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Turón es una forma de pensar, de vivir, que no se puede explicar.

El relevo generacional que impulsó la creación de la Plataforma Juvenil en marzo de 1996 sigue, hoy más que nunca, al pie de la brecha. En un valle cuyos tiempos de bonanza forman ya parte de un pasado reciente, la labor comprometida de este infatigable colectivo de jóvenes es una lucha permanente, ejemplar y éxitosa contra la resignación. Para Miguel Prado, actual presidente, "Turón necesita muchas cosas para seguir caminando y si no estamos todos unidos, comprometidos y en el mismo vagón, todo ira a peor (...) deberíamos pararnos a pensar qué es lo que Turón necesita- y se merece- y a partir de ahí empezar a caminar". Está claro, la juventud turonesa nunca tirará la toalla.



Miguel Prado nace en Turón en 1982, en pleno proceso de desindustrialización 

 

y reconversión. ¿Qué imágenes te vienen a la cabeza de aquellos años?. ¿Cuál es el primer Turón que recuerdas?


He pasado toda mi vida en los Barracones y el primer recuerdo que me viene a la cabeza del Turón de aquella época, es el de ver desde el “muru” los camiones que pasaban llenos de carbón por la carretera de HUNOSA; la escombrera negra…la verdad es que recuerdo bastantes cosas, a pesar de que yo conocí ya un Turón en decadencia. Recuerdo los primeros cierres de pozos o el ruido continuo de la ventiladora que se escuchaba en 

Presentaci+¦n XII Semana de la Juventud.jpg

todo el valle por aquél entonces.
Pero si he de quedarme con algún recuerdo especial, escogería el de las largas horas en la caña del Pozo San José para darle el bocadillo a mi padre, que siempre trabajó en la maniobra. O lo bien que me lo pasaba cuando salían los vagones. Siempre cogía la manguera para chiscarlos, porque los mineros nos decían que así corrían más. Otro recuerdo que también ha marcado mi infancia es el de pasarme las tardes correteando por la ya medio destruida “casa de máquines” o jugando en algún viejo vagón en la multitud de vías que había en la Cuadriella.

¿Qué queda actualmente de aquellos años? ¿Sigue vivo el espíritu de lucha que siempre se presupone en una comarca minera?


Como se suele decir, el que tuvo retuvo, y nuestro sentimiento minero es algo que todavía está muy presente en el Valle. Pero a pesar de haber conocido todavía un gran Turón, lamento no haber conocido el Turón de entonces, aquel que nos cuentan los mayores. La verdad es que me llena de nostalgia escuchar a alguien que me hable de aquellos tiempos de bonanza: todo estaba lleno de gente, de cines, comercios, etc... A veces me enfado conmigo mismo por no haber visto todo aquello. Sé que me habría encantando, aunque no se si soportaría ver como quedó aquel mundo, casi en el olvido.
A pesar de todo, en este pueblo sigue latente todo aquello, es algo que se siente. Es como si el tiempo dentro de nosotros no hubiera pasado. Seguimos pregonando Turón como lo mejor de lo mejor. Lo decimos, además, convencidos y bien alto. En Turón se respira algo que solo nosotros conocemos. Algo que de algún modo, está relacionado con aquella época. Es, como ya dije antes, una especie de herencia, un legado que se pasa de generación en generación de Turoneses. A menudo sostengo, medio en broma, que debería existir el Turonismo como una manera de pensar- aunque bueno, las bromas siempre esconden algo de realidad, ¿no?.

Tras varios años como presidente y fundador de la Plataforma Juvenil de Turón, Pablo Prieto abandona el cargo, pasando tú a ser su sucesor. Háblanos de esa transición.


