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Drones en el cielo turonés

Los drones vuelan sobre Figaredo. No, no, no es el emblema del ex–futuro parque tecnológico sino el mero control de los avances de la evacuación de los estériles mineros. Pero esos extraños y populares pájaros de la tecnología podrían controlar el estado de Rozamayor, enclave de Turón por extensión festiva, desdeñado durante el año y adecentado el tiempo de los Felechos. También lograrían captar la degradación y el descuido de nuestros pueblos, las peligrosas casas abandonadas y la maleza amazónica de nuestro río cuya obstrucción presagia grandes problemas de inundación en caso de fuertes lluvias. O finalmente descubrir esas bocaminas rescatadas por la Asociación Santa Barbara… un tercer trimestre 2017 de ciencia ficción.

EL AÑO 2017 TURONÉS

 

 

 

 

 

 

DRONES EN EL CIELO TURONÉS

Los drones también han llegado al valle de Turón. Desde el cielo, a la altura de la escombrera de Figaredo, las naves voladoras controlan los avances de la explotación de los estériles destinados a la central térmica de la Pereda.

El proyecto puesto en marcha por Hunosa, además de controlar el trabajo de excavación también sirve para un levantamiento topográfico más preciso de nuestros montes. Una utilización tecnológica de punta que podría servir para controlar el estado de nuestros montes y al fin y al cabo de todo nuestro patrimonio minero.

FELECHOS CON MALEZA

Rozamayor es como un enclave turonés por extensión festiva. Un área rústica tan ligada a la gira de Los Felechos del mes de agosto. Unas semanas antes de la próxima celebración, el PP mierense denuncia el abandono y la lamentable situación de esa zona recreativa también conocida como “El Rancho”, un espacio  de los más utilizados por los vecinos del concejo por su naturaleza y vistas incomparables.

Seguramente esta vez ya no solo sea suficiente el desbroce y una limpieza somera poco antes de las tradicionales fiestas.  Según los populares el acceso a la zona  además de la excesiva maleza y de las cunetas sin desbrozar, el conocido y agradable bosque de pinos está totalmente abandonado, la fuente perdiendo agua por la base enfangando todo el entorno y el mobiliario para las meriendas campestres deteriorado. Una labor que requiere un cuidado más asiduo y no sólo un adecentamiento puntual.

DEGRADACIÓN Y OLVIDO PARA LOS PUEBLOS

La Asociación Mejoras del Valle alerta de la degradación y del olvido que sufren los pueblos del Valle. No sólo denuncia la ausencia de inversiones para mejorar el área sino que también llama la atención sobre el abandono de las aceras, la presencia de peligrosas casas ruinosas y el estado desastroso del río que califican de verdadero Amazonas.

Una vez más el sentimiento de desatención cala en los vecinos. Con el pasado dorado ya olvidado, el valle, dicen los responsables turoneses, se ha ido marchitando al compás de los cierres de las propias minas. Pero aún quedan miles de vecinos que quieren ejercer su derecho a ser escuchados y sobre todo atendidos.  Una indignación unánime con las administraciones de todo nivel.

Desde Mejoras del Valle se exige que se corrija la situación y que de entrada  empiece el derribo de los edificios en ruinas o se responsabilice a los propietarios cuya dejadez pone en riesgo la circulación por algunos barrios del valle. Por último, los vecinos de Turón advierten que de no acometerse el saneamiento en profundidad del río Turón, principalmente en el tramo de Lago a La Felguera, se corren grandes riesgos de inundación en tiempos de grandes lluvias.

En conclusión Silvia Suárez, vicepresidenta del colectivo, aseguró que "nos tienen olvidados y la gente está ya iniciando campañas y denuncias por las redes sociales”.

 

 

LLEGA  “EL ECONOMATO”

¡Cuántas generaciones han pisado alguna vez un economato laboral de Hunosa! Recordatorios que cada uno tiene de esas compras y, remontando un poco más el pasado, de las famosas libretas. En su día fueron hasta veinte los establecimientos que con sus  precios y facilidades  ofrecían a los trabajadores de la empresa lo necesario para su vida doméstica.

El Arco, grupo langreano cuyos cuatro socios solían ir al economato con sus padres, empiezan con su plantilla de 100 trabajadores una nueva etapa comercial. Todas las declaraciones de los nuevos propietarios tienden a tranquilizarnos y hacernos entrever el futuro de “El Economato” con cierto optimismo. "No vamos a convertirlos en hipermercados, nuestra idea es preservar su identidad y espíritu y mantener esa raíz que son los economatos laborales de Hunosa y de toda Asturias”.  Un giro de modernidad pues para una nueva etapa que deseamos exitosa y duradera.

