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Un tesoro etnográfico

Entre el patrimonio de Turón, la aldea de La Yana'l Pumar, allá por encima El Col.leu, es quizás el tesoro etnográfico más emblematico y mejor conservado del valle. Ver también nuevo álbum de fotos de Carlos Vega.

La Yana'l Pumar- Les Corraínes.

 
Tranquilidad con historia
La Yana’l Pumar2-1.jpg
Éste es, probablemente, el núcleo que hoy mantiene mayor interés etnográfico del valle y al que se accede por la ruta P. R. As-350. Situado 660 m. de altitud, aún se rodea de cobertura forestal (destacando algunas fayas de gran porte) y logra mantener un admirable ambiente de tranquilidad. Está integrado por cuatro viviendas dispuestas, formando alineaciones individuales de quintana, conserva una gran panera (resultado de la unión de dos graneros) y un quinto alojamiento, desgajado y mas elevado, formando la entidad propia conocida como Les Corraínes.

Tipológicamente cuenta con casas de corredor volado de castaño, en su mayoría entre muros cortafuegos de sillería, provistos de barroteras torneadas de madera según modelos establecidos ya en el siglo XVIII; destacan interiores "fósiles” con el l.lar, las calamiyeras, chimenea de grandes sillares y zona para ahumar la matanza. En las cuadras aparece el sistema de jambas monolíticas de gran tamaño soportando cargaderos de madera, conocido como "marco", característico de la cuenca alta del valle y que se mantiene también en algunas cabanas.
 
Entre l.lábanas y madera

La Yana’l Pumar-2.jpgUnas y otras conservan las cubiertas de losas de arenisca carbonífera, parda, l.lábanas, que antaño eran frecuentes en todo tipo de construcciones y han pervivido mal que bien en cabanas, molinos y cuadras; en su día se emplearon también en pisos interiores o hincadas en vertical, para cerramiento de fincas marcando lindes. Su potencia obliga a reforzar, sobredimensionándolas, las estructuras de madera de cubierta.

Las canteras de aprovisionamiento estaban próximas a cada aldea y solía haber en casi toda familia, hasta bien entrado el siglo XX, alguna persona hábil en su extracción y colocación. Para ciertos trabajos se recurría a especialistas, como las cuadrillas de canteros de Laviana o Galicia.

Podemos citar también en La Yana’l Pumar el bebedero, junto a la fuente, que se corresponde con una pila monolítica de arenisca que se ha reutilizado: antaño fue una duerna para salar la matanza.

En el regato que cruza el camino por el que se lIega a La Yana’l Pumar desde El Col.léu, se emplaza el molín que mantiene buena parte del canal y cubo, aunque ha perdido buena parte de la cubierta (realizada a dos aguas con l.lábana); cuenta con un pequeño portal con pie de cantería en el ángulo y el vano de solido del "infierno" es adintelado, con un sencillo cargadero de madera.
 
Con la autorización
y el © Pachu Fernández Riestra, María Fernanda Fernández Gutiérrez y Roberto Álvarez Espinedo.

( Etnografía del Concejo de Mieres: Valle de Turón, Mieres, 2009)