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Veinte años no es nada... que diría la canción

Desde la interesantísima página territorio-museo, dinamizada por nuestros colaboradores María Fernanda Fernández Gutiérrez y Roberto Álvarez Espinedo con su equipo Pozu Espinos-Consultoría y Gestión Cultural nos llega esta reseña histórica al cumplirse los veinte años del cierre del Pozu San José. Una página de obligada visita: www.territorio-museo.com.

ENERO DEL 93Inauguración Pozu San José.jpg


Era en enero de 1993 cuando cerraba el "Pozu" San José en Turón, iniciándose el principio del fin de las explotaciones de HUNOSA en el valle deTurón, ese valle que es Mina con mayúsculas. A éste le seguiría el "Pozu" Santa Bárbara sólo un año más tarde y la secuencia fatal concluiría con el cierre de Figaredo catorce años después, en enero de 2007. Echemos la vista atrás.

Había pasado un siglo desde que Hulleras de Turón emprendiese su aventura extractiva en este valle y HUNOSA decidía poner fin a la producción en el “Pozu” San José, el primero de un proceso de cierre de instalaciones y recolocación o prejubilación de trabajadores que acabaría escribiendo el punto final de la centenaria historia de la minería en este valle paradigmático y único de Turón.

 

DE SAN FRANCISCO A SAN JOSÉ


El Pozu San José tiene sus orígenes en el grupo de montaña San Francisco-San José que la SHT, filial de Altos Hornos de Vizcaya, pusiese en marcha en 1896. Tras esta primera etapa de minería de montaña, en la que se Pozu San José - instalaciones y marquesinas.jpgllegan a explotar diez niveles (incluyendo los de Tablado), se hizo necesario el cambio para beneficiar el yacimiento bajo del nivel del valle; la costosa profundización arranca con labores de acondicionamiento para la construcción del nuevo pozo en 1946, bajo la dirección del ingeniero Andrés Martínez Bordiú. El Pozo San José se inauguraría el 25 de septiembre de 1957, empezando a producir oficialmente el 1 de octubre.

En su diseño, concretamente en la estructura de hormigón armado de la casa de máquinas, así como en la sala de embarque, el basculador, las cadenas de arrastre, la cinta elevadora e incluso las marquesinas para cobijo de bicicletas intervendría el sobresaliente ingeniero de caminos Idelfonso Sánchez del Río (1898-1980), al que debemos grandes hitos de la arquitectura moderna en Asturias, como son el IV Depósito de Aguas de Oviedo (1928) o el Mercado cubierto de Pola de Siero (1930). Obra de este autor en el mismo valle de Turón es el siempre en uso y siempre moderno Depósito de Aguas de Villapendi (1932-1933), cuyas estructuras de cubierta y pórtico, tan características del autor, nos volvemos a encontrar en el caso de San José.


A 550 m BAJO TIERRA


A lo largo de sus treinta y seis años de funcionamiento, con sus siete plantas y 550 m de profundidad, el “Pozu” San José contribuyó –como parte de Hulleras de Turón primero y desde HUNOSA después– al abastecimiento energético del país, hasta que la importación del mineral y otros recursos energéticos se impusieran, conduciendo a la crisis definitiva de la minería de carbón en nuestras cuencas. De los 620 trabajadores que llegó a emplear, contaba con menos de la mitad en el momento del cierre, elPozu San José - embarque.jpg cual se ejecutó paulatinamente desde 1992, hasta hacerse definitivo ya en enero de 1993, hace ahora veinte años ya. Ni más, ni menos.

Desde entonces, las instalaciones permanecieron cerradas y sin uso, salvo el que ocasionalmente recibía el edificio de usos múltiples por parte delos talleres de empleo municipales. Coincidiendo con el aniversario de los diez años de su cierre, una de las marquesinas fue derribada innecesariamente por unos trabajos del servicio de carreteras, dando muestra del progresivo olvido en el que se sumergía. Sin embargo, en 2007, justo medio siglo después de su apertura, se procedía a su protección, al aprobarse el "Plan Territorial Especial de Recuperación de los terrenos de HUNOSA en las Cuencas Mineras", siendo incluido en 2010 en el "Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias". Consecuencia de esta revalorización –y contribución a ésta, a su vez– ha sido la rehabilitación llevada a cabo en 2011, con la que el Pozu San José vuelve a recuperar su esplendor original, aunque paradójicamente carezca de cualquier uso. Pero la polémica no era hoy nuestro tema: sino el recuerdo de una actividad que fue la razón de ser de un valle y hoy ha de convertirse, patrimonializada, en su enseña e identidad.




© María Fernanda Fernandéz Gutiérrez (Equipo Pozu Espinos-Consultoría y Gestión Cultural), Mieres, febrero de 2013 


© Fotografías de Roberto Álvarez Espinedo


sin dejar de visitar la página www.territorio-museo.com