4º San Pedro, notas aclaratorias

NOTAS ACLARATORIAS SOBRE LA BOCAMINA DE SAN PEDRO

El amigo Nel Amaro tiene toda la razón ante el pequeño lío que se formado con las confusas noticias que no fueron bien matizadas por el informador del diario de La Nueva España y referidas a la bocamina del 4º de San Pedro en el valle de Turón. Aporté los datos que a continuación transcribo pero que dejó involuntariamente en el tintero la palabra clave, es decir el añadido “la mina más antigua según la epigrafía grabada en el frontal de entrada”.

En las cuencas mineras existen minas mucho más antiguas que ésta, como a la que se refiere de Bustiello de 1860, incluso otras más de origen prehistórico, pero que carecen de fecha cronológica “in situ”. La primera información sobre la existencia de esta mina la he dado a conocer durante las jornadas sobre la minería que llevo a cabo Grucomi en Turón durante la festividad de Santa Bárbara de 2002.

Los conciudadanos del valle deben de saber, según explican los técnicos en la materia incluidos los amigos de Grucomi, que aquí se ubica el patrimonio minero más importante de la Europa del carbón. En palabras de su presidente Pedro Fandos, hace constancia de lo siguiente: "Decir valle de Turón es decir valle del carbón. Hacía más de 300 millones de años que la naturaleza venía esperando que alguien descubriera su secreto mejor guardado, para ello había hecho confluir tres circunstancias únicas en toda la Cuenca Central Asturiana. Por un inexcrutable designio, este valle está orientado exactamente de Este a Oeste, adaptó su fisiografía a una espectacular estructura sinclinal y, por último, se instaló en el centro geográfico y geológico del gran territorio hullero asturiano. Sólo el valle de Turón, por esa triple e irrepetible coincidencia, puede presumir de haber concentrado en tan reducido territorio todo el fenómeno industrial que mayor repercusión habría de tener en la conformación de la moderna historia de Asturias y por ende de España"
 

RIQUEZA Y CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO INDUSTRIAL

Se necesita urgentemente un tratamiento técnico para conservar todos sus elementos industriales que jalonan el territorio a lo largo y ancho de sus 50 Km.2. En ese sentido algo ya se está haciendo, como es la recuperación del pozo Espinos y la trinchera del ferrocarril minero que une las localidades de Figaredo y La Güeria de Urbiés. Existen otros planes de largo alcance como son la recuperación de los pozos mineros de San José y Santa Bárbara para usos lúdicos y turísticos, pero estos planes quedarán cojos si no se aplica esta misma terapia hacia las numerosas bocaminas, aún sin catalogar, tal como se demanda en la reciente ley del Patrimonio Histórico (BIC).

En las laderas de los cordales que amparan este valle minero llegaron a abrirse más de 400 bocaminas, muchas de las cuales han desaparecido. Aún quedan unas 80 que a duras penas resisten el paso del tiempo, pero son mudos testigos de una actividad histórica que perduró y aún continúa en el valle desde hace más de 136 años.

Traemos a colación la situación de esta mina del 4º de San Pedro, ubicada a 422 m. de altitud en la ladera del cordal de Longalendo y en pleno territorio del Paisaje Protegido de las Cuencas Mineras. La bocamina se abrió en el año 1891 según consta en la epigrafía que orla su frontis. Fue una de las primeras explotaciones que levantó Hulleras de Turón durante los años 1880 y fue clausurada en 1934 tras un grave accidente donde fallecieron dos mineros. En el Grupo San Pedro, donde estaba situada, ya en el año 1883 produjo 29.934 TM. de carbón que se transportaban hacia el valle por medio de planos inclinados. Sabemos también, gracias a los datos aportados por el historiador turonés Manuel Jesús López que en el levantamiento de los muros de los planos y de esta bocamina, intervino un famoso cantero local denominado “Perico Cotarente. Vuelvo ha insistir en el dato más importante. Por medio de su cronología, esta mina se considera como la más antigua de las que aún persisten de las cuencas mineras asturianas en su aspecto original y epigrafiada en su piedra de clave.

Se sitúa en medio de un paraje bucólico, jalonado por un tupido bosque, cascadas de agua y un viejo molino. También se contemplan restos de planos inclinados, más bocaminas en cotas inferiores y superiores y restos de otras infraestructuras mineras. Están próximas al paso de la rutas senderistas P. R. AS- 35 “Senda de los caseríos y brañas turonesas” y la “Senda verde del Valle de Turón, por lo que de alguna manera debería de ligarse a las mismas prolongando ligeramente su recorrido y señalización

Esta bocamina representa uno de los valores que deben de enriquecer el paisaje turonés; su historia y patrimonio, pero actualmente exige el acondicionamiento urgente porque uno de sus muros de contención se ha desmoronado y peligra el derrumbe total por el peso de dos árboles que penden del mismo.

El Grupo Coleccionista Minero Investigador GRUCOMI asociación preocupada por la situación del rico patrimonio minero de la región, ha tomado conciencia del tema aquí tratado y ha denunciado públicamente la situación de abandono de dicho elemento de la arqueología minera asturiana.

Ángel Fernández Ortega