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Ateneo Obrero - Cine España - Cine Fideflor

Derribado a finales de 1970 para dar paso a la edificación de un economato por parte de Hunosa, propietaria del solar, el edificio, foco de difusión cultural, primero Ateneo Obrero y más tarde cine, respondió magníficamente a las aspiraciones de un Turón en pleno desarrollo. María Fernanda Fernández nos ofrece aquí un detallado estudio para la Historia.

UN PROYECTO PARA LA CULTURA Y LA FORMACIÓN


Ficha Ateneo 2.jpgLa inclusión de este edificio no obedece a su carácter de Ateneo, que debe entenderse como una asociación similar al casino pero de proyección obrera o proletaria, con una orientación cultural y formativa; puede apreciarse en la ayuda de índole financiera de la burguesía el interés por instruir a este grupo en unos nuevos usos socioculturales y un modelo de producción industrial que aseguraba la atenuación de la conflictividad. Así lo refleja Covadonga Álvarez Quintana en su definición y comentarios sobre el Casino y demás instituciones formativas y recreativas de ese tiempo (1).

La razón de su catalogación radica en el hecho de contemplar la faceta de cinematógrafo desde la concepción y proyecto originales de la sala, en que ya aparece la característica cabina de proyección elevada, ya que el edificio fue inaugurado con este espectáculo. Tras la guerra fue éste elAteneo sepia-2.jpg único uso que acogió, al ser incautado y transformado en el Cine España, y posteriormente en el histórico Cine Fideflor.

Nos basamos para la reconstrucción de la historia de esta sala en las obras de Ángel Mato Díaz(2) y Manuel Jesús López González(3); éstos estudian el Ateneo en tanto que centro obrero, con un enfoque estrictamente histórico y procuran el hilo conductor necesario para estudiar los acontecimientos que se encadenaron para construir el edificio del Ateneo Obrero de Turón.

El Ateneo, a partir de su fundación en 1925, o tal vez en 1923(4), debía desarrollar su intensa actividad en favor de la cultura en locales que no eran de su propiedad.

Como miembro de la directiva, siendo presidente José Lorenzo Pérez (cargo que asumió en mayo de 1925) hubo de solicitar, ya en Junio de 1925, la cesión del Salón Variedades. Esta fue concedida de forma gratuita por su empresario, Froilán Álvarez(5), hasta agosto de 1926.

En ese verano, el matrimonio formado por el Sr. Alvarez y Adela Suárez, inaugura el Salón Froiladela, de ahí que los actos del ateneo pasen a realizarse en este nuevo local, más confortable y de mayor aforo. Algo debió ocurrir, sin embargo, puesto que en Mayo de 1928, el dueño opta por suspender la cesión y así se planteó la entidad la necesidad de obtener otro recinto adecuado.

En palabras del presidente, en junio de 1930, «por causas que no son de exponer», hubo de cesar la actividad y «ante este contratiempo, los ateneístas tuvieron que pensar en la construcción del domicilio socials(6)".

La decisión tomada fue llevar a cabo la construcción ex novo de la sede social del Ateneo y el arquitecto municipal, José Avelino Díaz, se ofreció a preparar de modo gratuito el proyecto del mismo (planos y memoria) y adquiere el compromiso de dirigir las obras de modo desinteresado; ha sido localizado el expediente de la licencia de construcción en el archivo municipal, solicitada por el Secretario, César Fernández del Viso, con diversos planos a escala 1: 100, aunque sin la memoria explicativa, firmados por este hábil arquitecto(7).
Noroeste 2.jpg
En Noviembre de ese mismo año se sacaron a subasta las obras de construcción sujetas al proyecto mencionado y, aún sin resolver los trámites legales, se festejó el 10 de Marzo de 1929 la colocación de la primera piedra(8).

 

NACE EL ATENEO


El día 17 de Marzo varía el sentido de la información; lo que se menciona por el periodista a tenor de la colocación de esa primera piedra es que el solar donde se va a emplazar el edificio no está cedido en propiedad al Ateneo y que la sociedad propietaria (Hulleras del Turón) lo cedía únicamente a título de precario con derecho a desalojo cuando lo estimase conveniente. Se critica así la condición establecida por la Sociedad, que «hipoteca para el futuro la función espiritual del Ateneo» puesto que, según su información, habría de tener un carácter confesional impuesto por los benefactores o, de lo contrario, sería desalojado.

