Carta ante una inesperada partida
Carta ante una inesperada partida
Querida Geli: Siempre que nos veíamos, -hasta donde fue posible- me preguntabas las novedades de mi nueva vida fuera de Turón. Por eso, quiero contarte las últimas en esta carta que estoy seguro recibirás.
La localidad soriana donde resido, celebra estos días sus fiestas patronales. Para la mañana del día de hoy -lunes 10 de septiembre- estaba previsto el “Todo a Pedales”, con lo cual, la algarabía y el ruido eran la tónica general de la zona. En ese entorno, suena y suena mi teléfono móvil, lo que desde el principio “me dio mala espina” por lo inesperado de la hora. Desde Turón escucho, no sin cierta dificultad, la voz de nuestro común y gran amigo Julio: “Oye, murió Geli”. La noticia, aunque esperada me dejó “fuera de juego” hasta el punto en que tuvo que preguntarme varias veces: “Oye, ¿estás ahí, me oyes?”…
Aunque tu nombre “oficial” era Ángeles González Fuentes, para nosotros, los que desde hace muchos años te conocimos, era -y seguirá siendo- simplemente “Geli” y si se me apuras un poco “Geli la de Moreno”. Y mira tú por dónde, te nos fuiste de este mundo a sólo tres días de tu cumpleaños, ya metidos de lleno en las Fiestas del Cristo de la que en su día fuiste pregonera.
Me resulta muy difícil poder hilvanar unos párrafos de una persona como tú con la que traté, desde “chavalina” hasta como compañera de trabajo, puesto que se me amontonan los recuerdos. Aquellas subidas a la Colladiella, aquel Campeonato de jokey sobre patines celebrado en Oviedo desde donde volvíamos a Turón en autoestop debido a la nocturnidad de los partidos, aquel proyecto de pintar la tapia del colegio los frailes con estampas del Quijore, en su aniversario …
Y luego, como sin dar tiempo al tiempo, esa puta enfermedad que te fue minando y te privó de poder disfrutar de Xuan, ese nieto que como a todos nos cansa pero parece rejuvenecernos. Supe desde un principio de tu enfermedad y con tan solo una mirada y un ¿qué tal? a Miguel, sobraban las palabras entre nosotros. La noticia me supuso todo un bombazo anímico, pero ahora sé que tu madre te ha abierto sus brazos una vez más -¡qué tendrán las madres!- y allí donde estés, los Tomillo, Baquero, Nel Amaro y otros muchos que saben de ti, harán lo imposible para que este 13 de septiembre vuelvas a dar el Pregón ante tantos y tantos turoneses -cada vez más numeroso- para luego, a coro, cantarte el Cumpleaños Feliz.
Aquí, los que te quisimos, seguiremos cuidando la amistad de Miguel, de Sara, de Xuan y de tu padre. Estate tranquila que tú también estarás entre nosotros con esa eterna sonrisa y gracias por todo aquello que nos dejaste para que siempre te recordemos.
Un fuerte, sincero y eterno abrazo de tu amigo Carlos Vega Zapico
10 de Septiembre de 2018