De Turón a San Fructuoso
Ismael Fernández Álvarez... "un obrero más".
Es Ismael un libro abierto de la historia de nuestro valle. Un hombre trabajador, detallista en sus recuerdos y con las ideas claras, muy claras. Es un turonés que desconoce la palabra resignación y que quisiera ver a su pueblo, su Turón, como dice, salir de esa letargia traicionera que emborrona su futuro.
Este hombre nacido en 1934 sigue hablando con pasión a la hora de desgranar unos recuerdos que parecen recobrar vida. Es su Villapendi " el pueblo más bonito de Asturias". Y no parecen faltarle argumentos a este hijo de José María y Benigna, cuando se trata de la defensa apasionada de ese rincón del valle donde creció y vivió tan feliz.
Su mente se llena de nostalgia y vuelve a jugar en su campo de fútbol, "el campo Santiago" disfrutando de sus encuentros, partidos de antología, "lugar de riba" contra "lugar de bajo". Allí recuerda el emblemático depósito de aguas de su infancia y esos juegos que poblaban el barrio de griterío y de animación: la peonza, el burro, ellirio, la pavana, la luz, el salta burro que te brinco, el aro, etc.
Describe su escolaridad etapa por etapa, con respeto, agradecido que está a cada hombre y mujer que le ayudaron a ser esa persona que con humildad y discreción escribe hoy, a su manera, con su trabajo, una faceta de la historia de nuestro valle. Fue a "aprender al grupo escolar, con don Casimiro". ¡Qué gran maestro! ...luego los Frailes hasta 5º y con la inolvidable Angelina en Villapendi.
Más tarde intentará los estudios de perito industrial,allá por 1949, pero dada su juventud no aprobó el ingreso en la carrera. Así empieza entonces su vida laboral en el famoso taller de Lago, pasando más tarde al Taller, con mayúscula, el de La Cuadriella en el que trabajará doce años. Un año en Barcelona y en 1966 la entrada en Ensidesa donde fue monitor del P.P.O. (algo así como "Promoción Profesional Obrera) y oficial de 1ª, calderero. Y aunque llegó a la jubilación, en Avilés, como de técnico de organización, dice humildemente de su carrera profesional: " nada importante, un obrero más".
Se siente orgulloso de su genealogía, de una historia familiar que entronca con su abuelo, "el mayorazu de Villandio". Su padre José Maria Fernández Gutierrez era de Villandio y Benigna Felicidad Alvarez Gonzalez de Villabazal...felices padres de cuatro hijos. Unos padres que vivieron junto a él hasta el final, alternando Avilés y Villapendi donde aún vive uno de los hermanos. Ismael se casó en Villalegre y sigue viviendo allí. Su tiempo libre lo pasa en Villada, un pueblo de Palencia donde tiene la maqueta de "su pozo" que lleva el nombre del barrio en el que vive, San Fructuoso.
Es Ismael merecedor de admiración por ese trabajo en solitario recuperando nuestra memoria minera. Es Ismael merecedor de una exposición en su pueblo, justo reconocimiento a tantas horas de trabajo desinteresado.
¿El modelismo para seguir recordando la minería?
No soy experto en esa materia, pero sí me gustaría haber conservado todo lo referente a "vía estrecha ", sus máquinas, sus vagones, su vía ferroviaria enlazada con el grupo Urbiés, hasta la Molinera. Seria fantástico, ese recorrido y su paso por los diferentes grupos, sus tolvas, sus castilletes, su riqueza histórica desaparecida. Eso sería recordar la desvalijada riqueza que poseía nuestro entorno minero, reclamando simbólicamente lo perteneciente a nuestro pueblo.
En esta labor tan solitaria, ¿cuál es el aliciente?
Tienes el sentimiento de que tu trabajo contribuye a la conservación de la historia del pueblo...
Cuando vemos funcionar las maquetas parece que se olvida uno del duro mundo del carbón...
