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Muñoz el practicante

Con casi 18 años, a finales de los años cuarenta, Luis emprendía un viaje hacia una nueva vida y allí en el manchego Puertollano hizo su vida familiar y profesional hasta que la jubilación le llevó a climas más benévolos, en Alicante, donde lleva más 23 disfrutando de la tranquilidad de su vida diaria. Desde el cariño y el recuerdo a su Turón comparte con nosotros alguna de sus memorias gráficas...con su padre, Muñoz el Practicante.

No sé cómo empezar, para hablar de Turón, de mis recuerdos de ese mundo minero y de sus protagonistas. Aunque sé que cualquier persona que haya trabajado en ella y se haya hecho viejo en Turón puede hablar con más autoridad que yo, alentado por vuestra página, quisiera dejar constancia de algunos detalles… añadir mi humilde granito de arena a la historia de un valle del que marché a los dieciocho años.

Yo nací en San Andrés y junto con mis padres y mi hermano Gerardo vivimos en la Rebaldana de Arriba ya que mi padre era el practicante del hospitalillo del pozo Santa Bárbara. Bueno en realidad era más una sala de cura para los primeros auxilios a continuación de la “casa baños”. 

De esa época en la Rebaldana recuerdo el juego habitual de los guajes del barrio con los vagones o las mesillas vacías hasta que venía el jurau. Pero lo que más me impactó fue aquella terrible explosión de grisú que hubo en el Pozo hace más o menos 70 años y en la que murieron creo que 8 o 9 mineros.(1) En aquella época en la calle había gente de negro y el negro no era precisamente color de moda.Liébana y yo.jpg

Llamaba la atención ver a hombres relativamente jóvenes deambulando por la calle o en los chigres, bien vestidos. Al que conocías le preguntabas: ¿Tas malu? Y te contestaba: Toy arreglando los papeles de la silicosis. Y te ibas sin pensar más en ello porque no era un caso único. Más tarde te dabas cuenta de lo terrible de esa enfermedad…. unos tíos fuertes, altos, con cuerpos que ya quisieran muchos atletas y con la maldición de la silicosis por trabajar extrayendo la riqueza del valle, no por andar por ahí.

Años después trasladaron a mi padre al hospital de la Felguera y nos fuimos a vivir a la Veguina, encima del antiguo Bar La Mina. En las visitas que hacía a mi padre al hospital ya me daba cuenta de lo que era la mina viendo a los que estaban allí hospitalizados hombres con la cara destrozada por la explosión de un barreno, mutilados, heridos de consideración etc.

Yo conocí el antiguo antes de la ampliación. Este centro era para todo el valle y todos los grupos mineros iban allí. Los que estaban heridos con mayor gravedad los llevaban a otros hospitales más importantes. Pero en el de La Felguera también había hospitalización, no sólo curas urgentes. Después de la ampliación en los años 47, 48 el edificio aumentó su número de camas y contaba en la planta baja con cocina, lavadero, etc.. Además había habitaciones para las monjas enfermeras que estaban bajo el mando de la Hna Ramona Mi padre Diego.jpgque también administraba a los enfermeros. Antes de llegar la hermana Ramona, era Aurora, la practicanta más antigua, la jefa en funciones del personal, enfermeros, obreras de la limpieza… Aurora estaba casada con el hermno de pedro Larrea. También tenía otra hermana, Gelita casada con otro vasco. Seguramente vinieron a Turón por medio de Altos Hornos de Vizcaya que eran los propietarios de gran parte de las minas turonesas. En el hospitalillo también trabajaban médicos conocidos por todos en Turón: el hijo de Ocio, administrador en la Empresa, Don Juan y su hijo Adolfo.

