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Tirador: El banquero de Turón.

Con José Luis Tirador se amplía la galería de los turoneses trotamundos que nunca quisieron cortar el cordón umbilical con el valle. Recuerda un Turón próspero “donde corría el dinero extraído de la tierra”, pero no desprovisto de funestos recuerdos, el precio pagado por la minería para una vida mejor. Sabe que no es un protagonista del presente ni del futuro de su valle, ya que su vida profesional le llevó a traspasar casi todas las fronteras de la América latina, por eso siente tanto respeto y admiración por los que han luchado y lo siguen haciendo desde dentro. El “fíu de Braulio” ha sido fiel a sus raíces asturianas y a su sentir turonés. Con casa en Luanco desde hace más de 20 años para “respirar asturianismo”, cuanto más disfruta es cuando vuelve a su Turón, cuando anualmente con un grupo de amigos “los de siempre”, como dice, celebra ese encuentro de los antiguos alumnos de La Salle en Casa Migio, allá en Urbiés, desde donde se puede abarcar el largo valle del Turón. Pero también se siente de Quito, de Madrid… Porque José Luis asocia lugares y personas, su familia y sus amigos. Es lo que él llama el “tesoro de mi vida”. Con tres hijas de su primer matrimonio y tres nietos, uno de cada una de ellas, junto con su actual esposa es el joven padre de un niño de nueve años. Sigue en la palestra profesional con casi 70 años y después de haber abandonado el tenis o el squash, deportes exigentes, sigue practicando la caza y algo de golf. José Luis seguirá con las botas puestas hasta el final. Buen caminante, gran lector y brillante conocedor de la música, todo tipo de música, lleva dentro un viejo sueño: escribir. Atrás quedan una incipiente incursión en la política de la que salió por no estar tallado para un mundo tan complicado, atrás queda también el proyecto del restaurante español en Quito… Atrás quedan tantos recuerdos. Quizás sea éste el momento de escribirlos.

Cuándo miras hacia dentro, ¿se te alarga la vista?


Esa mirada es muy necesaria porque te da vida y sentido. Para alguien que, como yo, ha pasado tantos años fuera deTirador-familia 2.jpgTurón, quizás resulte un poco más complicado rememorar los años allí vividos, a pesar de que, en realidad, nunca me desconecté del todo y continué visitándolo cada año cuando viajaba desde otras provincias primero, y cuando desde Quito venía a Asturias de vacaciones, después. También cuando venía a Madrid por razones de trabajo, encontré siempre la forma de pasar unas horas en mi pueblín del alma. Alguien, cuyo nombre no recuerdo en este momento, dijo que "salir de Asturies dexando lo que nun se quier dexar, da resquemor en el alma ..." y eso lo sabemos tantos turoneses que, por una u otra razón, hemos vivido muchos años lejos de nuestra tierra. La antigüedad, que no vejez, tiene la ventaja de que te trae, en cada ocasión que echas la mirada atrás, recuerdos de juventud olvidados, rostros que no recordabas, pasajes de adolescencia escondidos en cualquier rincón de nuestro subconsciente, en fin, añoranza de una época que, afortunadamente, no consiguen hacer desaparecer los años.
 

"En un lugar de Turón... de cuyos nombres quiero acordarme", así podría empezar la novela de tu vida. Para ti cuentan más las personas que los lugares...



Muchísimo más, sobre todo para un turonés itinerante como yo. Soy "el fiu Braulio" (y Luisa), nietu de Pepe el Tuertu y Susana, de José y Adela y  nací turonés el 1 de noviembre de 1942. Muchos recordaréis a Pepe y Susana, no así a José Tirador, a quien conocí siendo muy crío. A Adela, mi abuela, no llegué a conocerla.