No, yo creo que al revés. Sirven de estímulo para recordar nuestra vida en ese entorno minero en el que vivimos. Las maquetas dan vida a lo que primero vimos al nacer: vagones, maquinas, carbón. Además pienso que nuestra historia minera es como un gran puzle. Hay que saber armarlo, mina por mina, grupo por grupo. Ésta es una historia para dar a conocer. No tenemos que avergonzarnos de nuestro pasado minero, al contrario, estemos orgullosos de lo que fuimos.
¿Cuándo empieza esta vocación artística?
Desde que empiezas a trabajar en un trabajo que te gusta. En mi caso, fue el hierro, en la fragua, la calderería, el ajuste, etc. Empiezas haciendo un paletón para la cocina, un martillo, una mesa, claro si dispones de un taller como el que tenía Hulleras del Turón en La Cuadriella. Allí había un enorme potencial de oficiales y un jefe de taller extraordinario, el Sr Arias. Así empecé a descubrir lo que me gusta. Pero también aprendí durante el tiempo que pasé metido en los pozos y en los diversos grupos del valle.
¿Dificultades a la hora de realizar tus trabajos?
Cuando te pones con un proyecto de éstos no piensas en lo que viene. Los problemas te van surgiendo y los vas arreglando como mejor puedes. Como dije el mayor problema son las herramientas. Ésta maqueta no tiene nada de torno, ni de ajuste. Todo está hecho a mano, excepto sus motores y poleas. Éste es un trabajo más bien de calderería ya que el ajuste no existe. Eres tú el que tiene que dar las formas necesarias a cada pieza. Los vagones, sus formas, sus ruedas y sus ejes son todo producto de la imaginación. Las jaulas, vagonetas, mesillas, la cadena rastrera, en fin cada pieza es una ficha más de esta maqueta artesanal. Son muchas las piezas que mueven ésta maqueta, acompañan los numerosos vagones, básculas, volquetes, mesillas, cubas de agua de regar, repuestos, etc…Es un trabajo en el que nunca terminas, un proyecto trae otro y así hasta el final…
Hablanos del Pozo San Fructuoso...
¿Qué puedo decir yo del pozo San Fructuoso? Como creador del pozo diría que me siento satisfecho con el resultado. La finalidad de la obra era el dar a conocer como funciona un pozo minero. Y ahí está el resultado, con sus jaulas, sus guiaderas, su basculador, su cadena rastrera, sus tanquetes, su caña, sus escaleras, sus tuberías, sus poleas, sus cables, sus portillas, su castillete, en fin todo su conjunto. Hoy día es una realidad el verlo funcionar. Seguramente haya imperfecciones pero yo lo hice como un cántico a la minería, recordando los pozos de Turón donde trabajé.
¿Algún deseo en particular?
Uno y grande. Me gustaría que ayuntamientos y organismos oficiales, sobre todo en las cuencas mineras, tomaran más en serio estos trabajos a la hora de exponer en colegios, en fiestas locales, etc. No es mucho pedir que dediquen un poco de atención a estos artesanos, que son los que recuerdan nuestra historia. No creo que se arruinen patrocinando los trabajos artesanales y promocionando nuestras cuencas mineras de una u otra manera.
¿Turón es menos Turón sin minería?
Turón hoy día es otro Turón. Que queramos o no, la realidad es la que vemos. !No es nada!, no hay puestos de trabajo. Turón puede ser un pueblo dormitorio, están los jubilados de Hunosa y los jóvenes sin trabajo. Las escombreras están tapadas, el rio baja limpio, no hay ruidos, ahí están sus parques con maquinaria minera , sus caminos y sendas, pero falta lo principal… En realidad, , veo a Turón muy conforme con su destino, con su futuro.
¿Qué significa para ti Turón?
Turón para mi es mi pueblo de nacimiento, parte de mi vida, parte de mi familia, parte de mis amigos, parte de mis juegos, mis vivencias, mi trabajo, la gente conocida y cientos de recuerdos, todo eso es MI TURÓN.
¿Turón y el futuro?
Entrevista realizada por Jorge Varela para elvalledeturon.net, Avilés, mayo de 2011
y para conocer mejor la obra de Ismael ir al enlace:
pozosanfructuoso.wordpress.com/