 

 

 

LA NUEVA BOCAMINA DE LA REBALDANA

La labor del grupo de arqueología industrial de la Asociación Santa Bárbara sigue incansable abordando y rematando nuevos proyectos de recuperación. Una nueva bocamina  en la Rebaldana, en el pozo Santa Bárbara, será el nuevo proyecto.

Es un elemento más antiguo que el socavón recuperado en el mismo grupo minero, explotado seguramente ya a finales del XIX. Los primeros trabajos atacarán el exterior tapado por muchísima maleza y una caseta de aperos que siempre fue visible desde Pervaca. Un trabajo previo a la recuperación de la propia mina.

El informe inicial presentado a Hunosa fue recibido positivamente dado que la bocamina está incluida en el espacio declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Contarán pues con el apoyo de la empresa hullera pero también con el Ayuntamiento de Mieres, que siempre ha respaldado las iniciativas de la Asociación.

Es de resaltar el gran trabajo de la Asociación "Santa Bárbara", la generosidad de sus miembros a la hora de poner las manos a la obra para la recuperación de los elementos patrimoniales de nuestro municipio.

 

 

DE TURÓN A CITRÓN

 

Los talleres gijoneses tienen su origen en el negocio creado a finales del siglo XIX por la familia Ortiz en el valle. Un artículo interesante de José Antonio  Vega , escrito como un historia en forma de cierre de bucle con una constatación de fracaso final.

Recuerda nuestro colaborador la historia exclusivamente rural del valle, las primeras explotaciones mineras, con Vicente Fernández Blanco y su "Coto Paz de Figaredo" o la familia langreana, Ortiz, con "Mina Clavelina" y finalmente, en 1890, la fundación de Hulleras de Turon de la mano de un grupo de siderúrgicos vascos. Inútil recordar la larga enumeración de todos los yacimientos que horadaron nuestro paisaje, desde Urbiés hasta La Cuadriella, los lavaderos, los cables aéreos  y el  transporte por vía férrrea del mineral hasta Reicastro.

Cerrada definitivamente la página minera, Vega recuerda que, por decirlo de alguna manera, parte de la riqueza del valle de Turón está presente en Gijón a través de los talleres "Zitrón". Debido ésto a que el capital con el que se fundó esta empresa surgió de la venta de una concesión minera en la zona de Mieres que poseía la familia Ortiz. De ahí salió el nombre de la empresa gijonesa: "Ortiz Nietos"; Ortiz "n", que escrito al revés, el apellido,  da como resultado "Zitrón". Empresa nacida por y para la minería que ha sabido reciclarse, salir al exterior, y ahora, cuando la crisis golpea con fuerza la estructura económica del país, ha conseguido dar esquinazo a la caída de la actividad española y tomar aire gracias al negocio internacional. El pasado minero de Turón y sus riquezas han contribuido al desarrollo de otros lugares y de diferentes formas.

 

 

 

 

 

 

 

UN AMBULATORIO POR VENIR

Era una promesa vieja de diez años. La espera es una larga tradición turonesa. Con el desbloqueo político y la publicación en el BOPA,  la construcción del nuevo ambulatorio para el Valle asoma ya. Si se cumple el plazo de 14 meses, los 2 millones permitirán a un renovado edificio de La Salle el abrir sus puertas en 2018.  Un consultorio de 1500 metros cuadrados digno del siglo XXI que atenderá a 3.800 vecinos y acabará además con la lamentable situación del emblemático y céntrico edificio. Atentos estaremos todos los turoneses a que el histórico consultorio de La Cuadriella tenga una utilidad pública y no se convierta en una de esas ruinas habituales que pueblan nuestro valle.

 

 

DESBROZANDO CARRETERAS

Buena noticia también el asfaltado del tramo entre La Felguera y Lago y el desbroce de caminos y aceras invadidos por la maleza. Una decisión del Principado después de numerosas críticas y peticiones por parte de los colectivos del valle. Con eso acabarían las situaciones de inseguridad que conlleva esa dejadez medioambiental.