Al hilo de la mina puedo deciros que soy un gran aficionado al cante flamenco ¡qué raro!. Pero todo tiene su explicación ya que viví encima de un chigre y desde mi casa oía aquellos cánticos que me gustaban por lo raros que eran. Luego me paraba a escuchar a la puerta de ese chigre, y de algunos más, porque no dejaban pasar a los guajes. Sin embargo me siguió gustando aquella música que cantaban los andaluces llegados a Asturias y a nuestro valle para trabajar en la mina. Cantaban canciones muy "negras" de la mina. Hablaban de derrumbes, de hermanos enterrados y que se quedaban ciegos. Eso me impresionaba. Pero a pesar de ese sufrimiento aquellos mineros andaluces se encontraban bien con nosotros porque como escribían a sus padres y familiares “aquí se come tos los días.”

Estas fotos que comparto con todos mis paisanos turoneses son libros de recuerdo para mí. La de mi padre Diego obviamente tiene un gran significado sentimental. De joven trabajó en Madrid como peluquero o barbero como se solía decir. Allí aprovechó para estudiar la carrera de Practicante y Comadrón y por no sé qué amistad de algún cliente de la peluquería se colocó en Hulleras de Turón donde ejerció hasta su fallecimiento a los 60 años. Toda la gente le conocía por su apellido Muñoz y de la opinión de los que coincidieron con él en el trabajo o que simplemente le trataban era una buena persona. Como pluriempleo tuvo una peluquería en laGrupo praticantes.jpg Rebaldana, en un local de Juan Billares. Luego cuando lo trasladaron al hospital de la Felguera puso la peluquería en las casas de Panizo, Chuso Panizo. Era la peluquería que estaba al lado del bar de siempre de La Felguera. Incluso en el hospitalillo además de su labor de practicante echaba una mano como barbero.

Las fotos con sus compañeros en el hospitalillo también me recuerdan momentos que viví como niño. Yo visitaba el hospital cuando quería, no había ningún veto, a no ser que hubiera algo "gordo", como se decía, que en realidad eran accidentes importantes e incluso mortales. Los recuerdos los tengo claros aunque no sea lo mejor el recordar esos hombres rotos, víctimas de aquellas minas con una seguridad precaria y unos accidentes brutales que destrozaban los cuerpos aún jóvenes de los mineros.

Los compañeros de mi padre eran Aurora, Manolín de Sama, Remigio era el enfermero y el conserje… que no sé cómo se llamaba. Tenía más compañeros pero del que más me acuerdo es de Manolín Cadenas que, a la muerte de mi padre, se volcó con nosotros y ayudó a mi madre con paciencia y dedicación con el papeleo administrativo de viudedad. Vaya aquí, con este recuerdo inolvidable, un cordial y agradecido abrazo para él.

Mi padre contaba muchas cosas que hubiera sido interesante escribir para la pequeña historia del pueblo. Hoy ya no me acuerdo de muchas de ellas. Soy de la quinta de David Varela, 1929, y me alegro que esté él detrás de todo este proyecto. Incluso coincidimos en el colegio con él, mi hermano Gerardo y yo. Pero todo queda un poco… bueno…bastante lejos. A los 18 años me fui del valle camino de Puertollano, en la provincia de Ciudad Real. Trabajé en la antigua Calvo Sotelo, hoy Repsol, hasta la prejubilación por un ERE y junto con mi mujer llevamos 23 años disfrutando del agradable clima alicantino.

Los contactos con el pueblo a través de esta entrañable página me han animado a viajar a Asturias y sobre todo a hacer una visita al pueblo.

 Un abrazu de Luis. ¡¡¡Puxa Turón, puxa Asturias!!!

 

© Luis Muñoz, Alicante, junio 2013.

 

 


(1) El 29 de marzo de 1940 la explosión de grisú en el Pozo Santa Bárbara causó la muerte de seis Mineros:Manuel Gutiérez Rodríguez, Ezequiel Rehoyo, Luis Fernández Martínez, Ramón Casas Prieto, Rufino González García y Santiago Otero Suárez. La explotación estuvo paralizada varios meses por el derrumbamiento de parte de las galerías. ( Información: Marcelino Escudero García, La herencia minera del valle de Turón, Ediciones Nobel, Oviedo, 2005)