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9º Rally Montaña Central
Y con esta ya van nueve ediciones del espectacular Rally de la Montaña Central organizado por la escudería Turón Arrass. Una larga preparación para una organización que cuida y perfecciona los detalles: motores, recorrido y seguridad. Un éxito que ya abre el camino de la X cita y que asienta la convocatoria automovilística en calendario deportivo del valle.
Entre Polio y Cutrifera
Carlos Vega Zapico
Sobre cuatro ruedas
El reloj marcaba las 8:00. En el coche de “Seguridad”, 
un acto, supongo protocolario aunque no exento de total sinceridad: un apretón de manos y una palabra: ¡Suerte!. De esta forma, daba comienzo la parte deportiva de la 9ª edición del Rallye de la Montaña Central organizado por la escudería Turón Arrass el pasado día 3 de noviembre.
un acto, supongo protocolario aunque no exento de total sinceridad: un apretón de manos y una palabra: ¡Suerte!. De esta forma, daba comienzo la parte deportiva de la 9ª edición del Rallye de la Montaña Central organizado por la escudería Turón Arrass el pasado día 3 de noviembre. Atrás, quedaba toda una labor desconocida y no siempre suficientemente valorada que a partir de este momento debía encajar sus múltiples piezas con
perfección milimétrica. Tino y Jose -verdaderos expertos en este tipo de competiciones- fueron los encargados de satisfacer mi curiosidad y soportar mis largos silencios a lo largo de toda la jornada.
perfección milimétrica. Tino y Jose -verdaderos expertos en este tipo de competiciones- fueron los encargados de satisfacer mi curiosidad y soportar mis largos silencios a lo largo de toda la jornada. El día, cumpliendo todas las previsiones, amenazaba lluvia antes del amanecer y solo hizo falta poner el coche en funcionamiento para que ésta hiciese acto de presencia, lo que hizo 
comentar a mis maestros: “ ¡vamos a tener un día complicado!”. El suelo, en algunos tramos estaba deslizante y cubierto por hojas de la estación otoñal en la que nos encontramos. Hubo que revisar todos los puntos del recorrido. Aquí, dejar un cartelón, un poco más allá una palabra de aliento a esos voluntarios que aguantaban, como podían paraguas en mano, el chaparrón. En algunas curvas, tratar de convencer a los aficionados de que su posición no era la correcta, tarea ingrata y nada fácil de entender por quienes no ven el peligro. En ocasiones unas palabras con quienes preparaban los cronómetros de salida y/o llegada antes de la llegada de los coches participantes.
comentar a mis maestros: “ ¡vamos a tener un día complicado!”. El suelo, en algunos tramos estaba deslizante y cubierto por hojas de la estación otoñal en la que nos encontramos. Hubo que revisar todos los puntos del recorrido. Aquí, dejar un cartelón, un poco más allá una palabra de aliento a esos voluntarios que aguantaban, como podían paraguas en mano, el chaparrón. En algunas curvas, tratar de convencer a los aficionados de que su posición no era la correcta, tarea ingrata y nada fácil de entender por quienes no ven el peligro. En ocasiones unas palabras con quienes preparaban los cronómetros de salida y/o llegada antes de la llegada de los coches participantes. Queda aquí una muestra gráfica de una jornada dura pero gratificante de un mundo totalmente desconocido para mi con la confianza de alcanzar esa X Edición de lo que en su día parecía un sueño y con el ardua trabajo se ha convertido en una realidad.
© - Carlos Vega Zapico. Turón, 4 de noviembre de 2012