 

 

LOS ÁNGELES DE MARCO

Esta podría ser una de esas noticias que nadie quiere contar. La desgracia de un joven de treinta años que se quedó dormido con el portátil sobre la cama, ocasionando un incendio que calcinó toda la habitación. Pero el destino quiso que Marco Oviaño no estuviera en su casa de Santa Marina (Turón, Mieres) la pasada madrugada: "Unos amigos me dijeron de ir a tomar algo a Mieres y, aunque era entre semana, dije que sí". Decisión que le salvó la vida. Además, ahora sabe que tiene ángeles entre sus vecinos (aunque sólo lleva dos meses en el barrio): tres chicos, dos menores de edad, desafiaron al fuego y al humo negro que lo cubría todo para buscar a Oviaño. Izan Calleja (14 años), Adrián Gómez (17 años) y César Álvarez (32 años) tuvieron que ser trasladados al Hospital Álvarez Buylla por una intoxicación. Los bomberos agradecieron la colaboración de los tres chavales.  Ellos son los ángeles de Marco. Y lo más bonito de esta historia: los tres chavales que entraron en la casa en llamas no conocían de nada a Marco Oviaño  (Extracto de  LNE, 11 agosto 2017)

SANTO TOMÁS, UN DEBER DE MEMORIA

Hacia 40 años que no ocurría una catástrofe de tanta envergadura. Veinticinco días después de los cuatro muertos de Santa Bárbara la tragedia volvía a enlutar la prensa, el valle y a las familias mineras. El lunes 14 de agosto, hace ya 50 años, a las ocho de la mañana, en la capa doce del Grupo Santo Tomás, a un kilómetro de la entrada de la mina, el monóxido de carbono consumió la vida del equipo: vigilante, picadores, barrenistas, vagoneros y ayudantes. En la lampistería el recuento de las lámparas despachadas al primer relevo dejó claro el drama, un tributo de once nuevas vidas. Para que la indiferencia   no arrincone el triste recuerdo, Carlos Vega, máximo impulsor del homenaje, encabezó el acto del 50 aniversario. Una celebración sobria y sencilla recordó este funesto evento para evitar, mientras se pueda, que el olvido no desbanque a la memoria de un pueblo. Palabras de circunstancia, ofrendas florales, el descubrimiento de un panel conmemorativo, un minuto de silencio y  la emotiva actuación del coro minero. Un momento importante para estar como pueblo

 

 

LA PELEA POR EL CRISTO DE LA...PAZ

Los vecinos de La Crucina reclaman la vuelta de la imagen del Cristo de la Paz trasladada a La Felguera hace dos años para la fiesta. Una  acérrima guerra de feligresías. Los de la ermita arguyen que son ellos los que la limpian y mantienen viva la veneración del Cristo y los demás iconos conservados. También recuerdan  la historia con la carta de 1858 al Obispo en la que se relata que «en Sobrepuenes haya una efigie del Cristo de la Paz al que en esta parroquia hay una gran devoción, y que son muchos los que oran a la intemperie». Un escrito en el que se solicita la construcción de una capilla para albergar al Cristo y facilitar su culto.                            Los parroquianos de la Felguera, más fundamentados en la costumbre que en la historia,  avanzan que la ubicación perfecta es el emblemático templo de San Martín y que el traslado de la cruz, ya bastante deteriorada, puede ocasionar problemas añadidos. Diálogo “espiritual” de sordos mientras no llegue la inspiración.

EL JAZZ AL BORDE DE LA PISCINA

Siempre es buena señal que un evento festivo celebre su segunda edición. El II Festival de Jazz de Turón es pues un agradable presagio para la actividad musical en nuestro valle. Un nuevo e inusitado género musical invitado por Mejoras del Valle en el concurrido y popular salón de actos de la piscina. Nada más y nada menos que el conocido  trío de jazz "Three for Three", formado por el bajista alemán Patric Siewert, el batería chileno Jaime Moraga, el guitarrista turonés Alfredo Morán y la cantante Elissa Ploquín, como artista invitada.

 

 

DEL CEMENTERIO AL POZO

En el plan de gestión de sus recursos turísticos el Ayuntamiento incorpora en las   visitas guiadas recorridos explicativos por el Pozo Santa Bárbara declarado Bien de Interés Cultural (BIC)  y el cementerio protestante vinculado a la antigua Fábrica de Mieres, en La Rebollada y recuperado por la agrupación de arqueología industrial de la Asociación Cultural y Minera Santa Bárbara. Dos nuevos eslabones de nuestro patrimonio integrados  a las ya tradicionales visitas del Poblado Minero de Bustiello y del Pozo Espinos.

 

 

 

 

 

 

 

EL CORO MINERO CANTA CON SUS AMIGOS

Hacía tiempo que el Coro Minero no pasaba por los estudios de grabación. Veinte años después, el concierto ofrecido en el Auditorio de la Casa de Cultura de Mieres permitió descubrir su nuevo disco. Un momento muy esperado por sus numerosos seguidores que además de las tradicionales voces mineras pudieron disfrutar de los artistas amigos que acompañaban a la masa coral en su presentación. Compartieron escenario, como era de esperar, el gaitero Imanol y nuestra gran cantante Patricia Pariente, ambos de Turón,  pero también el Coro "San Martín" de Sotrondio, el "Ochote Langreano"  y los cantantes "Jandro, Cerra y Mari Carmen". Un gran concierto y una primicia musical con los doce temas de la reciente  grabación.

