De güertes y molinos
Empezamos este apartado "MEMORIA GRÁFICA" con las evocaciones de David Varela, impulsor y apoyo decisivo de nuestra página turonesa. La contemplación de este cliché histórico de la zona de los molinos, güertes y colegio provocó un aluvión de recuerdos de su propia vida, en suma un retazo de la historia viva de nuestro valle.
"Cuando vi la foto quedé parau. ¡Cuántos recuerdos!
1-El cementerio
En este cementerio, conocido como el cementerio viejo, y que no lo era porque ya había existido uno anterior en la vega de la iglesia de San Martín (1) estaba enterrada mi hermana Celia aunque nunca supe dónde. De mi infancia, yo nací en 1929, no recuerdo que siguiesen enterrando en él, excepto las familias que tenían panteón, puesto que ya existía el cementerio nuevo, el actual, el de Villapendi. Del cementerio sí recuerdo que tenía muchos panteones y hasta una pequeña capilla y que el ayuntamiento segaba la maleza para que la gente pudiese entrar el día de Todoslos Santos.
2-4 Les güertes

2-Para entrar en la zona de les güertes que estaba en la parte de acá del muro del colegio, pasábamos por un caminín que venía del puente viejo y bordeaba los molinos. Mi familia, los Varela, tenía un trozo pequeño de güerta situado junto al poste de la luz. Cultivábamos principalmente verdura, patatas y lechuga, una humilde cosecha pero que era de bastante ayuda para nuestra familia numerosa. A la vuelta, como nos cogía de paso, le llevábamos verdura a Sara, hermana de Lucas casado con mi prima Maruja, y a Avelino Blanco. Al lado de nosotros tenía un pedazo Ángel Isoba, vecinos nuestros de los Cuarteles en el n° 42.
3-Entre los molinos y les güertes de arriba, donde la nuestra, estaba la que llevaba Quico Nieto de Villapendi.
4- Era la tierra donde yo iba a cuidar la vaca de mi madrina, Luisa la de Ladio. No había cuadra, era simplemente una tierra para llevar la vaca a “guarecer”. La cuadra la tenían en la escombrera de los Cuarteles, junto aquel famoso “cableario”. Ladio era de Villapendi de la familia de José Emilia, muy conocidos en el barrio.
5-Los molinos
Había dos entradas para los molinos. Con los carros para llevar el maíz o sacar la hierba, por ejemplo, se entraba por un camín situado entre la pared del colegio y el cementerio. Pero la gente también podía entrar por el puente viejo de madera, que daba acceso al barrio San Francisco, y seguir por un sendero tan estrecho que se tropezaba contra el maíz. Eran las dos entradas a las fincas de esa zona.

6-El prau
Aquí estaba el prau de Quico Nieto situado entre el río y la presa de los molinos.
7-La presa
La presa alimentaba en agua a los molinos y partía del lado del cementerio. Precisamente antes de la toma de la presa, en esa parte del río, detrás del cementerio estaba el pozu los frailes donde nos bañábamos, entre la vía y el cementerio. Había otro pozu para bañarse más abajo que no se ve en la foto detrás del economato y del edificio donde ensayaba el Orfeón.
8-El tendejón de lavar
Pepón, que vivía en las casas de Juana, llevaba la güerta de Juana delante del molín y allí había un tendejón que hicieron para poder lavar la ropa. Era para uso privado y eso les evitaba ir a lavar al río. Recuerdo que ahí lavaban las hijas de Pepón amigas de Carmina la de Nicanor, madre de Secades.
9-11 El colegio
9-Ese es el colegio que yo conocí, para mí el de siempre. Creo que empezó a funcionar en 1919. Tenía cuatro entradas, la principal frente a la
carretera, dos laterales en las partes izquierda y derecha y la cuarta por el campo del patio. Yo entraba por la derecha, entre el jardín-guërta y las clases. En esta parte del edificio estaban las clases de los mayores donde yo fui: 3º 4º y 5º que se llamaron después 3º A 3º B y 4º. En 2°B tuve al hermano Clemente de maestro y en 3º A al hermano Antonio. En 1945, salté la clase de 3º B del hermano Vicente y pasé directamente a 4º, que era el último año, con el hermano Lorenzo. Allí estuve un mes antes de empezar a trabajar.
10-En el tendejón donde jugábamos cuando hacía mal tiempo había anillas para colgarnos y zancos.
11-La güerta de los frailes tenía árboles frutales y tierra para cultivar. Había un empleado de la Empresa que se dedicaba a ella. Me acuerdo del conserje que estaba en la entrada principal. Se llamaba Severino Minas y tenía cuatro hijos y una hija, entre ellos Severino que cantaba en el coro y Antonio casado con Gloria de la Rebaldana tía de mi mujer Amor.

