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Urbiés, cerrando el Valle

La herradura orográfica del valle tiene su cabecera en el cordal de Urbiés. Desde allí, con sus treinta pueblos y aldeas, la parroquia abre y cierra el valle. Una situación a cuya verde espalda palpitan otros cuatros concejos mineros. Allá en lo alto de la Colladiella, como coronando la propia crónica del valle, el monumento a la paz y a la memoria recuerda sus luchas y los renegridos mineros de la cresta rememoran un pasado industrial perenne en nuestra historia.

Urbiés tiene  una situación privilegiada , una ladera espaciosa y soleada casi en lo alto del valle en el mismo corazón del Paisaje Protegido de las Cuencas Mineras. Valga la contemplación desde  el mirador del Collau para ratificar la idoneidad de su ubicación. Rozando, por arriba, con los concejos de Aller, Langreo, San Martín del Rey Aurelio y Laviana el pueblo dista poco más de quince kilómetros de la villa.

A 580 metros de altitud, sigue siendo el centro vital de una parroquia que, en los momentos álgidos de la fiebre minera, llegó a contar con unos cinco mil habitantes esparcidos por pueblos y aldeas, casi 30, el Cabornu, el Dochal y la Güeria, Entrerrios, El Collau, la Vegona, el propio Urbiés y tantos otros, muchos de los cuales hoy totalmente desiertos. Una evolución dramática de su demografía que ya a principios de los años setenta solo contaba con 658 residentes y que según los datos más recientes de 2019 ya solo tiene 249 almas para toda la parroquia y unos 123 en el propio núcleo que bordea la carretera AS-337, vía de comunicación del transporte público con la capital del Ayuntamiento.

TOPONIMIA

Julio Concepión, doctor en Filología por la Universidad de Oviedo y gran experto en toponimia, afirma que el origen del nombre puede estar relacionado con la raíz prerromana “ UR “ (acompañada por el sufije -be) que significaría altura pero también agua, doble concepto que confirma la altura del pueblo y su situación en las inmediaciones del nacimiento del rio Turón.

Algo similar ocurre con pueblos por el País Vasco o Navarra que llevan por nombre Urbiola, Urbina, Urbi y otras variantes como Orbea u Orbealde.

 

PARROQUIA y FIESTAS 

Urbiés formó parte de la parroquia de San Martín de Turón hasta su segregación en 1885. El culto marial remonta hasta la antigua iglesia-capilla de Santa Olaya del siglo XVI o de su templo parroquial de 1692, hoy desaparecido. La iglesia actual, en la zona de las antiguas escuelas, fue edificada en los años 1960.

Si  bien su gran fiesta patronal es el 15 agosto, día de Nuestra Señora de la Ascensión, el primer fin de semana también se festeja la fiesta de las empanadas y el Certamen del Quesu que se ha convertido en una cita festiva muy concurrida.

 

ACTIVIDAD y HABITAT

En pleno surgir y desarrollo de la minería, el pueblo se insertó en la modernidad industrial sin por ello, al contrario de otros núcleos,  abandonar su agricultura, su rica ganadería y la explotación de la madera.

De su tradición agrícola, siguen siendo testigos los más de cuarenta hórreos, bastantes bien conservados, diseminados por la parroquia. De su pasado industrial o educativo aún se conservan, desperdigados y olvidados, equipamientos industriales, pero también la antigua escuela y vivienda del maestro, cuyo intento de transformación en Alberge no dio el resultado esperado. Por otro lado el deteriorado antiguo colegio de Nuestra Señora de la Asunción y residencia de las Hermanas siguen en pleno abandono. Una dejadez y un peligro que no para de denunciar la asociación de vecinos. Pero también es verdad que la puesta en venta de los edificios por parte de Hunosa, la propietaria, no tuvo ninguna aceptación. Un rico pasado docente ciertamente, pero un futuro patrimonial que seguramente, tarde o temprano, seguirá los pasos de los demás edificios derribados, por el mismo motivo, en varias zonas del valle.

 

Con el descenso de población parte de las construcciones, el medio centenar de viviendas o las colominas de los años 1950 están en gran parte vacías. Cabe sin embargo resaltar que hay algunos chalets con toda comodidad, casas con corredor tradicional  bien conservadas  y algunos hórreos y paneras que dada su buena conservación y restauración siguen cumpliendo con su misión.

Cabe mencionar que sigue viva una fábrica chorizos y que aún se produce el queso de Urbiés, leche entera de vaca, sin cuajo ni fermento, que coagula por acidificación entre cuatro y cinco días, y con un proceso de maduración de seis a nueve meses. Un queso con su propia fiesta. Solo falta por mencionar la vitalidad de Casa Nando, con su excelente cocina tradicional, y por extensión, muy cerca ya de la Colladiella, el conocido restaurante Casa Migio, cita de tantos eventos públicos y familiares.

 

Fruto del éxito demográfico e industrial, en su día, recordamos para la historia su pista de baile y la edificación de un cine en 1934, con 200 butacas de chapacumen, que entre cierres y reaperturas selló definitivamente su historia en 1968.  (Relato completo de María Fernanda Fernández  en nuestra página en el apartado cultura-cines http://www.elvalledeturon.net/cultura/cines/cine-urbies )

 

ALGUNOS PERSONAJES ILUSTRES

 

Diego Suárez Corvín, escritor, soldado y aventurero

Lourdes Álvarez, poetisa

Marcelino Gutiérrez, director de El Comercio de Gijón

Ana Vanessa Gutiérrez, escritora

 

© Jorge Varela para www.elvalledeturon.net