Protegido por San Justo y oteando al Collau: l'Artusu
Recién pasado Campu la Tabla, a mano izquierda, empieza el empinado y, en la actualidad, asfaltado camino al Lléu y a l’Artusu. Un caserío que a principios de los años 1970, en el ocaso de su existencia, solamente poblaban unos escasos siete habitantes. Hoy, sus caminos desiertos sobresaltan de vez en cuando al ritmo de algún ladrido. A 11 km de Mieres y a 356 m de altitud, sus casas para siempre enmudecidas siguen resistiendo con dificultad al tiempo bajo la mirada protectora de San Justo con quien siempre tuvo relaciones constantes de vecindad e incluso familiares. Y al otro lado del valle, casi a la misma altura, el Collau, en la parte sombría.
El nombre seguramente tenga relación con los típicos artos asturianos tan apreciados por las moras. Un entorno que no siempre fue tan hostil y dificultoso y que con cuatro hórreos, fuente, lavadero, prados, huertos y unas diez casas hizo vida de campo y de mina.
© Jorge Varela para www.elvalledeturon.net