Mis primeros pasos en la Escuela de Los Cuarteles. Elisa, la madre de Ernesto, Purita y José Manuel, fue mi Maestra. Al lado, separadas, las nenas con su Profesora Alicia, hermana del también Maestro Pepín y de Falito, el del Economato, compañero y amigo de mi padre. Luego al Colegio Los Frailes (La Salle), en el que formé parte de la primera promoción de Bachilleres. Allí ejercía de portero Benito "el portu". Era la época de Josefa La Carretona, Benigna La Pescadera, Tano con la mula y el carro del Economato, Julián (bibliotecario y barrendero) y Mariano, de Manolo el churrero, quien me lleva a recordar a Benigno (apodado también el churrero), quien dirigía la rondalla. Y a mi padre, que tocaba, con bastante acierto, laúd y bandurria y, cómo no, al Coro Minero y sus éxitos en Torrevieja y allá por donde quiera que actuase. Y al coro mixto, dirigido por Germán Madrid, en el que participé como barítono durante un tiempo. Con él tuve la oportunidad, tras una actuación en Pola de Lena, de conocer personalmente a Juanín de Mieres y al Grupo Los Zamarrones, de aquella Villa. Y como no recordar, por consecuencia, al Presi y a la Compañía Asturiana, que actuaba en el Cine La Nueva España con relativa frecuencia. Tirator-carrera cintas-001.jpg
 

Dicen que Turón tenía "movida", ¿Despreocupación juvenil antes del gran salto  profesional?  


Algo de eso había. Era época de guateques en El Hogar del Productor y en el Toli, de los que un grupo de amigos y amigas fuimos pioneros. También de excursiones -vamos de merienda- a La Mina Celesto, La Peña el Raposu, La Llana el Cordal, La Braña, Rozamayor, San Justo, Polio ó algún "prau" cerca del cementerio. O Casa Chuchu, en San Andrés, al bajar de bañarse en el Trabancu. Aquí era obligado un fenomenal bocadillo de chorizu de casa al horno y un vasu de leche recién ordeñada, en vasu de sidra, ¡que menos! Por cierto, cuando apenas me defendía nadando, en un alarde "tarzanil", quise cruzar el pozu, que en aquel entoces era mas grande porque estaba "atacau" y casi "palmo" en el intento. Me ayudaron a salir Jesús "el de la pipa" y Ginio Gutiérrez quienes, a la sazón, me habían invitado a efectuartan arriesgada "travesía". He de confesar que si alguna vez mas lo hubiese intentado en los años posteriores, hubiese conseguido idéntico fracaso, pues continuo siendo pésimo nadador.

¿Y las Fiestas del Cristo? Concursos de caballistas, de entibadores, los desfiles de carrozas. Y siempre en la brecha, Tomillo. Y alguna vez, según creo recordar, Manolito Medialuna. Y en las de San Francisco, César Gómez. Y todos aquellos que participaron en la organización de las de Santa Marina, Villabazal, La Felguera, El Lago, La Soledad, San Justo, Urbiés y ¡cuantas más!. Hablamos de una gran población en la que las fiestas eran el exponente de un entusiasmo sin límites. Recuerdo dos orquestas turonesas: La Mayte con su vocalista Guillermo el Chato, del que aseguraban que daba el "do" de pecho, y La Armonía, con el Guinchu. Y el Trio San Francisco (Manolito Baquero, Sito y Genaro Quevedo). A la sombra de este nació el Trío Juventud San Francisco (Félix Carrasco, Lolo Cienfuegos y un servidor). No alcanzamos la fama, ni les llegamos a los talones a los "mayores" que antes mencioné, pero lo pasamos fenomenal en los ensayos y en algunas actuaciones por pueblinos que ni siquiera recuerdo. Bueno si, una vez en Urbiés y otra en Pola de Gordón. ( fueron pocas mas). Y en reuniones de amigos, claro. Hasta compusimos un rock que titulamos "Rock de la espera".
 

Tirador-conversando con sidra-001.jpg...pero también había deporte y una afición sin parangón, ¿no? 


Y que lo digas...En Tercera División El Deportivo Turón. Horas gloriosas. Recuerdo un partido en la Bárcena contra el Luarca, vuelta del celebrado allí en el que parece que hubo alguna trifulca y los recibimos con pitada, equipados todos los espectadores del Turón con silbatos, entre los que destacaba uno enorme que llevaba, colgado al cuello, un señor de apodo "Ceneque". Y el Juvenil en en Primera Regional. Turón, cantera de excelentes futbolistas: Redondo, Pablo, Luis Quirós, Carrete, Pachín y muchos mas. La Peña de Montaña San Bernardo -Enrique Menéndez- con numerosos socios. Excelentes tiradas de plato en la Escombrera de San José (Elías, Saul, Braulio, Santaclara, Benitín Acón, Scheredre y muchos más). El deporte ha tenido en el valle un verdadero vivero de talentos.
 