Este rumor ha podido ser ratificado al hallar la citada instancia de solicitud del permiso de construcción, pues en ella se recoge que «deseando construir un edificio para este Ateneo, con arreglo a los planos adjuntos, el cual habrá de ir emplazado en el Barrio de San Francisco, en terreno cedido graciosamente por la Sociedad Anónima «Hulleras del Turón» (9) esto atestigua cómo la donación generosa de la empresa buscaba ejercer cierto control sobre la actividad desarrollada por la entidad, lo que certifica el hecho de ser una distinguida dama de la familia del ingeniero director, Marujina del Riego, quien colocase la primera piedra. Otro argumento de peso lo hallamos en su inclusión en el informe de valoración y tasación Galtier-Hispania, sección Hulleras del Turón, que certifica la propiedad de la empresa en fecha tan tardía como 1966 y su traspaso junto a los restantes bienes a la reciente Hunosa.

En la erección del edificio, cuyo costo se estimaba en cien mil pesetas, colaboraron otras personalidades relevantes del concejo, como el industrial Bernardo Aza y González Escalada (10), el Ayuntamiento y, por descontado, los socios.

El 22 de Mayo de 1929 se presenta la solicitud del permiso de obra en el Ayuntamiento, cuando ya las obras se estaban llevando a efecto y será en sesión de 20 de Junio de 1929 de la Comisión Municipal Permanente estudia el caso y se concede la licencia municipal requerida por César Fernández del Viso.
 

EMPIEZA LA SESIÓN


Ateneo plano longitudinal-1.jpgEl proceso de construcción sigue adelante sin sobresaltos y el 18 de Octubre de 1930 la prensa anuncia la inauguración del Ateneo, recogiendo el programa, que incluía música, conferencias y proyección de dos películas cinematográficas(11).

Sin embargo transcurren ocho meses hasta que en sesión del Pleno del Ayuntamiento de 23 de Julio de 1931 se presenta una moción contra el Ateneo Obrero de Turón por supuestas infracciones legales, así como el escrito del Presidente del Ateneo solicitando la apertura de un cinematógrafo público en uno de los salones del edificio social. En el acta de la sesión se acordó la concesión del permiso, aunque previo pago de una multa por la apertura no autorizada por el municipio del cinematógrafo(12).

El caso no concluye hasta fines de 1931, en que el Ayuntamiento decide por unanimidad estimar la instancia del Presidente del Ateneo Obrero de Turón, en la que solicitaba se dejara sin efecto la multa que se les había aplicado (13), incluso consiguen en Diciembre de 1931 una subvención municipal de 1.000 pesetas con destino a su biblioteca circulante.

Ese año 1931 tiene lugar igualmente la ampliación del edificio, exponiendo José Lorenzo Pérez que consistirá en la construcción de una galería en la fachada septentrional destinada a salón de lectura (14).

El centro era motivo de orgullo para el concejo y por supuesto, para los turoneses. En estos términos se alude a él en el pie de foto encomiástico que acompaña una imagen del Ateneo reproducida en 1932:

"Nuestro primer centro cultural, con su excelente galería para lectura; está dotado de una  gran biblioteca circulante con 3000 volúmenes, posee una estufa eléctrica para desinfección de libros, máquina doble para cine, micrófono y potente radiogramola. Han desfilado por su tribuna las figuras más eminentes del Arte y la Ciencia. En la actualidad tiene 1100 socios y ostenta la Presidencia en la Federación de Ateneos y Centros Culturales de la Provincia. Ánimo, pues, directivos, y a seguir enarbolando la bandera de la cultura a los cuatro vientos "(15).
 

Cartel.jpg
CINE Y CONFERENCIAS


La actividad como cinematógrafo, desarrollada a la par que la de salón de conferencias, discursos, biblioteca, etc., prosiguió en los años que mediaron hasta el estallido de la guerra y así en la relación enviada en Junio de 1936 por el alcalde al Gobernador Civil aún se menciona esta sala (16). Tras la contienda el gobierno nacional se incauta del inmueble y pasa a conocerse como Cine España, nombre en consonancia con los nuevos tiempos.

Por alguna razón ese negocio se interrumpe antes de 1940 para ser restablecido al menos en1955 como Cine Fideflor. Esta nueva etapa responde a la iniciativa de Fidel, cuyo apellido ignoramos, quien parece haber aportado buena parte del capital y su socio gijonés Florentino Fano Quintana. Será este segundo quien figure en la documentación conservada en el Archivo Histórico Provincial con motivo de los reconocimientos previos al inicio de la temporada (17).

