Las asociaciones vecinales
Una de las asociaciones más activas y emblemáticas, Mejoras del Valle, nace con la llegada de la democracia. Su labor, reconocida por todos, es el fruto de una toma de conciencia de las necesidades y de las posibilidades del valle. Si sus logros son incuestionables, su pérdida de aceptación, sin embargo, llegará con su propia politización y el conflicto de intereses.
Una asociación necesaria
Con la llegada de la democracia surgieron en Turón las primeras asociaciones vecinales; fundadas en algunas aldeas o barrios. EI objetivo de estas asociaciones era conseguir mejorar la infraestructura del valle totalmente olvidada, es decir, las calles, viviendas, ofertas de tiempo libre, la iluminación, las canalizaciones, etc. En 1977 se fundó la Asociación Turonesa para las Mejoras del Valle, que en calidad de asociación vecinal se entendía que abarcaba todo el municipio. La idea de la asociación era constituir una administración paralela a la de Mieres, puesto que, aunque su número de habitantes era muy elevado, Turón no tenía una administración independiente y apenas tenía influencia sobre las decisiones adoptadas en Mieres. Así uno de los cofundadores de esta asociación describe lo siguiente:
Uno de los entrevistados define esta asociación de la siguiente forma:
Con el transcurrir de los años, con la iniciativa de Mejoras, surgieron un gran recinto deportivo, una piscina, un centro de asociaciones, un parque infantil y otras instalaciones. Además se realizaron importantes mejoras en las calles, que habían quedado en un estado desolado y en las que se habían producido accidentes con frecuencia. Mejoras consiguió todo esto gracias a su estrecha colaboración con la empresa HUNOSA: es decir, debido a las estrechas relaciones personales del director de HUNOSA con la presidencia de la asociación, que estaba formada por los «grandes» del valle. Así lo explica un antiguo miembro de Mejoras del Valle:
Había cuatro hombres fuertes aquí, en Mejoras. Por ejemplo, el presidente de Mejoras se movía siempre; por ejemplo, el alcalde era íntimo amigo de él. Cenaban, si no cenaban todos los sábados, cada quince días cenaban. Entonces eran hombres muy visibles y bien queridos (Inttur. 9).
EI apoyo involuntario y comprometido de los habitantes de Turón también contribuyó a estos trabajos. HUNOSA ponía el material y los habitantes aportaban su fuerza de trabajo. EI mérito de Mejoras del Valle en esa época es reconocido por todos.
Apoyo decidido y politización
En los años ochenta, Mejoras contaba con cerca de mil miembros: dos de los vocales de su presidencia fueron elegidos como ediles del Ayuntamiento de Mieres y ocuparon diferentes cargos en el consejo municipal, donde trataron de defender los intereses del valle, en particular la renovación del arruinado barrio de San Francisco. En ese tiempo los delegados municipales tenían la posibilidad de ejercer presión política sobre la Administración, como cuenta un miembro de la «vieja guardia»:
Pero es que el alcalde de Mieres, Buylla, en aquella época cualquier cosa que tuviera que hacer Turón venía a consultar con Mejoras del Valle. A Mejoras del Valle la escuchaban. Ahora no (Inttur. 9).
Si embargo con ello surgió simultáneamente el primer conflicto de intereses, puesto que los representantes se vieron entre su partido gobernante y su función como representantes de los intereses de su municipio, lo que en último término condujo a la dimisión de uno de los representantes. Muchos denominan a este proceso politización de la asociación de vecinos (se politizó», «ahí se metió en política»). Esta politización se ve preferentemente como algo negativo, significa intrigas y falta de transparencia; el municipio se siente excluido debido a este proceso. Así lo ve, por ejemplo, uno de los cofundadores de la asociación.
A partir de este instante Mejoras comenzó a perder la aceptación que había tenido en el municipio. En las conversaciones con los entrevistados llama la atención el hecho de que en las opiniones manifestadas sobre Mejoras del Valle se diferencia fundamentalmente entre la asociación «antigua», queriendo referirse a la época que hemos descrito de gran compromiso y muchas mejoras, y la asociación actual.
La “politización” de la asociación podría ser una de las razones para su pérdida de prestigio. Otras de las razones podría estribar probablemente en que ya había agotado sus posibilidades de actuación y que ya no le restaban otros campos de actuación. Así, el nuevo presidente de la asociación explica:
Lo que significaba, que la asociación, con sus patrones de actuación tradicionales, ya no podía llevar a la práctica los cambios necesarios; por ello se volvió inactiva e “inútil” a los ojos de los habitantes, por lo que perdió prestigio.
(Nota: Esta investigación sociológica de Patricia Latorre tiene en cuenta la situación de las asociaciones a fecha de 1996)
Seguirá - Capítulo 7: El cierre de los pozos
© Patricia Latorre y Ediciones Trea SL