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Santa Bárbara 2019 y el último tren

A pesar del alejamiento temporal por tierras castellanas, la mente y el corazón de Carlos Vega Zapico siguen pensando y latiendo entre Polio y Cutrifera. Cualquier pretexto es bueno para volver a la tierrina: un encuentro, unas fiestas o una conmemoración. Tocaba celebrar Santa Bárbara, referencia minera cada vez más lejana, sus Jornadas Gastronómicas, su Pote Asturiano y su Semana Cultural. Si siempre es bueno recordar buenas sensaciones y nuestra propia historia, en Carlos tenemos el mejor detallista de nuestra crónica turonesa. Pero que los voladores festivos y demás delicias culinarias no nos distraigan demasiado, a punto está de llegar el último tren de la reconversión industrial.

Entre Polio y Cutrifera

 

Carlos Vega Zapico           

 

Santa Bárbara 2019

 

Subí a  Turón en medio de la vorágine del Black Friday y del Cyber Monday  -mira tú si no habrá palabras en castellano para dar nombre a estas invenciones consumista americana-. Volví para celebrar con mis paisanos y amigos la festividad de Santa Bárbara así como la Jornada Gastronómica del Pote Asturiano -ahora convertida ya en semana- y una vez de vuelta a tierras castellanas quisiera hacer algunas reflexiones -por supuesto personales- a cerca de estos días “festivos” aún a sabiendas de lo difícil que, en estos tiempos, es hablar y sobre todo dejar por escrito una opinión sin que alguien se altere y salga con su personal interpretación por los “cerros de Úbeda”, que siempre los hay.

No sé si por aquello del cambio climático o porque “en estes feches lo más normal ye que te frío y llueva” que dicen los paisanos, los primeros días fueron de auténtico invierno, cumpliendo lo que las previsiones climatológicas anunciaban “bajas temperaturas y lluvias en abundancia”. La “xielá” del día santa Bárbara fue de las de campeonato con el termómetro bajo 0, aunque después la temperatura, poco a poco, fue ascendiendo y el ambiente no fue del todo desagradable. Ya había comenzado la Cumbre del Clima.

A medio día del último de noviembre, los voladores anunciaban el inicio de los días festivos en torno al Pote Asturiano y ya comenzaron a verse por algunos establecimientos caras “nuevas” dispuestas a probar ese manjar de la cocina asturiana en el que la berza, la faba y el compango se unen para delicia de comensales, sin olvidarnos de esa delicia con el nombre de Tarta Turonesa. Corría el año 1995 y la presentación “del pote” se hizo en Casa Lelo, en la Cuadriella. Por aquellas fechas, este acto se celebraba cada año en uno de los establecimientos hosteleros del Valle y no hacía falta presentar la Jornada más allá de nuestros límites geográficos ni por supuesto en tierras costeras. En la comida de presentación estaban presentes, además de representantes de la Junta Directiva de Sotufe, el alcalde de Mieres, el recordado Misael; el praviano Marcelo Meana, por aquellas fechas Director General de Turismo del Principado y al que acompañaba Rafael Secades, presidente  de la Asociación Profesional de Hostelería de Asturias y miembros de la prensa regional. Fue entonces cuando a preguntas del ya fallecido y buen amigo Luis Estévez Llaneza “Cholo” sobre a qué se aspiraba con estas Jornadas, en el futuro, le respondí que pretendíamos que durante la festividad de Santa Bárbara “Turón güela a pote”. Era un día para recordar nuestro más reciente pasado minero -la cosa ya estaba en declive- y nada mejor que reunirse con familiares y amigos en torno a tan tradicional plato ya fuese en establecimientos hosteleros, en casa o en dónde se considerase oportuno. El caso era hacer una jornada de confraternización en torno a esa patrona de los mineros que nos hiciese no perder nuestras señas de identidad.

Luego, ya se sabe, llegó esa declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional que algunos pensaron sería el no va más y la salvación de todos nuestros males, esas lecciones magistrales sobre cómo hacer un pote,  esa exploración hacia el mejor pote del mundo mundial y ese cambio de cartel impersonal que sustituyó a la primitiva obra de nuestro Varela. ¡Cosa de los tiempos!

Como complemento y en torno a la Jornada, la organización había reparado una Semana Cultural -ya pasaron trece años Miguel, quien lo diría- que comenzaba ese mismo día con la actuación de Sara Cangas en el escenario que se había montado en el parque y ésta no se produjo por enfermedad, así que tuvieron que ser “2 Blus” los que pusieron la nota musical en una tarde –noche de lluvia y frío. En el Ateneo turonés y durante toda una quincena, pudo contemplarse una exposición pictórica del turonés Joaquín Castro López que bajo el título “Luz en la Mina” mostraba distintos aspectos de su personal vivencia minera. En el mismo escenario actuación de los “gaiteros de Turón” y concierto de Fran Juesas  que pusieron la nota musical de esta programación que se cerraba el sábado con la actuación de Chus Pedro -el de siempre y como siempre- en el salón de actos del antiguo Colegio La Salle donde los niños pudieron disfrutar de su propia actividad convertidos en precoces detectives. Lástima -y voy a ser benévolo- la escasa asistencia de público a los actos programados de los que no pensamos que cuestan un tiempo y una “pasta”. ¿Para qué?, me suelo preguntar con demasiada frecuencia.

Y ahora, toca a los organizadores meterse de lleno en la actividad navideña entre críticas pueblerinas lanzadas al aire “que algo queda”: que si no hay luces por la Veguina, que si el “turullu” molesta, que si el exceso de barrenos estresa a los pobres animales, que si los voladores contaminan, que si…. ¡coño! -con perdón- traigamos a Greta y suspendamos “El Pote” para ediciones venideras y así hay más tiempo para admirar las espectaculares iluminaciones de ciudades cercanas o llevar a los niños a pasar la tarde a centros comerciales. Luego, ya se sabe: el futuro del Valle está muy negro -perdón, oscuro-. Así nos luce el pelo. Yo, dentro de 365 pienso volver a comer el pote, ¡el que quiera que se apunte!.

Ah, por cierto, y ya que estamos en estos días de Santa Bárbara, una petición a la Santa:  a ver si a este Valle del río Turón -Ayuntamiento de Mieres- y “paradigma de la reconversión industrial”, le toca algo de esos 5.000 millones de euros que procedentes de la Unión Europea se repartirán para ayudas en unos tiempos en que “llega el último tren al que nos tenemos que subir, pero lo haremos con nuestros valores y forma de entender la vida” , como bien dijo Don Adrián Barbón Rodríguez –Presidente del Principado de Asturias- en presencia –entre otros- de Aníbal Vázquez –Alcalde de Mieres –con motivo de la festividad de los mineros, este mismo año en la capital del Concejo.

 

© Carlos Vega Zapico,  Valle del Turón, Diciembre 2019