¡ Un despertar y un esfuerzu colectivu de todos pensando en el futuro inmediato de nuestros hijos y nietos ¡ Así será siempre la vida.

Yo nací en Villandio pero pronto bajamos pa San Andrés donde crecí y viví hasta que me casé a los 22 años con Guillermina natural de San Justo. El pueblu llegó a tener 68 habitantes cuando vivía yo en él…el Collau lo mismo, Villandio tres veces más, en el Puente Villandio había más de 70 habitantes, yo los conocía a todos, andaba por toes les cases. En la Vera’l Camín había más gente que la que hay hoy entre Villandio y el Puente, les cases de La Cabritera, les cases de Danielín, les de Rogelín el sastre…en La Rabaldana todo lleno…
Aunque tengo casa en San Justo no me siento de allí. Me crié en San Andrés. Seguramente me sentiría más de San Andrés por haber pasado mi juventud, pero llevo tantos años afincau aquí que me siento unu más d’esti rincón…. San Justo y San Andrés también los siento como míos.. Villandio me admiro en él porque nací allí pero no lo recuerdo nada más que después, de haber vuelto de más mayor.
Así pues de recién casaos vivimos en San Justo unos tres años antes de bajar pa La Veguina y aquí llevamos 45 pa 46 años.Ya me siento más de La Veguina

Mi padre era de Pandel y mi madre de Piñeres. Tuvieron un negocio en Vistalegre junto al colegio los Frailes. Cuando la guerra, el colegio se convirtió en cuartel de la República, se intervinieron las propiedades y mis padres se marcharon pal monte. El monte pa ellos era Villandio porque se comunicaba con el pueblu de mi madre. Tenían hacienda allí y se comunicaban por Villandio. Accedieron al monte a la Vallinegría que ye un prau Pasaban el verano en la casina que tenían allí y así d’Aller pa Villandio y de Villandio p’Aller desde el 37 hasta el 39. Luego ya bajaron pa San Andrés donde abrieron un negocio y así siguió la aventura. Tenían muchos fíos, entre trece y un añu, y había que sacalos p’alante: Algunas familias los evacuaron, ellos decidieron quedar en el valle. Fue una época dura, de gran sacrificio..

Gustabai. Ya había empezado en La Veguina, así siguió y así seguimos casi todos los hijos…El Chato en San Andrés, etc… Yo fui de los que más interés tenía en seguir con el negocio junto con El Chato…y ahí estamos en la brecha desde siempre.
La vida de mis padres en San Andrés, dentro de la dureza, fue bastante llevadera, había el cuartel, la iglesia, les mines en su apogeo, entonces el negocio furrulaba aunque el dinero no corría. Él se las arreglaba con les vaques, con los mulos transportando carbón o lo que fuera… También trabajaba en mina Corrales.

En el añu 51 tuvo una complicación del estómago, sentenciado casi a muerte fue salvado por el hijo del dueño de Mina Corrales, médico especialista. Después d’esti percance ya no quiso volver a trabayar en la mina y como vivía del negocio así siguió… carbón, vaques , madera, negociando un poco. Salimos adelante. El gusanín de los negocios siguió con nosotros, los hijos, y ya mayores, puse un bodegón en la Veguina y compré un camión, así como mi hermanu, dedicándome al transporte…hasta ahora..

Sí, mi padre era bastante célebre, conocido por el negocio y siempre dispuesto a echar una mano a la gente, pero la vida era bastante dura. Se vivía de lo que se ganaba al día, fruto de subir un vale de carbón a Urbiés, al Collau o a San Justo para que te dieran dos pesetes. Ayudaba el tener una vaca o dos por la leche para la subsistencia de la familia. El abuelo Lisardo, el padre de Amor, nos ayudó muchísimo. Los hijos de Lisardo y de Ramona ya eran mayores y él tenía un buen empleu en la Empresa. Los praos que ellos tenían los llevábamos a medias. Eso fue una ayuda determinante porque éramos una familia muy joven. En San Andrés ya eramos diez, el últimu nació en el 48 y a pesar de les epidemies y del hambre resistimos bien. El hermanu mayor murió hace 2 años murió de vejez, con casi 83 años, mi padre murió a los 72 años en 1976.

Sí, ye un recuerdu muy claru. Primero fue cine, la panadería vino al terminar la guerra. Llegó el hambre, la escasez , durante la contienda paró todo, incluso los campos. No había comida, pan tampoco, no había farina. En esi contextu se estableció Enrique Serrano con la panadería. Poco a poco diba trayendo farina y dando al pueblu lo que fuera. Unos días había pan y otros no. Muches veces por el racionamientu dábente un panín pequeñín pa cuatro raciones. El pan negru muchos días no había quien lo comiera… sería de farina mala, tirada…vete a saber. Entonces, cuando no había pan comíamos fariñes de harina de maíz, cuando lo había, y hasta tortes de cebá. La harina de cebá no había quien la comiera.
Así tirando hasta que en el 47 empezó a mejorar la situación. Ya había más alimentos aunque el pan no quedó libre hasta abril del 51.Estaba interveníu y si circulaba algo más era de estraperlo…traían fardeles de farina de León, de estraperlo, algunes veces se lo quitaban por el camín, otres veces libraban…Esi día, el 1º de abril de 1951, fuimos todos a trabayar a la panadería y a facer pan. Cogimos unes fartures de pan blanco….cosa que creíamos que no existía.