Poco a poco, paso a paso, la actividad laboral, la parte más larga de tu vida, te lleva del valle, casi sin darte cuenta, merced a un largo rosario de encuentros y de oportunidades... 


Así fue, los años tranquilos de la juventud van pasando y llega el trabajo. Eran tiempos difíciles. Comienzo en Electra Bedón, en Mieres, con dieciseis años, al lado de mi amigo turonés Germán Miranda. Luego en Campofrío como Delegado en varias ciudades (Oviedo, Málaga, La Coruña y Vigo), pasando a ser Director Comercial en Campofrío Canarias en Las Palmas y finalmente Director Nacional de Ventas en la Central en Burgos.

Jesús Abad, también de Turón, me ofrece la Dirección General de Tapicerías del Cadagua en Valladolid, donde tuve como compañero a José Luis Varela, puesto que también ocupé en la fábrica de Vitoria, ciudad desde la que regreso de nuevo a Valladolid para iniciar mi andadura en el sector bancario. Otro amigo de ascendencia turonesa, primo de Amador, Elena, Oscar, Juanin y Pepe García Palacios, me propone esta, para mi en aquel entonces, aventura. Vicente, tristemente fallecido, me apoya y ayuda en mi formación que completo con diversos cursos y seminarios.
 Tirador-retratobis.jpg

Porque lo tuyo fueron los bancos...


Efectivamente. Mi primer banco, con Vicente al lado, el de Granada. Luego el de Crédito Comercial, posteriormente el Vizcaya y desde marzo de 1.987, Banco Exterior en Caracas e Internacional y Pichincha en Ecuador, para llegar a Madrid en Mayo de 2.008 con el proyecto de creación en España del que, desde hace casi dos años, es el Banco Pichincha España, S.A.

Me honra haber tenido la oportunidad de iniciar la Oficina de Representación de este Banco en Madrid, de solicitar y conseguir la Licencia Bancaria para la creación de Banco Pichincha España, S.A., banco español con capital ecuatoriano   (Banco Pichincha Ecuador, el mayor y más importante banco del país es su accionista mayoritario). El Banco se encuentra ya en pleno funcionamiento y esperamos finalizar el presente 2.012 con no menos de 18 oficinas en distintos puntosgeográficos de España. En el momento actual tenemos seis oficinas en Madrid, una en Barcelona, una en Hospitalet, una en Valencia, una en Alicante, una en Murcia y una más en Lorca. En todas damos atención a todo tipo de clientela, con prioridad de Ecuatorianos, Colombianos, Peruanos y, en definitiva, latinoamericanos.
 

¿Con tanto viaje queda algún "resquicio" para Asturias y Turón?


¡Vaya si queda! En mi recorrido americano nunca dejé de mantener contactos con asturianos en Venezuela, Ecuador, Méjico, Argentina, República Dominicana, Puerto Rico y Estados Unidos. No lo conseguí en Lima, quizás por falta de tiempo, pero lo compensé en Caracas donde, después de muchos años, estuve con Pedro Verónica (casi una institución), Pepe Tamargo y Yoli, Ramón el de Oliva y Mayte, Pepe el de Luisa, hermano de Cuqui, y muchos asturianos más.

