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Candanal, mirada tranquila al valle

En los años sesenta, todavía mencionaba el censo municipal unos setenta habitantes y unas doce o trece casas de piedra con sus típicos corredores. Entre las derruidas, rehabilitadas o transformadas, hoy apenas quedan la mitad. Si bien, oficialmente no se haye ninguna persona censada, el pueblo consta con una ocupación bastante habitual de propietarios de segundas residencias e incluso, como suele ocurrir en otras partes del valle, de propietarios que suben a diario para cuidar de la finca, huerto y animales de corral.

Candanal o El Candanal, como se estipula en actas y libros antiguos,  tiene una situación soleada privilegiada y con vistas, desde el rellano de entrada, a la parte inferior del valle: La Piscina, Cuesta Lago, La Felguera, etc... La parte central del caserío  está orientada hacia al otro lado, con Enverniego, Ablaneo, Carcarosa o Pandel  enfrente.

El caserío,  a 420 metros de altitud y a poco más de siete kilómetros de Mieres, tiene un triple acceso, siendo el más cómodo, para llegar con coche, la carretera MI-12 que lo entronca con La Felguera, atravesando Villapendi y Tablao, siguiendo, en parte,  la antigua trinchera que pasaba por la carpintería del grupo San Benino.

Partiendo de la parte derecha, dejando atrás la última cuadra del pueblo, la senda conduce hasta otro caserío con encanto, Castañir. En la misma entrada del pueblo, en el rellano que cumple función de mirador, empieza el camino, cuesta abajo que comunica con el conocido pueblo de Enveniego y el largo acceso hacia Ablaneo, Cotarente y Fresneo.

En cuanto a la etimología del nombre,  según los expertos como Julio Concepción Suárez,  ésta nos llevaría a la voz toponímica Cándamo  que  del latín candidus o del celta kando significa "de color blanco". Algunos opinan que podría ser una referencia a los cándanos, palos largos de castaño que se fueron secando en pie sobre la parra de la mata y fácilmente reconocibles por su color blanquecino.

Por otro lado, aunque el nombre actual prescinda de artículo no siempre ha sido así.

© Jorge Varela para www.elvalledeturon.net