La nieve acaricia el valle
La nieve corona con delicadeza las cimas y un velo de cola nuboso protege el valle. Los pueblos adormecidos se refugian en un silencio misterioso, resguardados por un tapiz algodonoso que más bien recuerda al humo de chimeneas febriles solicitadas por el frío de los montes. Nieva discretamente y los copos juegan al puntillismo con el paisaje, con los pocos animales atrevidos y con los grises vestigios de la Llama. Por el camino impoluto Luis González nos lleva hasta Misiego, La Ceposa, La Cabana, El Vallín, La Fuente, el Tropezón o Papera. Son las mil facetas de un invierno por llegar.