Marzo, empieza la primavera

En el valle suele pasar lo que uno observa y sigue con cariño exigente. También pasan desapercibidas, y a veces hasta voluntariamente ocultadas tras miradas avestruzadas, las situaciones que por durar parecen, si no eternas, bastante cansinas y hasta desalentadoras. No es el caso de las crónicas justas y ajustadas a nuestra realidad, a la cotidianidad de nuestro valle, que comparte nuestro colaborador, y sobre todo turonista activo, Carlos Vega Zapico. Seguramente que con el desfase de la fecha de publicación, por razones técnicas, y la concomitancia de las tan frescas elecciones el contenido suene aún más preocupante. Algo así como un cambio (esperado) para que todo siga igual.

En marzo despunta la primavera y como siempre el atractivo de nuestro valle despeja las mentes y conquista los corazones de los caminantes. Las fluorescencias de Regine Schumann, que han llenado las instalaciones del Pozo Santa Bárbara, van más allá del propio valor artístico. Son como la metáfora de esa luz interior que nunca debiera desaparecer a la hora de exigir lo prometido, algo mejor y prometedor para nuestro pueblo. Y siempre atentos para que el patrimonio que dicen ser nuestro no decrezca hasta la aniquilación. Un mes primaveral en el que no ha faltado un homenaje cariñoso en el Día de la Mujer. Este año recayó el galardón a la “Güela del Valle” en la conocida y apreciada “Carmina del Bar de Villabazal”, muy  rodeada de familiares, amigos y vecinos.

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