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Si subes al Tresconceyos deja una rosa roja

En memoria de Marcelino Escudero García

Se nos ha ido un turonés de pro, que hacía de su vida una lucha constante para mejorar nuestro valle


Con estas líneas sólo pretendo manifestar el sencillo homenaje póstumo a este amigo y excelente persona. Hace unos días se nos fue Marcelino. Con él se nos ha ido un turonés de pro que hacía de su vida una lucha constante para mejorar nuestro valle. Entre las muchas de sus intervenciones a favor de su pueblo, recordamos la labor desarrollada TRESCONCEJOS 032.jpgen torno a su historia minera, fruto de la cual surgió su libro «La herencia minera del valle de Turón». Fue también una persona que colaboró estrechamente para llevar a cabo la Senda Verde, que constituye toda ella un espacio museístico, mostrando al senderista un interesante catálogo de herramientas mineras. Fiel y comprometido con su ideología, impulsó el foro de la Memoria Histórica en el Pozo Fortuna, al que nos comprometió a varios turoneses. Durante este largo proceso que Marcelino se impuso por la defensa del Valle, plasmó en el 1.º de San José un monumento a los mineros fallecidos por accidentes en el pasado siglo. Es un lugar que a partir de ahora podía llevar su nombre, petición que traslado al Ayuntamiento de Mieres. Muchas más actuaciones llevó a cabo este turonés, como fue la dirección administrativa del Coro Minero. Marcelino era incansable en su trabajo, estaba al corriente de todos los acontecimientos y necesidades de su tierra, que recorría día a día y por todos los rincones de manera incansable. Conversaba con los lugareños y se informaba de las penurias y sucesos cotidianos. Marcelino, en definitiva, ha dejado entre todos los colectivos y vecinos una huella difícil de borrar.

Como buen senderista, su última marcha la finalizó en el pico Tresconceyos, uno de los muchos parajes que él más quería. Allí decidió descansar eternamente y allí permanecerá como fiel guardián del territorio que le vio nacer. Junto a su placa dedicada y al socaire de todos los vientos, estará siempre presente en nuestra memoria y con la mirada puesta en el acontecer diario, mientras que una ligera brisa viajará por todos los rincones, portando el susurro de su canción preferida, «La capitana», y todos a coro cantaremos con él.

Amigo senderista, si alguna vez recorres las montañas del Valle y subes al Tresconceyos deja una rosa roja en su memoria, que el pueblo de Turón, sus amigos y familiares te lo premiarán. Un adiós eterno, Marcelino.
 

Ángel FDEZ ORTEGA, artículo publicado en LNE , 3 de marzo de 2009