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Josefa La Carretona

Esta historia entrañable y cariñosa es un verdadero homenaje de Juana a su bisabuela "La Carretona", una emigrante más que con un tesón admirable escribió con mayúsculas su nombre en la la sociología turonesa.
Por su bisnieta Juana del Río García


La gallega turonesa...Josefa la Carretona_retrato.jpg


Las historias más entrañables sobre la vida en el Valle de Turón, me las has contado mi abuela y tienen como protagonista a su madre, mi bisabuela, conocida en el lugar como ” la Carretona”. Josefa, la Carretona, nació el 11 de abril de 1906 en Galicia y, a la edad de 18 años, se trasladó a vivir a Turón, en Asturias. Unos años después, se casó en la iglesia de la Felguera. Cinco años después, su marido y su único hermano murieron en la Guerra Civil Española, por lo que ella se quedó viuda con dos hijas, de tres años y veintidós meses, a su cargo. No mucho tiempo después, también falleció la mujer de su hermano y ella se vio obligada a adoptar a su sobrina. En estas circunstancias, a Josefa se le presentaba una vida muy dura, pues tenía que salir adelante con tres niñas pequeñas y sin nadie que la ayudase.
 

...Josefa la Carretona


Durante tres años probó diferentes actividades laborales, hasta que le ofrecieron un trabajo Figaredo con la estación-1.jpgpor el que todavía se la recuerda en Turón. Se la conocía como ‘’la Carretona’’, y no porque tuviese un carro, sino porque su trabajo era acarrear pedidos que le hacían de los comercios del lugar, lo que hoy en día se conoce como repartidora. Los distintos establecimientos y la gente del valle le hacían encargos que ella solo podía comprar en Oviedo, ya que era el único lugar cercano donde existían.

En los comienzos de esta actividad, mi abuela, para llegar a Oviedo, utilizaba distintos medios de transporte, puesto que, en aquella época, se tardaban varias horas en llegar a la capital de Asturias. Primero, utilizaba el famoso tren que iba por la vía ancha. Este tren era gratuito, solo llegaba hasta Figaredo y transportaba mineros y otros habitantes del valle. Cuando llegaba a Figaredo, se subía al vasco que era el tren que realizaba el trayecto final hasta Oviedo. En todo este recorrido, ella iba cargando con todos los paquetes que entregaría en sus distintos destinos en Oviedo y, a su vez, recogería otros tantos paquetes que repartiría en su pueblo. Como el índice de población era muy alto por aquel entonces y había mucha demanda de productos de la capital, era un negocio muy rentable. Por tanto, mi bisabuela pudo sacar adelante a su familia.

Con el tiempo, ”la Carretota” se hizo mayor y tuvo que comprar un carro tirado por una mula para ir a repartir, luego salieron a la venta los coches y ella compró una furgoneta, se había construido la autopista hasta Oviedo. Su trabajo ya no era necesario y, además, ya no tenía que mantener a sus hijas, porque todas se habían casado.

Del Turón en su apogeo...


En Turón había unos 20.000 habitantes, ya que en la mina había mucho trabajo, pero era muy sacrificado y arriesgado, ya que todos los días se producían accidentes y los heridos eran atendidos en el llamado hospitalillo próximo a Villapendi, donde vivía mi abuela.
Pista Mª Luisa-1.jpgElla también me contó que no empezó a salir hasta los dieciséis años, pero que existían muchos lugares de diversión en el valle. Había cuatro cines en Turón: Froiladela, Fideflor, Copeval y Río; tres pistas de baile: la Río, Maria Luisa y el Zurrón y multitud de bares que cada fin de semana acogían a multitud de jóvenes turoneses y de otros pueblos próximos al nuestro.

