Dr. Rodríguez Hevia
Manuel Jesús López "Lito" rinde aquí un tributo merecido a esta figura histórica de la vida médica y asociativa de nuestro valle. José María Rodríguez Hevia, nacido en Santullano en 1930, vinculó toda su vida a una lucha activa por las mejoras de nuestro valle. Entra pues un gran humanista y un luchador infatigable en la galeria de los ilustres protagonistas de nuestro pueblo.
1977: unas Mejoras para defender el valle

La constitución de la Asociación para las Mejoras del Valle de Turón en 1977 supuso un hito importante en la crónica de este territorio pues, aparte de ser una agrupación vecinal pionera en Asturias en un tiempo en que se recuperaban las libertades públicas, tuvo un eco sin precedentes al experimentar un crecimiento exponencial desde los primeros momentos, logrando reunir a más de mil turoneses que con enorme ilusión habían respondido desde diversos puntos (Turón, Mieres del Camino, Oviedo, Gijón...) a llamada de don José María Rodríguez-Hevia, que había logrado transmitirles un mensaje de progreso para la tierra querida con el esfuerzo solidario de todos.
El nuevo San Francisco
Don José María había llegado a Turón un día de 1957 con el título bajo el brazo, recién estrenado, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid. Y llegaba para quedarse al contraer matrimonio con Fefa, una turonesa ampliamente relacionada con la Medicina pues por algo era hija, sobrina y nieta de médicos. Las continuas entrevistas con el alcalde Álvarez-Buylla, de gran talante negociador, y con el director de Hunosa en la zona, el ingeniero Felgueroso, del que es amigo personal, van a dar pronto sus frutos (eliminación de las curvas de la Cuestaniana y de la carpintería en La Cuadriella, etcétera). Sin embargo, lo bueno aún estaba por llegar. Una de las obras urgentes era la remodelación del arruinado barrio de San Francisco, tantas veces prometida como ocurre con todo lo que se relaciona con esta tierra y otras tantas veces olvidada... Muy pronto se comprendió que lo más

Obligado por las circunstancias y comprometido con su pueblo, pocos días después retira su dimisión, adelantando que con la ayuda de la colectividad turonesa continuará la lucha para conseguir las mejoras más acuciantes que Turón necesita. La modernización del barrio San Francisco conseguida algunos años más tarde ha sido la gran apuesta urbanística de Turón en mucho tiempo que ha permitido fijar a un importante sector demográfico evitando así la desertización del Valle después del cierre de su industria minera.

Reconocimiento a un luchador infatigable y desinteresado
He aquí el colosal ejemplo que nos han dado estos hombres de Mejoras del Valle. Luchadores sin desmayo cual formidables gladiadores, han sabido anteponer el interés general a sus propios intereses. Pero, por encima de todo, está la labor rectora de un hombre, el Dr. Rodríguez-Hevia, que ha tenido el tacto necesario para aglutinar en torno suyo a toda la población del Valle como un todo homogéneo cual ariete de acero que ha podido, así, vencer olvidos, indolencias e intereses partidistas. Y, por favor, que nadie sienta la tentación de aterrizar en el farragoso campo de las ideologías que conducen casi siempre a prejuzgar de forma mezquina y maniquea, cayendo fácilmente en el saco de sectarismo. Hay que tener mucho cuidado con el juicio que emitimos sobre las personas y solamente los hechos de los que hayan sido protagonistas nos dan suficientes argumentos para catalogarlas.
De don José María podemos decir como cierre a este breve recordatorio que fue médico que, aparte de su dedicación profesional, luchó desinteresadamente, sin esperar a cambio ningún tipo de recompensa, para que nuestro valle
minero saliera del ostracismo a que lo habían sometido. Por eso creemos que analizando su obra fundamental (mantenimiento del Coro Minero, piscinas del Fabar, remodelación de la carretera general del Valle y la citada del barrio San Francisco) atesora sobrados méritos para dedicarle una calle que perpetúe su memoria. Podía ser la circunvalación con el título «Avenida del Dr. Rodríguez-Hevia». Supondría, simplemente, realizar un acto de justicia.
MANUEL JESÚS LÓPEZ, «LITO», Oviedo, septiembre 2011
De don José María podemos decir como cierre a este breve recordatorio que fue médico que, aparte de su dedicación profesional, luchó desinteresadamente, sin esperar a cambio ningún tipo de recompensa, para que nuestro valle

MANUEL JESÚS LÓPEZ, «LITO», Oviedo, septiembre 2011