La rosa de tus vientos

APRENDlENDO A CONTAR
 

- Treinta y tres rasas blancas;
y una tórtola herida
en mitad del camino.
Tus ojos se salieron para mirarme, líquidos,
como arroyos de estío.
-No puedes hacer nada,
sólo llorar.
Seguimos.
jAy, la muerte!
La vida que se aprende a cada paso lento.

-Siete pasos -contaste;
volviste la cabeza y temblando miraste,
tu mano ahogó en tu boca
la pena en un suspiro.
- Treinta y tres rosas blancas
y una tórtola muerta,
veintiséis margaritas
y siete peces rojos que saltan en la alberca
-canturreaste.
Y sin mirar atrás emprendiste la huida.



 

NUESTRA UTOPÍA

El futuro es nostalgia del pasado
J.L. Atienza

Creíamos en ello y viajamos
al este de este agónico mundo.
jAy, la Revolucion en un «Dyanne» amarillo!

jAy, la quimera deI mundo en sellos bolcheviques
y libros de Petöfi
con traduccion cubana!

El viaje. Sin capota en el coche,
el sol de la Utopía atravesó
los poros de tu blusita blanca
y calentó tu espalda, inundándote
toda y hacienda que rieras.

«El mañana eres tú», pensaba yo.
y hoy eres tú el mañana.
Conservamos los sellos.
Perdimos la esperanza pero
siempre estás tú.
 

©  Ángeles  González Fuentes, La rosa de los vientos, KRK, Oviedo, 2011