En los años 1955-58 y 1961 aparecen anuncios del Fideflor en los Albumes de festejos de Turón y el 14 de Septiembre de 1962 se reinaugura tras unas pequeñas reformas con motivo de esas fiestas; en este período el administrador y gerente de la sala era Manuel Barbón (18).

Así es que tras 1962, en un momento indeterminado, se cierra la sala (lo que podría explicarse según la información que nos facilitaron (19), en función de los problemas de índole económica de Fano que le impulsaron a huir de España rumbo a Sudamérica y ya en 1965 se denuncia desde las páginas del mismo porfolio su lamentable decadencia, ofreciéndose varias fotografías que ilustran su acelerada ruina.

Entre Agosto y Octubre de 1970 su destrucción se consumó, ofreciendo el aspecto de un despojado templo clásico; finalmente fue derruido y en su solar se alzó un economato de Hunosa  (propietaria de la finca) en 1974 (20).
 


EN LA ENTRADA A SAN FRANCISCO


La sede del Ateneo era un edificio situado junto al puente sobre el río Turón, en La Veguina, en la entrada del populoso barrio de San Francisco levantado por Hulleras del Turón para sus productores ya en la década de 1910.

Se había concebido como edificio exento, con sus cuatro costados cuidados, en el interior de una finca y sin lindar con camino alguno al menos, en origen. La planta describe una forma de «T» poco pronunciada, situándose el frente principal en el lado corto destacado; contaba con una única altura y sin embargo, por la suave pendiente del terreno, en la parte posterior se aprovechaba el desnivel para crear un sótano en la planta de cimientos, que se ocupó y contó con un acceso independiente. También el espacio bajo-cubierta se habilitó sobre el pórtico para una sala reducida, a modo de buhardilla, que albergó el camarín de proyección. Ateneo-San Francisco-1.jpg

Fue necesario crear una plataforma sobre pilares de fábrica (21), que era similar al puente en su estructura y estética, para asegurar o cimentar el edificio en la orilla del curso fluvial y situarlo a la misma altura de la rasante de la calle. La cimentación se realiza mediante zanjas repletas de hormigón en masa y mampostería, recibiendo el sótano ladrillo macizo con mortero de cemento tipo Portland. En cuanto a los detalles constructivos, suponemos que seguiría la pauta de la época y la zona. La memoria constructiva del proyecto original ha desaparecido, pero otras fuentes han aportado los necesarios datos. La obra maestra era de ladrillo macizo, con mortero de cal y cemento; los dinteles eran de perfiles laminados. El forjado de techos se realizó con vigas de hierro laminado, bovedilla de ladrillo y relleno con hormigón. La cubierta del edificio era parcialmente de solera de rasilla, sobre ligeros tabiques de ladrillo que creaban una cámara de aire. El tejado, a varias aguas, era de teja plana sobre armadura y otra parte del inmueble iba aterrazada de madera.

Contó desde el origen con iluminación eléctrica, imaginamos que realizada la instalación bajo tubo Bergman empotrado en la fábrica, calefacción, ventiladores (para el salón de actos), canalones y bajantes de cinc y hierro colado para las aguas.

La distribución interior ha sido estudiada a partir de los planos localizados en el Archivo mierense (22). La planta de cimientos constaba de un área habilitada para uso residencial, con un par de dormitorios, ropero, cocina, WC y escalera exterior que pudo usarse ocasionalmente como alojamiento, ya que en el informe del arquitecto municipal previo a la concesión del permiso de obras, se prohíbe explícitamente destinar el edificio a vivienda. Esta zona se ventilaba e iluminaba mediante ventanas practicadas en la parte superior de los muros, guarnecidas con rejas.
 
 

ESPECTÁCULO PARA 800 PERSONAS


Ateneo arquitectura-1.jpgLa planta principal consta de tres ámbitos bien delimitados: dos polos, el de acceso o vestíbulo y el foco de atracción o escenario, enlazados por la sala para la asistencia pasiva al espectáculo. Desde el frente principal se accedía a un vestíbulo abierto en un gran pórtico, flanqueado de sendas cámaras, una destinada a guardarropa y otra a secretaría, con ventanales. Dentro de la secretaría se situaba la escalerilla que enlazaba con la cabina; este mismo recinto se transformó con el paso del tiempo en la taquilla, abriéndose un ventanuco en arco para permitir la venta de entradas.

