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EL Carmín: una fiesta que no cesa.

Cuatro días de derroche festivo para un pueblo que sabe lo que es organizar y endulzar los cuerpos y los corazones de moteros y fiesteros. Así es el Carmín de El Lago.

EL LAGO EN FIESTAS
 

Una fiesta que no cesa

El Carmín cartel.jpg¡Cuatro días de fiesta! Un año más los organizadores de las fiesta del Carmín de Lago han “tirado la casa por la ventana “, en imaginación, proponiendo momentos de encuentro y de diversión para todos los vecinos del barrio, sea cual sea su edad.

Las celebraciones se desarrollaron coincidiendo con el día de Covadonga que es el día grande de los festejos, el día en el que El Lago saca toda su alegría y convoca a vecinos y turoneses a una fiesta que a pesar de la magnitud que ha tomado año tras año, ha logrado conservar un ambiente familiar en el que cada participante se siente como en casa….y eso es un gran logro.

Después del tradicional chupinazo, seguido de unos cuantos “voladores”, empezaron los primeros balbuceos festivos con encuentros deportivos de lo más tradicional y autóctono: una gran partida de rana que puso a prueba la puntería de los “ranistas” y un encuentro de bolos aficionados para premiar la habilidad de los numerosos participantes. Después de la entrega de trofeos se levantó el telón de la esperada primera noche de verbena cuyo nombre, “Hasta que el cuerpo aguante”, traduce perfectamente lo que fueron esas largas horas de jolgorio.
 
Día grande y motores
 

Paella 2-1.jpgEl jueves, con de la charanga como fondo musical permanente, derroche de alegría y enorme participación al DIA GRANDE DEL CARMÍN. Ruido de motores, música celestial para algunos, e inscripción a la VII Reunión motera. Un brum brum de motores dirigido, como si de una orquesta mecánica se tratara, por dos jóvenes moteros con un dinamismo sin…freno: Noé, nacido y criado en Lago, hijo del pueblo, y su novia Vanessa. Una séptima edición cuyo meritorio éxito tiene mucho que ver con la cantidad de trabajo y de ilusión puesta por esa pareja a disposición de la comisión de festejos.

Pero quien dice fiesta motera dice recorrido festivo para lucir maquinaria e indumentarias. Una ruta ya convertida en clásico de estos encuentros: desfile por el Valle desde la calle principal hasta algunos pueblos de montaña tan conocidos como Carcarosa ,La Pruvía Pandel o San Justo , bajando por la otra ladera para terminar en la carpa degustando la paella que da nombre a la reunión “ PA FARTASE DE GRANOS” . Así es como los moteros exportan la fiesta por todo Turón.

Los motores ya un poco más tranquilos y después de haber disfrutado del verde recorrido, vinieron momentos de juegos y de competiciones para los moteros en la carretera de Hunosa, todos unidos en las divertidas competiciones y… para los demás tiro de cuerda y para “descansar” ambiente y bailes bajo la carpa. Y aún quedaban dos días.

 
Paella:  arroz con verbena

Y como no puede haber Carmín sin paella llegó el gran momento de la paellada, miles de granos de sabor que degusta casi todo el pueblo. Es el momento convivial de la comida que atrae a todos los vecinos y a familias enteras, que aunque residiendo fuera, recuperan, el espacio de estas fiestas, estas conmemoraciones para (re)encontrase con los quedaron por el pueblo, la familia y los amigos. La preparación del arroz es “asunto exclusivo” de los propios miembros de la comisión, es su fórmula mágica para llegar al vientre y al corazón de los fiesteros. Esta edición llevó a cabo la elaboración de seis paellas de 50 raciones cada una, algo así como millones de granos intentando satisfacer el gusto de cada uno. Las hubo mixtas, de carne y de marisco pero para que todos encontrasen su menú, también las hubo de carne y sin gluten para que nadie dijese “barriga vacía, fiesta mala”. Luego para acelerar la digestión… una larga noche con el grupo Bronce…”bronceando” las caderas hasta altas horas de la madrugada. Por eso se llama el Día grande: enorme por su paella e interminable Hinchable-1.jpgcon su verbena.

 
Peques, ¡ menudos artistas !

Ya con los adultos cansados de tanto jolgorio llegó la pausa del día 9 con el “Día del niño”, una jornada en la que los pequeños fueron los grandes protagonistas. Como siempre, mucha participación y un abanico de actividades que canalizó el dinamismo de los más mayores: juegos autóctonos, carrera de cintas en bici, tiro de cuerda, carreras de sacos, etc…. Al llegar la tarde, animadores maquillando a diestro y siniestro los más pequeños, juegos y el esperado karaoke, momento interesante y emocionante para los adultos viendo cantar y bailar a estos verdaderos artistas. Para recompensar tanto derroche de energía y tranquilizar un poco a los peques, una merienda en la carpa, ofrecida por la comisión, a base del típico bollu preñau, golosinas y bebidas refrescantes y para rebajar calorías, si aún fuera necesario, un “hinchable” donde saltaron de lo lindo. Entrega de premios y a dormir porque ya estaban todos rotos.


El Carmín programa.jpg 
Dulce final ...
 

El programa festivo 2011, bien organizado y muy “llenito” terminó el sábado 10 con un espectacular “Día del Bollu”. Como había que recuperar de las tres verbenas pasadas, la jornada empezó a las doce con rana, bolos y fútbol… calculando los esfuerzos y ya con la mente y el vientre aspirando a los dulces y al “bollu preñau”. La tan esperada subasta de tartas caseras conoció el éxito de todos los años. Esta tradición del barrio en la que las vecinas del pueblo donan a la comisión sus productos pasteleros para ayuda económica es y fue el gran momento para todos los golosos… que por cierto son muchos. Pero de la subasta queda poco porque, con el paso de los años, ya todos saben la que quieren saborear y casi todas están vendidas antes de exponerlas. ¡Vaya memoria que tienen los paladares de los golosos!
 
...y larga espera
 

Con Prau Llerón y su entrañable folclore asturiano se fue llenando la carpa para cumplir con la tradición final y comer el bollu preñau pensando que en pocas horas, y después de tanto desgaste festivo, se acabaría esta edición 2011. Hubo más folclore, buenas voces y patrimonio asturiano al cien por cien y para terminar, como de divertirse se trata para atravesar esta larga espera de una año… llegó la cuarta la verbena “hasta que el cuerpo dijo basta”… Y aunque la recuperación sea rápida habrá que esperar otros 365 días. ¡Larga espera!


Isa Chouseiro, El Lago, septiembre 2011