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El cable aéreo

El "Cableario" era nuestro nombre propio. Así era como los niños que jugábamos por los cuarteles viejos frente a la vía, denominábamos el artilugio industrial. Aquel vaivén de cangilones, con su carga y descarga, con su ruido, su ritmo y esa trayectoria que parecía perdersere monte arriba, es una de las imágenes más nítidamente grabadas en mi imaginación infantil. Ismael Fernández con sus recuerdos mineros nos lo rescata del pasado.

MIS RECUERDOS MINEROS DEL VALLE DE TURÓN


Cable aéreo ilustraciones.jpg

 

 

 

CABLE AÉREO DE LOS CUARTELES


El cable-aéreo, llamado también por los expertos tranvía aéreo o línea de baldes, estaba situado en el primer piso del grupo San José-San Francisco casi pegado al barrio de mismo nombre y enfrente de Casa Magdalena donde ésta tenía un pequeño comercio muy conocido en la zona. También estaba cerca el economato de los Cuarteles entre cuyos empleados recuerdo a algunos como Huerta, Jacinto o Pepe el de Figaredo entre muchos más.

Un cable aéreo básicamente consistía “en uno o varios cables aéreos para la sustentación y para la tracción, apoyados en caballetes, de madera o metálicos, de los que pendían, las cabinas usadas para el transporte. O más correctamente vagonetas o vagones (…) o en sus inicios los cubos o baldes en los que se cargaba el material a transportar. Sus ventajas eran obvias en terrenos abruptos pues su construcción rectilínea se adaptaba bien al terreno no exigiendo grandes explanaciones ni túneles, atravesando, además, sin mayores complicaciones otras vías de comunicación” (1).

Nuestro edificio turonés estaba construido en piedra. Por su parte baja entraban los vagones de vía estrecha para cargar el carbón almacenado en sus tolvas. Éstas estaban situadas en la parte superior y hasta ellas llegaban los cangilones que venían a descargar el mineral. Sus medidas CABLE aéreo-Cuarteles viejos y nuevos 1948.jpgaproximadas eran de 35x15 con su techo de uralita. El edificio también disponía de una pequeña plaza para el almacenamiento de las maderas que llegaban procedentes de la plaza la madera (hoy Talleres Urueña) y transportadas en las mesillas por las máquinas de vapor de vía estrecha, siendo las más usuales la Nº 3 y la Nº 4. Estas maderas usadas en la minería eran por lo regular, de entibación, posteo, tablas, bastidores etc. Eran las maderas necesarias en un grupo minero, además de otra clase de materiales.

Una vez descargadas de las mesillas y clasificadas, se procedía a subirlo al piso de las tolvas por medio de una especie de montacargas, pero en circular, con una inclinación de unos 45º. En su recorrido llevaba unos pequeños brazos perpendiculares a su marcha para que al recoger las maderas éstas no cayeran y subiesen a su destino. Una vez estacionadas las maderas o incluso según subían se cargaban en los cangilones hasta el 3º San José -San Francisco donde tenían los cargaderos.

Respecto a las tolvas, todo el carbón que producían los distintos pisos que componían el grupo San José - San Francisco bajaban a través de los cangilones menos lo del 1º ya que éste, anteriormente, disponía de una tolva de madera de pequeñas reducciones para su trasvase a los vagones de vía estrecha. Con el aumento de la producción se construyó una cinta transportadora hasta las tolvas del cable aéreo y desde entonces todo el carbón iba a estas tolvas mayores para cargarlo en los mencionados vagones de vía estrecha y llevarlos a los lavaderos de La Cuadriella.CABLE aéreo-Tolvas y Cuarteles.gif

Los cangilones, en su labor de subir y bajar, formaban parte del paisaje minero y eran una atracción para los más pequeños. De vez en cuando solía ocurrir que alguno de estos baldes metálicos se desprendía de sus anclajes y caía al suelo. Por ser el terreno muy pendiente, el ruido que producía la caída y las volteretas que daba, hasta su parada, era estruendoso.

Este transporte tenía sus riesgos. Además de algún desprendimiento de cangilón, también caían a veces las maderas que transportaban. El pasar por debajo de estas instalaciones era pues bastante peligroso. De aquella, el vigilante del personal del cable aéreo era César padre de Pano y Cesarín.

Por último quiero recordar que en el entorno de las instalaciones del cable áereo o llamado coloquialmente “cableario” había una gran cantidad de chabolas, huertas y gallineros de los obreros de Hulleras del Turón.
El derribo de este ingenio minero nos priva de una parte de la interpretación de su historia y funcionamiento, que merecían haber sido objeto de reconocimiento como edificio histórico minero.


© Ismael Fernández Álvarez, noviembre de 2012

Para consulta del blog: 

pozosanfructuoso.wordpress.com/

 


(1) LETÓN RUIZ Raquel y MARTÍNEZ GARCÍA Leticia, Los ferrocarriles industriales en España: Una aproximación a sus fuentes documentales, Fundación de los Ferrocarriles Españoles. Archivo Histórico Ferroviario (AHF), Palma, Octubre 2009, pág. 16


(2) LETÓN RUIZ Raquel y MARTÍNEZ GARCÍA Leticia, Los ferrocarriles industriales en España: Una aproximación a sus fuentes documentales, Fundación de los Ferrocarriles Españoles. Archivo Histórico Ferroviario (AHF), Palma, Octubre 2009, pág. 17