Herramientas Personales

Cambiar a contenido. | Saltar a navegación

Navegación

Navegación
Menu de navigation
Usted está aquí: Inicio / Cultura / Musica / Arturo Baquero
Acciones de Documento

Una persona genial, admirada por muchos y querida por todos.

En música hemos dado la palabra a su hermano Manolito que en cuatro pinceladas ha retratado a Arturo con cariño, añoranza y admiración.
¿Cómo catalogar a un hombre que brilló en tantas  disciplinas  artísticas? Tarea difícil sin lugar a dudas. Para que el justo tributo que le rendimos en esta página se ajuste pues a su polifacética personalidad es legítimo que su nombre figure entre los pintores y entre los músicos. En pintura mencionamos el homenaje que en boca de Pilu, otro insigne representante del arte de nuestro valle, le rindió su pueblo en 1995. En música hemos dado la palabra a su hermano Manolito que en cuatro pinceladas ha retratado a Arturo con cariño, añoranza y admiración.Arturo para mí era una persona genial, admirada por muchos y querida por todos.

Desde Turón…


Era dieciocho meses más joven que yo pero en el comportamiento y en el sentir parecíamos siameses inseparables, yo le entendía y él a mí como si fuésemos una misma persona. Tengo que decir, sin pasión, que era el niño más guapo y divertido que vi en mi vida. Los domingos mi madre, Trío_radio_madrid.jpgmodista patentada, le vestía con lo mejor y él, elegantísimo, acompañaba a mi padre, un liberal como él, al vermú. No sentía ninguna envidia, al contrario yo siempre estuve orgullosísimo de tener un hermano así, guapo y con tanto talento.

Fuimos malos estudiantes de primaria pero siempre me consoló eso que dicen: “ sobresalientes en primaria, mediocres en la vida”. Los deberes los hacíamos deprisa y corriendo por la mañana antes de ir a la escuela. La afición por el dibujo y la pintura en la vida de Arturo empezó de muy niño. En los Frailes, el dibujo era los jueves. Los hermanos de La Salle enseguida se dieron cuenta de la calidad de lo que dibujaba Arturo con mucho esmero. Le lograron una beca de la Diputación y pudo ir a Artes y Oficios. Poco más tarde volvieron a becarle pero esta vez para la Academia de San Fernando en Madrid, lo mejor en Bellas Artes. Allí se encontraría con los dos Eugenios, sus inseparables amigos de estudios y muchas cosas más, Eugenio Cureses y Eugenio de Arriba, este último conocido como el pintor del Bierzo. Pasaron a formar el Trío Arte. Los tres pintaban, esculpían y cantaban. Terminaron los estudios artísticos en Madrid, compaginando con algo de música y luego se fueron a Paris, con las guitarras y en auto-stop. Corría el año 1958. La foto que nos mandó de Paris está en el recuerdo de toda la familia, estaba vestido con el pijama que mi madre le había dado al marchar, no quedaba nada. No sabíamos qué pensar. Trío_actuando.jpg

Junto con mi hermano Alfredo que llevaba el taxi, Antonio Martínez Zulaica y su mujer Elena decidimos hacerle una visita a la capital francesa. Allí llegamos a la rue Berthier en Paris Vième donde vivián los tres compadres. Era una zona de restaurantes en los que el trío solía actuar, sobre todo en la Balada portuguesa. Precisamente era allí donde cantaban el día en que llegamos. Entramos en el restaurante, nos instalamos a la barra mientras ellos interpretaban una muy ambientada Bamba y cuando la mirada de Arturo se encontró con nosotros, la sorpresa fue tal que dejó de tocar y se suspendió todo. Esa noche fue cuando conocimos a los dos Eugenios, por cierto grandes talentos también. Eugenio de Arriba, el pintor del Bierzo, ganaba todos los años el cartel de las fiestas de San Pedro y San Juan de León. Todavía hoy siguen exponiendo su obra, la última vez en el 2009. Arturo siguió bastantes años con la música sin dejar la pintura otra de sus pasiones. Tuvo una buena carrera discográfica con el Trío Guaranía, dio recitales con el gran guitarrista J. de Tourris y colaboró a los mejores como Digno García y sus carios.
 

… a Francia


Al principio, sin embargo, Arturo, tuvo mucha añoranza y quería volver a la vida madrileña pero su encuentro con Jeanine le asentó de manera definitiva en tierras galas. Aunque renegaba un poco de los franceses el enamoramiento pudo más. La familia de la novia era del norte, del Pas de Calais. Durante la ocupación ella tenía nueve años, más tarde, de adolescente pasó a estudiar a Paris donde se conocieron. “Tengo una moza en París”, decía Arturo. Él ya tenía 31 años y ella apenas 19. Una “nena saladísima” que nos entendió enseguida y nos quiso a todos. Aún viene Xavier_cugat.jpgpor aquí. Arturo estaba locamente enamorado de ella pero al principio ocultaron al suegro la vida parisina de Arturo, guitarras y folklore.”Mi madre no sabe nada de la vida de Arturo en París”, decía Jeanine, solamente sabía que trabajaba en París..Arturo se casó y vivió 40 años en Francia los dos Eugenios volvieron a España donde siguieron con sus carreras académicas.
Mi hermano que de “chaval” había hecho estudios de protésico dental con Braulio Cuesta en Mieres puso un taller en Le Mans y sus manos hábiles y maestras para todo trabajaron para los nueve mejores dentistas de Francia. Su especialidad era la porcelana y como viajaba mucho a Alemania para ver las novedades e innovaciones, siempre estaba a la punta de la tecnología en su profesión. Mandaba su trabajo por correo a toda Francia. Era experto en porcelana, lo bordaba con el pincel.
 

Un artista para todo

Disco_tourris.jpg

 


Cuando nosotros hicimos el quinteto San Francisco, él se dedicó al recital, a la pintura. Recitaba como un profesional. Era un showman que hacía llorar de emoción a las mujeres. Tony Leblanc, hijo de un bedel de San Fernando quiso llevarle con él al mundo del teatro y del cine. En realidad Arturo podía haber sido un gran actor, pero ya estaba con la pintura y la música.
En la pintura, aunque yo no soy un experto y no puedo hablar de ello con autoridad, si que puedo repercutir lo que la mayoría de los turoneses y de los que conocen su obra piensan: Arturo es uno de los precursores y un gran maestro en el mundo de nuestra pintura. Era finalmente un gran seductor que convencía a cualquiera, desde Tiva para un préstamo, hasta Artemio el sastre para un traje. Pero siempre terminaba pagando abundantemente, muchas veces con su pintura.

Un hermano genial, un gran turonés y un artista sin par.




Manolito Baquero, Turón 10 de diciembre 2010