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Julio Alfredo o la pasión por la enseñanza.
Julio Alfredo González Gutiérrez está en simbiosis total con su profesión y con su pueblo, un Turón que apenas abandonó dos años por razones profesionales. Hoy sigue agradeciendo esa suerte que tiene de estar trabajando en su valle con unos jóvenes a los que quiere y en los que confía. Director del C.E.I.P. Vega de Guceo, cuenta, nos dice, con un equipo dinámico y comprometido. Vive este momento profesional como algo muy gratificante, con muchos proyectos y con un reto particular para que "sus niños" conozcan el valle y su historia. La revista escolar, El Candil, en la que colaboran alumnos, padres y docentes, es un guiño a la historia del pueblo que todos los turoneses reconocerán. Turonés de pura cepa y por todos los costados, ejerce de turonista. Su padre era de los Cuarteles, el conocido Alfredo “Parana”, los abuelos maternos de Pandel y de la Ceposa, la abuela paterna también de los Cuarteles. Desde su "escuela", dominando casi todo Turón y contemplando una belleza paisajística incomparable Julio Alfredo proyecta y colabora con nuestra juventud para que el presente y el futuro ofrezca igualdad de oportunidades y trabajo para todos. "Es profeta en su tierra".
Tu juventud en Turón...
Mi niñez y mi juventud transcurrieron en Turón, como estudiante de los Centros de Turón, Colegio de la Salle, Instituto de Turón, mas tarde y debido a que no teníamos bachiller superior, me tuve que ir al Instituto Bernaldo de Quirós en Mieres, y ya más tarde a estudiar la carrera a la Escuela Normal de Magisterio a Oviedo.
Recuerdo un Turón alegre con muchos habitantes y servicios, cines comercios, paseos por la Veguina, el Parque, había mucha vida en aquel Turón. Recuerdo que los jóvenes se iban a otros lugares a trabajar por huir de la mina, ahora se van porque aquí no hay trabajo. La diferencia en todos los sentidos es notable.
¿La docencia, por vocación?
Yo creo que uno inicia una carrera pensando que tiene vocación para ella, y se da cuenta cuando está metido de lleno
en ella. Mi plan de estudios, eran dos de clase y uno entero de prácticas en un Colegio, ese curso me enganchó, y prueba de ello es que llevo 35 años ejerciendo, y creo que todavía tengo ilusión e ideas para seguir.
Tu profesión al servicio de tu pueblo es sin duda algo gratificante...
Esta profesión es muy gratificante en cualquier sitio que la ejerzas, pero mucho más en tu pueblo, pues a pesar de la leyenda de que nadie es profeta en su tierra, yo creo que conmigo hasta el momento no se cumplió, pues mis paisanos me han ayudado mucho y me han hecho sentirme gratificado. En un primer momento estuve tres años en el Colegio de la Salle y después repetí pero esta vez en Vega de Guceo
¿Cómo son los jóvenes de Vega de Guceo?
Los niños de Vega de Guceo son como los niños de cualquier pueblo asturiano cercano a una villa importante y a la capital, gracias a la buena comunicación de que disponemos los niños de Turón son similares a los de la Capital, cosa que no ocurría antes. Tengo que decir también que se encuentran alejados de los trabajos de la minería de los cuales estuvimos viviendo hasta hace pocos años, parece mentira la capacidad de olvido que tienen los humanos, pues a pesar de los vestigios que aún quedan en el Valle, parece que nunca ha sido este un pueblo minero.
¿Cuáles son tus retos?
Mis retos como turonés es seguir viviendo aquí de donde nunca marché, pues exceptuando dos cursos que estuve en Somiedo, aunque mantenía mi vivienda y mi empadronamiento aquí, he tenido la suerte de poder vivir y trabajar en mi pueblo.
En cuanto a mi labor profesional, seguir trabajando con ilusión y tratando de ir adaptando la educación a los retos que nos presentan un mundo globalizado en el que los avances tecnológicos cambian en tiempo record
La historia del valle está muy presente en las actividades que desarrolláis...
Tratamos que esté presente, no olvides que estás hablando con un turonés, en nuestra revista anual, hemos puesto un apartado de un pueblo alejado del centro, al que vamos con los niños que trabajan en la revista, lo ven, entrevistan a la gente, aprenden su historia etc.
Un mundo mejor significa...
Paz, igualdad de oportunidades y trabajo para todos
¿Y el Turón del mañana?
Yo espero que el Turón del mañana, sea un pueblo tranquilo, y aunque es un término denostado, dada la situación de cercanía que tiene con el centro de Asturias e incluso de León, sea un pueblo dormitorio, en el que alternemos los mayores con los jóvenes y en el que la calidad de vida esté presente.
Entrevista realizada por Jorge Varela para elvalledeturon.net, Turón, abril de 2011