El disco, sin título, es un recopilatorio de sus grandes éxitos. Han sido elegidos por votación entre los integrantes de la formación turonesa con 'Santa Bárbara bendita' para abrir su noveno trabajo discográfico y con los siempre esperados   'Axuntábense', 'Andaluces de Jaén' o 'Mocina dame un besín'.  Un preámbulo musical para una decena de actuaciones en las próximas semanas.

TURÓN CON EL CRISTO

Hace décadas que nuestro valle despide el verano celebrando sus tradicionales  fiestas del Cristo de la Paz. El esperado chupinazo lanzó las fiestas poco antes de que el concurrido pregón llenara una  vez más el salón de actos del Colegio de La Salle. Después de la coronación de la reina y de las damas de honor,  Luis Alberto Fernández, nuestro artista más internacional habló del valle desde el recuerdo pero también con esa  proximidad emocional que siempre arranca la adhesión y los aplausos. La actuación brillante y jaranera de Patricia Pariente fue el broche musical de una inauguración muy lograda.

No faltaron en la carpa, instalada este año en el parque para reubicar el corazón del júbilo turonés, los grandes momentos musicales con la orquesta Dominó, el DJ Esperteyu, "Estampas de México" o  "Zona Astur". Hubo "bollu", festival de tonada, gaita y  monologuista. Pero también unos espectaculares fuegos artificiales  y un colorido desfile de carrozas, con salida desde la localidad de Lago,  acompañadas por la Banda de Gaitas "Villa de Mieres" y Grupo de Baile "Prau Llerón".

No podían faltar las citas deportivas con eco más allá de nuestro valle:  los encuentros de fútbol del  "XIII Memorial Luis Fenro", la II Ruta Ecuestre "Valle del Turón", la apasionante carreras de cintas a caballo  y en la cancha oficial el torneo de bolos "Gabriel Mier Suárez".

Los homenajes religiosos al Cristo fueron acompañados, gran novedad, por el grupo "Estampas de México". Una misa cantada diferente e inaudita aplaudida por todos los asistentes. El programa de actos en la iglesia de La Felguera concluyó con la celebración del XXXVII Encuentro de Masas Corales.

VII PREMIO DAVID VARELA PARA SANTA BÁRBARA

El VII Premio David Varela recompensó este año la extraordinaria labor llevada a cabo por La Sección de Arqueología Industrial de la Asociación Santa Bárbara en nuestro municipio con un reconocimiento particular a la restauración del socavón de Santa Bárbara en la Rebaldana, el Polvorín del Grupo Espinos, la digitalización del legado del fotógrafo turonés Muñoz, el rescate de una nueva bocamina en el mismo Grupo del Pozo Santa Bárbara y la reciente aportación a la recuperación del emplazamiento conmemorativo del trágico accidente de Santo Tomás. Los Atomiums fueron entregados por las autoridades presentes y el promotor del premio,  David Varela, a cada uno de los siete componentes de la agrupación  mierense.  

El portal turonés que cumple siete años de existencia, coincidiendo con las fiestas patronales del Cristo de Turón, añadió 18.448 nombres a su base de datos genealógicos. Este trabajo de investigación y de compilación, de más de 18 años,  a partir de los registros civiles y religiosos iniciado por David Varela y su hijo Jorge, afincados en la conocida ciudad belga de Waterloo, ofrece pues a los aficionados a la genealogía  más de 232.449 entre nacimientos, matrimonios o defunciones y abarca cuatro siglos desde 1626 hasta 1949. Una labor de consulta fácil, para todo tipo de público, reconocida por Hispagen como una de las más importantes fuentes de información genealógica digitalizada de los países de habla hispana.

Además de la aportación genealógica y de las secciones dedicadas a la vida sociopolítica del valle, la página web, con una media 30.000 visitas mensuales y un total acumulado de 2.119.676 visitas, inauguró un nuevo proyecto llamado Turonpedia.