Tres peldaños salvaban el desnivel y tres amplias puertas (de 2 m. cada una) facilitaban el acceso al salón de actos con capacidad para 800 personas. Su planta es rectangular, pero en el interior y en la zona próxima al escenario, se dispusieron unos tabiques finos que describían una suave curva y ocultaban sendos aseos. También se aprecia en el plano la inclusión de armarios que se sitúan en los lienzos de muro existentes entre los ventanales, que suponemos servían como librerías para la biblioteca circulante del Ateneo.

Junto a la entrada se disponen dos cuartos de aseo, con un par de lavabos y retretes cada uno, que no parecen haber sido diferenciados al menos en origen para uso de uno y otro sexo; también tienen luz natural y aireación. En los reducidos espacios ya descritos, formados entre el ángulo recto de la esquina más próxima al escenario y el lienzo en rotonda que se antepone, se hallan otros aseos, equipados del mismo modo.

El espacio del fondo era sin duda el de mayor interés y desarrollo formal. Albergaba un escenario resuelto en forma de ábside, de planta y embocadura semicirculares, precedido de una escalera que salvaba la diferencia de altura con la sala. Ante esta concha se colgaría la pantalla durante las proyecciones, retirándola en caso de conferencias u otros actos; para ese fin se pensaba disponer una mesa con sillas en el fondo.
Parece haber recibido una bóveda de horno gallonada, de material poco pesado sobre el muro portante, que confería un realce inigualable a los actos desarrollados.

El escenario contaba con dos accesos independientes, protegidos con cortinajes, desde sendas salas de descanso a las que conducía otro reducido vestíbulo abierto a la fachada trasera, con triple vano, puerta central y ventanas rasgadas laterales, y escalera exenta. Esta zona es la másNoroeste 3.jpg atractiva y singular del Ateneo, puesto que nunca hemos encontrado esta bipolaridad espacial en las restantes salas cinematográficas. Se explicaría no sólo por sus restantes usos culturales, sino en relación con la importancia que se otorgaba a los posibles «actores» (conferenciantes prestigiosos) que así podían entrar en el Ateneo, descansar, ir al baño, realizar su actividad y salir sin acercarse, sin mezclarse con el público.

El referente morfológico lo hallamos en el templo bizantino: la exedra, el lugar de la «representación» (religiosa, en ese caso) se flanquea de cámaras (pastophoria en griego), englobadas o no en un muro testero recto; también se asemeja en el desarrollo del nártex o lugar de encuentro en este salón, compartimentado y destacado en planta.

Un cuerpo de escasa altura, cuya cubierta independiente es a tres aguas, destaca sobre el vestíbulo y se abre mediante un vano; se trata de la cabina de proyección, que al interior del salón se acusa levemente, volando dos tercios de su volumen sobre la zona más próxima a la puerta.
 


UNA DECORACIÓN PARA UN EDIFICIO EMBLEMÁTICO


También merece una mención la cuidada decoración fija que recibió el Ateneo turonés, diseñada por el mismo arquitecto, que solía velar pordetalles y acabados interiores en las obras por él dirigidas. Son ilustrativas en este sentido las secciones longitudinal y transversal incluidas en el proyecto; la carpintería de puertas se trabaja en hojas dobles con casetones apaisados o verticales, motivo que se reproduce Ateno ruinas.jpgen los frentes de los armarios de la sala. La parte alta de los muros, en los espacios entre vanos, se decora con paneles recercados de molduras , con motivos paisajísticos variados.

Adosada al flanco Norte se sitúa una galería de madera (de castaño muy probablemente) y cristal, decorada con moldura de tarjetilla y sencilla talla, que fue empleada como sala de lectura; es fruto de una reforma (23), pero su cuidada inserción y la armonía del conjunto denotan, tal vez, una idea previa que hubo de ser pospuesta. En el interior una mampara de madera acristala- da con vidrio claro delimitaba este espacio.

La fachada principal se articulaba de forma clásica, remedando el frontis de un templo griego. Se abría en un amplio hueco subdividido mediante pilares decorados con basa y capitel de sencillas molduras planas, que soportan el clásico entablamento con su arquitrabe, friso corrido y cornisa. Sobre este cuerpo bajo de ingreso se dispone un frontón curvo, ideado para acoger el nombre de la sala, en el proyecto se dispone el nombre de Ateneo, ya clásico de por sí, y remata en una sencilla cornisa y pretil liso.

Indudablemente el edificio estuvo a la altura de las aspiraciones de Turón; en el panorama constructivo del municipio destaca por sus notables dimensiones, la comodidad que ofrecía, la calidad de su diseño y lo ambicioso de su programa para ser un centro obrero. En comparación con el salón Froiladela de la misma localidad, o de los mierenses Novedades, Pombo o Argentino, si recordamos que respondía a la iniciativa de una sociedad de trabajadores, la valoración resulta todavía más positiva para el Ateneo Obrero.