Mi abuela también me confesó que ella pudo salir gracias al noviazgo de su hermana con su vecino, ya que en aquella época estaba mal visto que las muchachas saliesen solas acompañadas por un hombre. Por este motivo, mi abuela tuvo que salir de “sujetavelas” con la pareja. Iban a todas las fiestas de los barrios del Valle de Turón que eran muy numerosas. Ella recordaba la de San Roque en Villabazal, la Soledad en Enverniego, San Martín en la Felguera, el Carmín en el Lago, San Justo y Pastor en San Justo, la Fiesta de los “Horrios” en Urbiés, que es el pueblo de Turón que se encuentra situado más alto y, por supuesto, el Santísimo Cristo de la Paz que sigue siendo nuestra fiesta patronal.

... de sus concursos y carrreras 


Carrera cintas.jpg
Mi madre, que incluso llegó a ser reina de estas fiestas, es la que recuerda con mayor exactitud las actividades de nuestras fiestas del Cristo. Ella me contó que había un concurso de entibadores que consistía en una competición entre los hombres que en la mina hacían los marcos de madera para sujetar los túneles por los que se extraía el carbón. En este oficio era indispensable el hacha, que era su única herramienta. Con ella trabajaban los troncos de madera, para que encajasen entre sí a la perfección. El vencedor del concurso era el hombre que mejor realizase el marco. Normalmente el premio era un trofeo entregado por la reina de las fiestas.

También se realizaba la llamada carrera de cintas a caballo. En esta competición, los jinetes sobre su caballo y a gran velocidad, debían tener la habilidad de atrapar las cintas, que eran trozos de tela de colores que por un extremo estaban prendidas de una cuerda, atada a dos postes y, por el otro extremo, estaban atadas a una arandela del tamaño de una moneda de euro. Los jinetes debían introducir el palito por la arandela para coger la cinta. El vencedor sería el que mayor número de cintas atrapase. En este concurso, el premio solía ser monetario. Hoy en día, en Turón, todavía se realizan estas competiciones.

... y de sus fiestas.



Como en todas las fiestas de los pueblos que tienen un carácter religioso, el Santísimo Cristo de la Paz, que se celebraba el catorce de septiembre, era el día grande de nuestras fiestas. Fiestas 1973-1.jpgEn este día, se oficiaba una misa a las doce del mediodía, en la cual el coro minero deleitaba al público con sus cánticos, después de esta, se realizaba lo que denominamos los asturianos/as ´´la puya`` del ramo (una especie de centro de panes), que consistía en subastar todos los panes que formaban el ramo. Los panes vendidos al mejor postor, eran entregados al susodicho por la reina y sus damas de honor, vestidas con el traje regional. A continuación, la reina y sus damas de honor hacían lo que se denominaba "póstula", que consistía en pedir dinero a los habitantes del valle de Turón que, en ese gran día de fiesta, disfrutaban de la sesión vermut en los distintos establecimientos del valle.

Otra de las actividades importantes de ese día era el desfile de carrozas. Cuando mi madre era pequeña, en ese desfile había gigantes y cabezudos y varias carrozas que recorrían, a lo largo de la Veguina, la zona del centro de Turón. En la carroza principal, se sentaban la reina y sus damas vestidas con sus mejores galas. Por la tarde y por la noche, la gente del pueblo iba al baile, amenizada por distintos tipos de orquestas. Las fiestas del Cristo duraban una semana, y la población turonesa esperaba con impaciencia todos los eventos de estas fiestas y sus diversiones variadas, como las tómbolas y los míticos caballitos. La fiesta estaba situada en los cuarteles del Barrio San Francisco y se concentraba principalmente en la denominada Cera adelante.

Además se celebraban multitud de juegos populares como el campeonato de bolos, un partido de fútbol en nuestro campo, el Fernández Felgueroso, conocido popularmente como la Bárcena. Este partido era disputado entre nuestro equipo de fútbol el Turón y el Oviedo o el Sporting. A las fiestas del pueblo también acudían cantantes famosos de la época como José Velez, Beti Misiego o Dani Daniel…El Turón de los recuerdos.