En Bogotá no encontré ni asturianos ni turoneses, pero en mi casa de Quito tuve el placer de contar con Antonio Martínez (hijo de Zulaica) su esposa Silvia y sus hijas, que tanto tiempo vivieron en Tunja, Colombia, donde aún continúan residiendo sus hermanos. Fuimos vecinos y en su casa, tuve también la ocasión de encontrarme con Zoilo Martínez, a quien veo con frecuencia en Madrid actualmente. También en Quito me honraron con su visita Antonio Tirador-Pamela y Jose-001.jpgMartínez Zulaica y Elena. Conservo como un tesoro los libros de historia por él escritos y firmados y recuerdo con agrado que, en una reunión con amigos ecuatorianos en un restaurante en Quito, uno de los muchos viernes que dedicábamos a conversar un poco de todo, Antonio Rodríguez, Ex-presidente del Congreso de Ecuador, analista político y escritor, mencionó, para mi orgullo, a Antonio Zulaica, haciendo referencia a una de sus Biografías sobre Bolívar, que calificó como excelente. Me faltó tiempo para aclararle que no era colombiano, sino de adopción, y que era de Turón. (Me pasé solo dos pueblos, Ujo y Figaredo, con esta aseveración). Para mis amigos fue toda una sorpresa. Con Elena, que siendo salmantina, fue una apasionada de Asturias, entonamos, tras la fabada, alguna tonada asturiana. Maravillosas personas, lamentablemente desaparecidas.

Hice coro casual en Méjico, en el Centro Asturiano, con unos cuantos asturianos residentes de diversa procedencia. Sidra, cabrales y otros manjares asturianos, a "tutiplen". Velada muy agradable.  Mi mejor amigo en Quito, leonés, hijo de asturiana de Turón. No hay turoneses en Ecuador, pero si asturianos, de Moreda uno, de Caravia, de San Esteban de Pravia y no muchos mas. La colonia española es reducida. En los otros países, si no encontraba conocidos procedentesde Asturias, si encontré restaurantes nuestros, que sirvieron de satisfacción suficiente para sentirse, no solo en Asturias, sino también en Turón.

Puedo decir, con orgullo, que tengo un nieto nacido en Quito, que vive en Oviedo desde muy pequeño y que se siente tan asturiano como cualquiera. Y que a mi hijo, también nacido en Quito, lo bautizamos en la Iglesia de Santa Bárbara, en La Cuadriella y lo celebramos con una buena comida, en familia, en Casa Migio en Urbiés.

Fiel al recuerdo y agradecido a la vida...


Turón fue un pueblo próspero, donde corría el dinero extraído de la tierra. Ese fué nuestro oro negro, que también nos trajo desgracia y tristeza en numerosas ocasiones de funesto recuerdo, como consecuencia de graves accidentes mineros. Proliferaban los negocios (Almacenes de tejidos, de ferretería, alimentación, librerías y papelerías, tres farmacias, varios consultorios médicos, dentistas, restaurantes, confiterías, cafeterías, bares, boleras, salones de baile, etc.)... Imposible enumerarlos a todos. Hoy desde la diáspora ya no soy un artífice directo del presente y del futuro de Turón. La vida, mi vida profesional me llevó por otros caminos pero sigo siendo lo que siempre fui un turonés que quiere a su pueblo. No, no olvido Turón. Allí quedan mis recuerdos de casi toda una vida.Algunas cosas de mis padres, también permanecen. Y Tere, mi tía. Y Juan Luis Varela, mi primo. Y muchos, muchísimos amigos.
 
Los años pasan y pasan muy deprisa. Quedaron atrás mis experiencias en empresas y bancos, como Directivo, Consultor y Consejero. También en asociaciones como Presidente y Consejero, tales como el Centro Español de Quito o la Cámara de Comercio Hispano-Ecuatoriana. Empresas como Seguros Cervantes y Banco Internacional en Ecuador. Hoy, ahora, miembro del Consejo de Administración de Banco Pichincha España, S.A. y Representante General en España de Banco Pichincha, C.A. Ecuador.

Pero lo más importante frente a una carrera profesional que ya tendrá poco recorrido, mi pasado, presente y futuro inmediato:  mi familia. Eso es lo más valioso: mi esposa, mis hijos y nietos y muy especialmente para mi pequeñín de nueve años, aunque su padre sea un joven que ya se acerca a los 70. Un tesoro inestimable que vienen a completar mis amigos, los de siempre. "Gracias a la vida que me ha dado tanto..."
 
Entrevista realizada por Jorge Varela para elvalledeturon.net, Madrid, marzo de 2012