 

 

UNA BOLA DE FUEGO EN SANTO TOMÁS

 

( En homenaje a Valentín Suárez publicamos el artículo íntegro de La Nueva España del 24 de septiembre 2018 )

"Vi una bola grande de fuego, llamé a mis compañeros, pero ya no podían contestar"

El accidente

Valentín Suárez, único superviviente del accidente que mató a once mineros en el pozo Santo Tomás, fue homenajeado por el colectivo "Santa Bárbara"

Valentín Suárez se acerca a la bocamina del pozo Santo Tomás (La Cuadriella, Turón). Lleva un ramo de flores y, con la otra mano, sostiene a su nieta Candela. Amarre al presente para no perderse en el recuerdo: hace cincuenta años, Valentín Suárez volvió a nacer en esa mina de Turón. Fue el único superviviente de la explosión de grisú que mató a sus once compañeros. Todos los días los recuerda. La Asociación Cultural y Minera "Santa Bárbara" organizó ayer un homenaje al minero allerano, testigo de un accidente que cambió el sector y obligó a reforzar la seguridad en las minas.

En el tajo era "Felechosa". Y era el "guaje" de todos. Había empezado a trabajar en enero, con 16 años. "Los 17 años los hice en junio, dos meses antes de que marcharan". Levanta la vista al cielo. "Marcharon" el 14 de agosto de 1967, al relevo de la mañana. Dicen los vecinos que, tras el accidente, el "turullu" sonó en el valle más fuerte que nunca. Y que repicaron las campanas de la iglesia, como un aviso de que ese día sería muy negro.

Valentín Suárez no recuerda las campanas ni el "turullu". Sí se acuerda de que la mañana empezó tranquila. "Estábamos todos aquí en la lampistería. El vigilante, Tino (Celestino González), tenía que hacer unos recados antes de entrar en la galería. Le dijo a Manolín 'Pontoná' (Manuel Vázquez) que fuera a por el martillo porque era picador, y a mi que buscara una pala", explica con la voz temblorosa.

Cumplieron, como siempre. "Éramos un buen equipo, todos, los once. Siempre capitaneados por Tino. Ese hombre, el primer vigilante que conocí en la mina, era un gran trabajador y un líder nato". Poco después se reunieron todos en la galería. Manolín "Pontoná" se giró hacia "Felechosa" y le dijo: "Como traes la pala, vete limpiando un poco detrás de nosotros". El último encargo de un "ángel de la guarda" que le salvó la vida. "De repente vi una bola de fuego, les llamé a todos pero nadie contestaba". Las piernas empezaron a temblarle, cayó desmayado porque se dio cuenta de que el fuego lo había borrado todo. También a sus compañeros: "Mi intención era subir hacia la galería, quería ver qué había pasado, pero salvé al perder el conocimiento. Si llegó a entrar ahí hubiera muerto por el gas que había".

"¡Felechosa!", "¡Manolín!", "¡Tuiza!". Desde el suelo escuchó que otros compañeros les llamaban para comprobar si estaban bien. Despertó sin casco, sin foco, pero encontró la lámpara que llevaba la mula. Arrastrándose casi a oscuras, con la fuerza de todo lo que aún falta por vivir a los 17 años, llegó a la galería general.

Larga recuperación

Allí le encontraron sus compañeros, que todavía no sabían que era el único superviviente. Le sacaron en camilla, le trasladaron al Hospital Álvarez Buylla. De allí al Hospital Central de Asturias y luego al Adaro de Sama. Operaciones, curas, medicinas para el dolor. La rehabilitación para el cuerpo. Aquello duró seis meses. Las suturas en el alma tardaron en sanar, y las cicatrices aún duelen: "Todos los 14 de agosto me pongo nervioso, me emociono. Me acuerdo de todos ellos", dice, pasando la mano por la fotografía de sus compañeros.

Son Celestino González, Manuel Vázquez, Félix González, Rafael Alonso, Francisco Lobeto, Luis Flórez, Juan Díaz, José Antonio López, Manuel Granda, José Martínez y Adriano Augusto Teixeiro. Para ellos, además de "Felechosa", también era "Valentinín". Aquel día en la mina, nació Valentín. Un chaval que, tras dos años de baja, empezó a trabajar en el exterior del pozo San José. El que iba a los bailes, y conoció a Isabel Vázquez. El que se casó y tuvo un hijo, también Valentín de nombre.

Ellos estaban ayer entre el público, junto al resto de su familia. Al terminar el homenaje, Valentín Suárez quiso hacerse una foto con todos los asistentes. Miró al cielo, y luego a los que tenía al lado. Como el que repasa una historia de "Elige tu propia aventura", las novelas juveniles en las que el lector escoge entre dos tramas posibles. Para Valentín Suárez, el destino eligió el mejor guión posible.

 

© Jorge Varela para  www.elvalledeturon.net  Mayo 2018