron 22 capas y 10 carboneros pero sólo se explotaron 12 capas, cinco pertenecientes al paquete Sotón y 7 al  Mª Luisa. Los transversales del sur, prolongación de los anteriores hasta llegar al Anticlinal de Revallinas, reconocieron una serie subvertical constituida por los 2/3 inferiores del paquete Sotón, la totalidad del Mª Luisa, San Antonio y Generalas. El flanco sur del Anticlinal de Revallinas, que corresponde al flanco occidental del Sinclinal de Moreda en su parte más septentrional, se conoce en Turón como Sinclinal de Tablado; en él se reconocen las capas Generalas y San Antonio con un buzamiento medio de 30º En el flanco N del Anticlinal de Revallinas, han merecido denominación 24 pasos de carbón de los que se han explotado 14, dos del paquete Sotón, dos del San Antonio y el resto del Mª Luisa. En el flanco tumbado del Sinclinal de Moreda sólo se ha explotado una capa del paquete San Antonio. Las principales fallas que han afectado al yacimiento son las de Podrizos (instalada por el eje del Sinclinal de Turón), Tablado- Canto Carbonero (por el eje del Anticlinal de Revallinas), Repedroso y Piedrafita.

 

Las capas con historia principal en el pozo San José fueron: en el flanco norte del Sinclinal de Turón las capas 2, 4, 5, 6, 7, 8, 10, 11, 13, 14, 15 y 17. En el flanco sur del Sinclinal de Turón (cuyas explotaciones por el oeste alcanzaron el límite de concesiones con Minas de Figaredo SA), se explotaron las capas 39 y 40 del paquete San Antonio; del paquete Mª Luisa se explotaron las capas 1, 2, 4, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 14 y Cº 14.

 

Como antes dijimos el pozo San José  y el pozo San Vicente, llegaron  a producir al menos dos cales entre talleres situado por debajo del pozo-plano de la mina Riquela. Esto representaría un cierto inconveniente para los últimos desagües mineros que le corresponderían a Figaredo. Concretamente, existió un cale por el taller de la capa 2, entre la 3ª planta de San José y el 1º de Riquela (entre cotas 142 y 212), y otro cale en el taller de la capa 11 de San José de 4ª a 3ª y la capa 24 en la 5ª planta de San Vicente.

 

Toda la vuelta de vacío exterior del pozo San José, la sala de embarques y las cintas de reenvío de estériles fueron cubiertas con una audaz estructura de hormigón, pero, tal como decíamos en las Rutas de los Castilletes “su conservación actual dice muy poco de lo mucho que en su día representó. Sería interesante convocar un concurso de ideas para la adecuación de todo este patrimonio”.

 

A espaldas del pozo y hasta el cierre del mismo a finales de 1992, fue creciendo otra imponente montaña de estériles extraídos al subsuelo. Del enorme impacto visual que atestiguan las fotos antiguas, se ha pasado a un tratamiento espectacular en el que se han suavizado los taludes, desaparecido las bermas y revegetado el suelo, de manera que hoy día, la gran mancha gris de la escombrera de San José  es ya sólo un recuerdo fotográfico

 

© Pedro FANDOS RODRÍGUEZ y Eva MARTOS DE LA TORRE, Oviedo, 2015