Herramientas Personales

Cambiar a contenido. | Saltar a navegación

Navegación

Navegación
Menu de navigation
Usted está aquí: Inicio / Historia / Minería / Del abandono al recurso turístico
Acciones de Documento

Del abandono al recurso turístico

El Grupo de Arqueología Industrial de la Asociación Santa Bárbara, galardonada el año pasado con el Premio David Varela, sigue incansable recuperando el patrimonio industrial de nuestro municipio y en particular de nuestro valle. Mientras tanto la parálisis administrativa sigue silenciando la necesaria utilización de nuestra herencia minera. Tres años después, ante tal anquilosamiento de los diferentes poderes públicos, publicamos el artículo de César Estébanez, que comentamos en su día, para que sirva de recordatorio culpable o de acicate repentino. Nunca se sabe.

 

 

Grupo Arqueología Industrial Santa Bárbara

 

DEL ABANDONO AL RECURSO TURISTICO

 

La herencia empresarial de la comarca genera un rico capital que no ha sido explotado ni rentabilizado

 

En los últimos años hemos asistido a la finalización y puesta en servicio de sendos proyectos turísticos asentados en la recuperación de dos importantes elementos de patrimonio industrial. Proyectos que se han convertido en polos de atracción turística y, por tanto, en protagonistas principales en la dinamización del territorio en el que están asentados. Me refiero a la mina de Arnao en Castrillón y al tren turístico del Valle de Samuño en Langreo.

El aprovechamiento de elementos residuales de las actividades industrias ya finalizadas se inicia a finales de los años 50 del siglo pasado en Gran Bretaña cuando la industria abandona el centro de la ciudad, para trasladarse a la periferia, quedando sin uso naves y terrenos que es necesario reutilizar para cerrar los huecos urbanísticos así generados.

 Fueron los países del Norte de Europa los primeros en los que se realizan estas prácticas de reutilización, dándose cuenta que el patrimonio industrial abandonado y recuperado para otros usos sirve como elemento de atracción turística al igual que lo hace el rico patrimonio cultural e histórico de las culturas mediterráneas.

Así, poco a poco, el concepto de arqueología industrial se suma, en igualdad de condiciones, al tradicional concepto de patrimonio entendido como valor histórico-artístico. Se pasa del simple inventario y análisis, algo meramente científico, al concepto de reutilización y recurso de atracción turística, que se va extendiendo por el resto de países industrializados.

A España, donde las circunstancias políticas y económicas fueron otras, este proceso de recuperación y aprovechamiento llega mucho más tarde, con interesantes ejemplos en toda la geografía nacional. Sin embargo, en Asturias, un territorio en el que se han desarrollado los procesos industriales más relevantes que marcaron la historia de nuestro país, con vestigios significativos de esta pasada y rica tradición industrial y a pesar de los ejemplos que encabezan este articulo, el aprovechamiento de estos vestigios industriales es escaso. Prácticamente nulo en nuestro concejo a pesar de disponer de ricos ejemplos, testigos mudos de nuestro pasado industrial y minero.

Vemos, los ejemplos reseñados así lo confirman, que la recuperación de los testimonios de la industrialización con fines turísticos está creando un movimiento de visitantes realmente importante. Podemos afirmar que ha despertado con fuerza un turismo industrial de indudable interés cultural. Pero ¿qué nos ha pasado en Mieres para que apenas saquemos provecho a este rico patrimonio industrial? ¿Por qué la sociedad mierense no considera estos restos industriales parte de nuestra identidad cultural? ¿Por qué, al igual que ocurre en otros lugares de nuestra región, no hay una conciencia social favorable al mantenimiento de estos testimonios industriales?

Ante las numerosas pérdidas de elementos patrimoniales de esta índole que se dan en nuestro concejo, por la incomprensión de la importancia de este patrimonio, es necesario profundizar en su recuperación, es necesario evitar la destrucción gratuita e improcedente de nuestro pasado industrial. Hay varios y loables ejemplos de trabajos realizados en este sentido, la recuperación del socavón Rebaldana por la Asociación Santa Bárbara podría ser un ejemplo, pero son casos aislados. Se debe realizar un proceso global de investigación, inventariado y selección de propuestas de conservación de los elementos más importantes y significativos, la lógica y la economía no permiten otra cosa. En definitiva conservando el pasado colectivo, dando uso a edificios abandonados también se reactiva económicamente el territorio.

La revalorización del patrimonio industrial tiene su trascendencia porque se trata de recuperar unos paisajes con un importante contenido económico y social. Las propuestas se han de integrar en un amplio programa de ordenación territorial. La auténtica importancia del patrimonio industrial no son solo los bienes concretos sino toda una serie de componentes y valores más extensos asociados a esos bienes. Estos valores son las señas de identidad cultural de nuestro municipio, un gran atractivo de cara al turista industrial que nos pueda visitar.

Si hiciéramos un pequeño recorrido por el patrimonio industrial del concejo de Mieres descubriríamos claros ejemplos de elementos patrimoniales desaprovechados y con enorme potencial que en nada tienen que envidiar a los mencionados antes de Castrillón o Langreo.

Atendiendo a la clasificación propuesta por los expertos podríamos citar:

 –Elementos aislados, permanecen en pie a pesar de la desaparición del resto que le acompañaba en el proceso productivo para el que fueron construidos, como el castillete del pozo Llamas en Ablaña, el castillete de la Peña o incluso el cementerio protestante situado a la derecha de la N630 (Mieres, Oviedo).

–Conjuntos industriales, conservan todos los componentes materiales y funcionales, que por citar solo algunos mencionaremos el Pozo Santa Barbara en Turón, recientemente declarado BIC y en proceso de rehabilitación, el entorno del Pozo Barreo en Mieres o el conjunto del poblado de Bustiello.

Estos ejemplos aquí reseñados y otros que por falta de espacio no ponemos pero están en la mente de todos, pueden conformar no uno sino varios paisajes industriales en los que se conservan visibles los testigos de las actividades industriales desarrolladas. El más claro ejemplo podría ser el Valle de Turón, pero también la zona sur del concejo (parroquias de Ujo y Santa Cruz), o el valle del río San Juan.

Con este y otros artículos, que le seguirán, pretendemos, desde el Grupo de Patrimonio Industrial de la asociación Santa Bárbara, poner en valor nuestro rico patrimonio, presentando a los lectores algunos de sus elementos singulares para que se conozca su historia y su estado de conservación. Creemos que es el primer paso para trabajar por su recuperación y pedir su conservación como se merecen.

 

© César Estébanez . Artículo publicado en La Nueva España el 10 de marzo de 2015