Con Conchita Fontalbat, vendiendo libros de su padre.jpgCuando Pablo decidió que lo dejaba yo llevaba colaborando con la Plataforma dos o tres años. Un día llego y nos dio la noticia de que no iba a continuar. Nadie se atrevía a dar el paso, fue él mismo quien me animó para que formara un grupo de jóvenes para seguir con el trabajo que venía desarrollando la Plataforma. Así que me anime. El nuevo equipo estaba compuesto por personas que estaban ya dentro de la Asociación y alguna incorporación de gente nueva.
Al principio fue bastante duro: el nerviosismo de los primeros días, las primeras reuniones, la inexperiencia…Recibimos mucha ayuda de gente como el mismo Pablo, Jose Antonio, Xuao o Jos, que ya sabían de que iba todo esto. Por supuesto la gente del nuevo grupo también puso mucho empeño, sobre todo Dani, que más que un tesorero fue otro presidente. Lamentablemente lo tenemos ahora un poco más lejos, por cuestiones de trabajo, aunque sigue ayudando todo lo que puede.

¿Cuáles son los momentos más importantes de todos tus años de presidencia?


Es difícil decir cuales fueron los momentos más importantes. Para mi son todos importantes, desde que llegué, porque con cada uno se fue superando un obstáculo, subiendo un peldaño más. Fue muy difícil, por ejemplo, la primera semana de la juventud que organizamos nosotros. Ese primer año, la inexperiencia, como siempre pasa, nos jugaba un poco en contra, pero al final todo salió bien.
Son muchísimos los recuerdos que uno se lleva. Cuando se mete uno en este mundo, se abren puertas para hacer cosas importantes. Desde la Plataforma hemos estado luchando por la memoria de nuestro pueblo, por ejemplo homenajeando a alguno de nuestros vecinos más internacionales, como fue el caso de Vitos, uno de los primeros nadadores en cruzar el Canal de la Mancha hace ya más de 50 años. También hemos recuperado la fiesta de Santa Bárbara para el pueblo, ahora cada año de realiza una pequeña ofrenda floral y un acto público. Hemos incluso llegado a editar un libro: la historia de Ceferino Álvarez Rey, un Turonés de Pro, que luchó por todos nosotros, participando en algunos de los eventos que marcaron nuestra historia durante el siglo XX.
Pero sin duda lo mejor de todos estos años, de la Plataforma, es la gente con la que te encuentras por el camino. Gente luchadora, con ideales, con ganas de defender aquello por lo que creen. Gracias al libro, por ejemplo, conocí a la familia de ese Turonés que, a pesar de haber tenido que dejar su pueblo a edad muy temprana y no haber puesto un pie jamás en su tierra otra vez, lo sentía en sus entrañas. Al igual que Ceferino- su hijo y autor del libro- lo sentía, o su hermana Conchita y su hijos. Conocerlos me hizo ver que eso de lo que antes hablaba existe, ese Turonismo, ese amor por algo que no se puede explicar pero que se siente, está ahí. Presidente y Tesorero con Nuberu, I recuero a la mineria.JPG
Son muchísimos los recuerdos buenos. Gracias a ellos se sobrellevan los otros, los más difíciles, como este año, que casi tuvimos que cerrar debido al recorte que sufrimos por parte del principado.

¿Qué echas en falta en la sociedad Turonesa? ¿Sientes el apoyo del valle?


Quizás lo que más eche en falta sea el compromiso que había antes por parte de la sociedad Turonesa. No digo, por supuesto, que todo el mundo sea así, todavía hay gente que se mueve mucho por el pueblo. Pero si que se nota que ahora hemos pasado a una etapa de un conformismo y una apatía preocupante. Turón necesita muchas cosas para seguir caminando y si no estamos todos unidos, comprometidos y en el mismo vagón, todo ira a peor
Creo que deberíamos pararnos a pensar qué es lo que Turón necesita- y se merece- y a partir de ahí empezar a caminar. Lo malo es que esto deberíamos estar haciéndolo ya, porque nadie va a esperar por nosotros.
Respecto a la segunda parte, por supuesto que siento el apoyo del valle. La gente importante siempre esta ahí y son muchos más que toda ese gente que solo resta, que está para lo que está, para criticar o molestar a los que verdaderamente se mueven por el valle. El tiempo te enseña a apoyarte en tu gente, en la gente que siempre está, para todo y sin peros.