10-En el tendejón donde jugábamos cuando hacía mal tiempo había anillas para colgarnos y zancos.
11-La güerta de los frailes tenía árboles frutales y tierra para cultivar. Había un empleado de la Empresa que se dedicaba a ella. Me acuerdo del conserje que estaba en la entrada principal. Se llamaba Severino Minas y tenía cuatro hijos y una hija, entre ellos Severino que cantaba en el coro y Antonio casado con Gloria de la Rebaldana tía de mi mujer Amor.
12-El hospitalillo y la iglesia
Detrás del hospitalillo se ve la iglesia nueva de San Martín construida después de la guerra. Como tenía buena caligrafía estuve un tiempo ayudando a Don Froilán con los libros de la iglesia, registrando bautismos, matrimonios y defunciones. En el 44 la mayor parte de los oficios eran en la Cuadriella donde también me ocupaba de los libros.

13-Las casas y los solares frente al colegio
Arriba se ven las casas de La Cucina pero la primera de la carretera, enfrente del colegio era la de Severino Urueña Barrigón y tenía abajo el comercio de ultramarinos Amor Ortega.
Al lado había varios solares. El primero contiguo al edificio de Severino los desmontamos mi padre y mis hermanos para Quico el sastre. El solar pertenecía a la familia de Manolo Crucina que tenían un estanco en La Crucina apegado la capilla. Nos contrató Quico y allí a base de mucho trabajo fuimos sacando “carretillaes” de tierra que íbamos a tirar al río, detrás del cementerio.
Después también preparamos el otro solar al lado del de Quico para Sabino Maurenza que tenía la fábrica de “oranges” de la Cuesta Lago, en el Fabar. Sabino tenía un chigre delante, la fábrica detrás y sobre todo un carro para el transporte de la mercancía con el pudimos contar para deshacernos de la tierra del talud. Todos los hermanos picábamos y paleábamos y aunque no era gran cosa lo que ganábamos era una ayuda considerable dada la situación familiar que teníamos.
14-Piedrafita
Nosotros subíamos a Piedrafita por el plano pero había un camín por la Felguera detrás de casa Panizo hasta la trinchera con la bocamina: Allí nos íbamos a esconder, cuando sonaba la sirena de la central, para protegernos de los aviones durante la guerra civil. Para resguardarnos, nosotros podíamos ir a Piedrafita o la calva de San José que era una mina muerta, un travesal que ya no funcionaba. También se refugiaba la gente en Santo Tomás. Los chiquillos que no iban al colegio solían pasar el día con las madres en la zona del refugio para estar más cerca en caso de alerta.
En la foto se ve el plano y arriba la lampistería a la derecha y al lado la casa donde vivía la familia de Gregorio y de Emilia Clemente. Tenían 6 hijos: Cesárea, Julián, Martina, Pilar, casada con Ramiro, que vive en la Felguera, Carmina y Conchita la más joven que vivió en la zona de Lieja en Bélgica.
Recuerdos de David Varela compilados por Jorge Varela, Waterloo, abril 2012