Monumento minero- 1º San José
Entre Polio y Cutrifera
Así, ¡NO!
caer en la pesadez, lo considero obligado. Se trata del lamentable, por poner en letra impresa una palabra no muy fuerte, estado en que se encuentran las placas del primero de San José en las que se reflejaron los nombres de los fallecidos en accidente de mina en el Valle de Turón, aunque mejor sería decir las placas que no se encuentran, puesto que, al día de hoy, siete de ellas han desaparecido.
mayor. Lo cierto es que de un total de 19 placas existentes, en su día, siete de ellas han desaparecido y otras tres están en muy mal estado, estando las nueve restantes “tocadas”. Así de cruda es la realidad de nuestro Valle. Máxime con un lugar que deberíamos tener, todos, como “sagrado”, en toda la amplitud y acepción que pueda dársele a esta palabra.
sabiendo quién o quiénes son responsables de los destrozos permites que continúen éstos en la más alegre impunidad. Luego, eso sí, se le da a la lengua cosa fina, en torno a una pinta de vino, y siempre aparece el culpable. El Gobierno, la Oposición o el Ayuntamiento.© - Carlos Vega Zapico. Turón 20 de noviembre de 2012
RECORDANDO....
El mismo día que firmo estas líneas, se cumplen -Dios mío, como pasa el tiempo- 52 años de aquel otromartes 20 de noviembre en que la desgracia llegó a nuestro Valle en forma de un enorme derraba en la capa 23 del pozo santa Bárbara. Quiero recordar que afectó solamente a una galería, pero sus dimensiones eran tales que desde un principio se dudó en encontrar con vida a los mineros que trabajaban en aquel tajo y habían quedado aislados. Fue en 1960, posiblemente el momento más álgido de este Valle que, según se dice, había llegado a censar, pocos meses atrás, el número de habitantes más elevado de su historia: 19.000 y una plantilla en la empresa minera que rondaba los 6.500 trabajadores. Al final de unas horas que parecían detenerse, el día 24, fueron rescatados tres de los mineros. Finalmente, el día 27, al cumplirse una semana del accidente, el equipo de salvamente pudo llegar hasta el relleno del derrumbamiento para encontrar allí el cadáver del cuarto minero, Senén Vázquez, de 32 años. Desgraciadamente, no sería el último.