CARTEL SEMNA.jpg¿Cómo valorarías tu relación con las instituciones -Presidencia del Principado, Instituto de
Juventud, Ayuntamiento de Mieres...- hasta el momento?


Las relaciones con las administraciones no son siempre todo lo buenas que a uno le gustaría. A veces, para un ciudadano de a pie es difícil comprender la idiosincrasia de una institución pública: todo va lento, todo son papeles, firmas, convenios... y el pueblo necesita soluciones urgentes. Por desgracia la cosa funciona así, y nosotros no podemos más que estar todo el día detrás de ellos, para intentar acelerar un poco las cosas. Es una labor dura e ingrata, porque como decía antes, las cosas siguen un orden establecido que, a pesar de no ser el más efectivo, es el que hay, y no se puede hacer mucho al respecto.
Los últimos tiempos han sido difíciles para todos y la crisis también ha afectado a la plataforma. Hubo un duro recorte de la subvención del Principado. Llegamos incluso a pensar en algún momento que habría que echar el candado a la Casa de la Juventud. Pero este año el Ayuntamiento ha puesto más empeño y nos han ayudado para que siguiéramos adelante. El consistorio Mierense abonó la cuantía que el Instituto Asturiano de la Juventud nos había recortado, y gracias a eso hemos podido continuar nuestra labor con relativa normalidad.

¿Qué es lo que Turón necesita urgentemente?


Lo que necesita Turón es que nuestros ojos empiecen a ver lo que nuestros oídos están cansados de escuchar. Necesitamos un compromiso serio por parte de las instituciones, que crean en nosotros. Turón tiene un pasado que se puede utilizar de cara al futuro: tenemos muchísima historia, tenemos también un tesoro medioambiental, como lo es nuestro "paisaje protegido de las cuencas mineras",… y un sin fin de cosas más que podrían ser explotadas mejor y traer más vida al pueblo, pero necesitamos que alguien crea en nosotros.
Turón necesita también que todas las cosas por las que llevamos esperando hace años se concluyan de una vez. Es vergonzoso que un proyecto como el "plan director del Pozo Santa Bárbara" lleve una década de retraso, o que la obra del viejo hospitalillo de la Felguera se haya parado como 4 veces- lleva ya más de cinco años de retraso. Lo último ha sido lo de nuestro nuevo ambulatorio: lleva ya tres años de retraso y ya ha sufrido recortes presupuestarios incluso antes de que se coloque la primera piedra.Con Ceferino +ülvarez Rey.jpg
Por último, aunque no menos importante, está el tema de la multitud de cosas que se hacen pero no se mantienen, como puede ser el recorrido por La Senda Verde. A día de hoy sus instalaciones se encuentran ya bastante deterioradas, al igual que el entorno del río Turón.
Lo que necesitamos en Turón es COMPROMISO, por parte de todos: de los mismos vecinos y también por parte de los que mandan.

Para finalizar, dinos: ¿por qué hay que vivir en Turón?


Turón hay que vivirlo para sentirlo, y también para sentir, en general. Para entender que del cruce de Figaredo hacia arriba se respira un ambiente distinto, que solo se puede encontrar aquí. Es una forma de pensar, de vivir, que no se puede explicar. Es muy parecido al fútbol: tu equipo es tu equipo sin saber muy bien por qué.
Estamos a pocos kilómetros de Oviedo y a poco más de media hora de Gijón. Así que animo a todo el mundo a venir por aquí, a intentar encontrarse con el Turonismo y, si eso pasa, seguro que no querrán irse nunca.



Turón, diciembre 2010

Enrevista realizada por Alfredo González