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Vestigios mineros del Grupo La Llama (II)

El Valle de Turón, con sus 50 Km², su conjunto de barrios, lugares, aldeas y caserías tenía en 1880, en los albores de su minería, 2.600 habitantes. Ochenta años más tarde, en los años 1960, 200 bocaminas, 6.400 trabajadores y cerca de 20.000 habitantes. El 1 de Julio de 1968 Hulleras de Turón se integra en la empresa Hulleras del Norte Sociedad Anónima que absorbe las empresas del sector del carbón. Como bienvenida, recortes drásticos de personal y cierre de seis explotaciones. En 1993, 1995 y 2007 HUNOSA se escapa del valle acallando sin vacilar a los tres gigantes, pozos imperiosos y activos de nuestra riqueza carbonífera, San José, Santa Bárbara y Figaredo. Ya todo es pasado. Un paisaje localmente degradado, con sus discretas o encubiertas trescientas escombreras y 3.600 habitantes. Esta segunda parte del inapelable reportaje de Luis González, en tono verde-gris, recupera una de esas páginas que nunca se encontrarán escritas en nuestra Historia. Un álbum fotográfico que no quiere ignorar lo que esas explotaciones, consideradas muchas veces como marginales, aportaron al rendimiento minero de nuestro valle. Son más los animales que las personas los que hoy circulan por esos parajes sembrados de historia, riqueza, dura labor y dramas. Luchan contra el tiempo los muros de contención y los conservados anclajes de los planos que desde el cuarto, bajaban, por niveles, su producción hasta el Grupo San José. Sigue milagrosamente en pie el castillete del plano la Rasa, que llevaba el mineral hasta los lavaderos de la Cuadriella. También desafían el paso de los años el depósito de agua, la casi intacta bocamina y galería del tercero y la balsa de enfriamiento del agua de refrigeración del compresor del cuarto. Asimismo sorprende la perfecta conservación del edificio de hormigón de las balsas, que data de los años veinte del siglo pasado, con su techo escalonado, por donde corría el agua para el enfriamiento. La única casa habitada de La Llama exhibe metafóricamente su meticuloso atractivo. Algo se resiste al olvido.