Probablemente no hubiese podido llevarse a cabo de no mediar la más o menos interesada ayuda del arquitecto municipal, y de Rafael del Riego, ingeniero director de la Sociedad Hulleras del Turón (24), que contribuyó decisivamente a su realización. Quizás podemos adivinar en esta paternal colaboración en la iniciativa de sus trabajadores un intento consciente o relativamente decidido por controlar el ocio del obrero, ganándose su admiración y simpatía por la ayuda brindada, aunque sin olvidar sus cualidades humanas que todavía hoy son recordadas en el valle.




© María Fernanda FERNÁNDEZ GUTIÉRREZ
 

 
(1) ÁLVAREZ QUINTANA, Covadonga, Indianos y arquitectura en Asturias (1870-1930), Gijón, COAATA, 1991. vol. II, pp. 165-166
(2) MATO DÍAZ, Ángel, "Ateneo" y "Ateneo Obrero de Turón", Gran Enciclopedia Asturiana, Gijón, Silverio Cañada ed., 1981, vol. 15, pp. 110-1 12
(3) LÓPEZ GONZÁLEZ, Manuel Jesús, Informaciones del Turón antiguo, Oviedo, 1995, pp. 336-345
(4) La duda proviene de las palabras del que fuera presidente del Ateneo en un texto fechado en 1930, donde menciona que el Ateneo había sido “fundado hace siete años”, véase LORENZO , José, "Aspectos de Turón" , en Álbum literario anunciador de las Grandes Fiestas en honor de San Juan Bautista, San Pedro y Nuestra Señora del Carmen , Mieres, Imprenta de Francisco Bárcena, 1930, p.66
(5) Para más información sobre este empresario, véase LÓPEZ GONZÁLEZ, Manuel Jesús, op. cit.
(6) LORENZO , José, art.. cit.
(7) AMM, Serie Licencias de Obra, sign. 8. 5. 2. /405 A 2, año 1929. Los pIanos están, no obstante, firmados en Septiernbre de 1928
(8) Véase la descripción del acto en "Turón. La fiesta ateneísta de mañana" , en EI Noroeste , Gijón, sábado 9 de Marzo de 1929. Pueden consultarse asimismo los diarios correspondientes al 12 Y 17 de marzo
(9) AMM, Serie Licencias de obra, sign. 8. 5. 2. /405 A 2, Instancia de solicitud que acompaña al proyecto de construcción, fechada en 1929
(10) Para mas información sobre este personaje , consúltese la reseña biográfica de LÓPEZ GONZÁLEZ, Manuel Jesús, Informaciones..., pp. 392- 393
(11) El Noroeste, Gijón, 18 de Octubre de 1930.
(12) AMM , Registro de Actas de sesiones del Ayuntamiento Pleno, n° 23, Sesión 23 de Julio 1931, folios 196 v. - 197 v.
(13) AMM, Registro de Actas de sesiones del Ayuntamiento Pleno, n? 24 , Sesión 31 de Octubre 1931, folio 23 v.
(14) AMM, Seri Licencias de Obra, sign. 8.5. 2. / 67.23, año 1931.
(15) Álbum de las Fiestas del Santísimo Cristo, Turón, Septiernbre 1932.
(16) AMM, Varios sobre espectáculos públicos, sign. 7 . 4. / 88, Años 1935 y 1936, papeles sueltos.
(17) AHP, Fondo Gobierno Civil , Caja 23862 , Cinematógrafos de Mieres, años 1960 y 1962, papeles sueltos.
(18) Testimonio oral de SFA.
(19) Testimonios orales de Manuel Menéndez Baquero y SFA.
(20) Testimonio oral de Juan Carlos Vega.
(21) Posteriormente, esa estructura de pies derechos se convertiría en una planta de sótano, como se aprecia en determinados documentos fotográficos consultados.
(22) Se trata de una colección de hojas que recogen el plano de emplazamiento, fachada lateral y posterior, planta general y fachada principal , sección longitudinal y sección transversal y, por último, planta de sótano y cimientos, AMM, Serie Licencias de obra, sign. 8. 5. 2. / 405 A 2, año 1929.
(23) AMM, Serie Licencias de obra, sign. 8. S. 2. /67. 23, año 1931
(24) Para más información sobre este notable personaje, véase LÓPEZ GONZÁLEZ, Manuel Jesús, op. cit., pp. 386-388