Acuérdome de una anécdota divertida. Se casaba Liezer el de Carcarosa hermano de Manolín el de Rosa la de tía Ramona que también estaban en la boda. Casose con una moza del Artusu que vive todavía…y ficieron la boda en nuestra casa, en el chigre de San Andrés, el antiguo. Serían como 30 o 40 invitados y estaba el local abarrotau, Por aquel entonces, llevavase pa les bodes, claro el que podía, matar un xatín de un mes y guisalu. Y así fue. Fueron a Ujo a facese con pan de estraperlo… Ujo, como paraban allí los trenes, era el mercao negru del estraperlo. Volvieron con el pan, unes barres blanquines, yo era la primera vez les veía …. Pues nun pudieron comeles porque taben llenes de arena. Habían metido arena para que pesaran más. Los comensales tuvieron que comer la carne sola y animase con las música que tocaba el acordionista Tista de Urbiés.

Fue en el año 65 y desde ahí contemplé la evolución de Turón hasta hoy. Cuando fui pa la Veguina ya estaba en baja, llevaban cuatro o cinco meses en huelgues. La Empresa ya carecía de dinero y el carbón estaba apilau. La gente empezó a desfilar y a marcharse del valle, muchísima gente pa Bélgica ,montones, de tal manera que diben autocares enteros.

Entre 1951 y 1959 había habido un progreso, fartucose la gente de todo, patates , aceite, pan…en el 59 empezó a caer, había despidos, etc…hubo otro progresu a partir del 65, con el paso a Hunosa funcionó hasta el añu 80 muy bien. Esa ye la visión que yo tengo desde mi negocio. Yo con el camión por el mundo y pasándoles negres. Pero hubo unos años del 70 al 80 en los que el negocio funcionaba bien, trabayando mucho. Había dinero y trabajo. Yo no paraba…por poco dinero pero trabajabes mucho. Después llegó la democracia y hasta el añu 86, o por ahí, fue bastante abundante todo. Del 86 pa cá retrocedió la economía, empezó el despilfarro y ahora encontrámonos aquí con una situación crítica. El cierre de les mines fue como un punto final. El carbón era nuestro oro negro, la divisa, y así se despobló el valle.

Bueno, a mí también me animaron a dir pa Bélgica. Tenía miedo, quizás fue por cobarde…pero me parecía que todavía había trabajo aquí y que yo tenía manera de sacar esto adelante. Así fue pero costome mucho trabajo. Con 71 años que tengo ceo que llegué bien hasta aquí, luchando, bregando. Me encuentro satisfecho, en la brecha peleando con toes eses crisis.

Significa mucho. El Chuchu termina siendo un lugar de encuentro entre amigos. Lo de Chuchu llévolo pegao y lo asumo. Al principiu yo tenía puesto CHUCHU en el camión, luego como se quedó mi hermanu con unu de los camiones dejé el Chuchu pa ellos y yo pasé a ser “Transportes Pichi”. Pero la gente no me conoce por Pichi porque yo soy Chuchu. Entonces absorbí la marca de la casa. La gente tiene al Chuchu como un centro de encuentro, como una institución. Mi padre se estableció en 1931, la marca lleva pues 80 años en Turón. También queda para la historia popular del pueblu aquella frase célebre de la época del chigre de mi padre en Vistalegre cuando se fiaba a la gente: ¡ APUNTA CHUCHU !. .

Hombre, en estos momentos, veolu con un toldo delante, un toldo que nun tien ni furacos para poder velu. La situación actual nun ye boyante
En los momentos ricos nadie se preocupó de imaginar y de preparar el futuro. Hubo mucha dejadez después. El único recurso que quedaba era cierto turismo rural pero nadie se preocupó por poner o mejorar la infraestructura. Había y creo que sigue habiendo un porvenir turístico. En otros pueblos de España han hecho mucho con menos posibilidades que nosotros. Hay un porvenir porque tenemos un río, un monte espléndido, una etnografía interesante y buena arquitectura industrial minera. Como hombre que siempre tuvo mil proyectos aún creo que podemos, aquí hacen falta muches coses, por ejemplo una residencia de mayores para tener a la familia al lado. Lo que desanima a veces es que todo tiene que ser a fuerza de los privados como yo, pero que conste que no me arrepiento de nada. Yo quise poner el capital en el pueblu porque esa es mi voluntad.
Se pudo hacer mucho por Turón y aunque sea hoy todavía, aún estamos a tiempo, Después del bodegón cogí el bar del parque lleno de ratones, hoy ye un sitiu onde está a gusto la gente. En la obra que estoy haciendo quería poner un lagar pa espiches, y encima un comedor pa 200 persones pa dar serviciu a Turón, pa banquetes, despedides, bodes. Nun ye ninguna locura, nos interesa que esto furrule para que todos funcionen, comercios, panaderíes. Yo no soy el rey del mambo de Turón. Trabajó mucha gente, hicieron riqueza y trabajaron pa Turón.
Se puede rescatar esto con el esfuerzu de todos, de los poderes públicos. ¡ Un despertar y un esfuerzu colectivu de todos pensando en el futuro inmediato de nuestros hijos y nietos ¡ Así será siempre la vida.

Quiero dejar patente que Turón significa mucho, viví de ello, de lo que pude servir, ganar e invertir en Turón…Ese cariño al valle éntrate por les entrañes, por muy guapo o feo que sea es tuyo pero como negociante no dejo de ver la realidad social y ecnómica. Quédome con esti pueblu. Tien todo el encanto que tien que tener …hay de todo, tanto en paisaje, como en la gente, por eso. Pero eso firmo por quedar en él.



Entrevista y fotos realizadas por Julio César Secades, septiembre 2010