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Cambio sociocultural en Turón: una región minera afectada por el declive de la hulla

Capítulo I del interesante estudio de Patricia Latorre dedicado al cambio sociocultural en Turón.

Cambio sociocultural en Turón: una región minera afectada por el declive de la hulla (1)

 
INTRODUCCIÓN

En 1990 los habitantes de Turón celebraron con una exposición fotográfica el centenario del Turón industrial bajo el lema «100 años de carbón en el valle de Turón». En vista del declive de la minería y del retroceso de la actividad productiva en el valle muchos habitantes han recobrado ahora la conciencia de esa historia. «La minería ha sido Turón», es algo que muchos piensan, y todos ellos creen que el Estado tiene aún una deuda hist6rica que saldar con la población. Convencidos de que la tierra ha sido sacrificada durante décadas, (2) ahora ha llegado el momento de ser indemnizados por ese sacrificio.
Lavadero-1.jpg
Esta opinión ilustra lo entrelazados que se encuentran la historia y el presente en el pensamiento de esas personas y apunta ya un mecanismo para la superación de la crisis, en concreto la construcción del pasado propio para explicar el presente y poder superarlo.

Valga esto como ejemplo para mostrar que el conocimiento y la comprensión del pasado de un colectivo es una premisa imprescindible para comprender sus actuales patrones de pensamiento y de actuación. Para decirlo con las palabras de F. Braudel: «Le temps d'aujourd'hui date à la fois d'hier, d'avant-hier, de jadis» (Braudel, 1977, p. 56). (3) Por esta razón, aquí debe adoptarse una «óptica de ciclos prolongados» y analizar la historia centenaria del municipio de Turón, para así poder comprender el cambio sociocultural condicionado por el declive de la minería.
 
Primero vamos a esbozar una imagen del valle y su municipio; después entraremos en su historia y, a continuación, analizaremos las reacciones del municipio al cierre de las minas de carbón. Para concluir se presentarán algunas tesis sobre el cambio sociocultural de este municipio.

Este análisis es el resultado de una observación participativa de varias semanas durante las cuales se realizaron numerosas entrevistas de grupo e individuales a habitantes del valle. Sobre el tema que elaboramos aquí apenas existen trabajos previos, por lo cual este análisis se apoya únicamente en la evaluación de artículos extraídos de periódicos regionales, publicaciones locales y de asociaciones, así como en trabajos de sociólogos e historiadores sobre temas más generales o afines.

 
CAPÍTULO I - EL VALLE DEL TURON Y SU POBLACION
 
Barrio San francisco.jpgEntre las dos regiones mineras principales del centro de Asturias, los valles del Caudal y del Nalón, se extiende un valle de montaña que ocupa 14 km de longitud y una superficie total de 50 km², y que recibe su nombre del río Turón. Administrativamente, esta zona es un barrio de Mieres, cabeza de la comarca. En adelante lo denominaremos municipio, puesto que no sólo constituye una unidad geográficamente independiente de la ciudad de Mieres, sino que también lo es en la conciencia de sus habitantes.

Originariamente la población vivía en pequeñas aldeas diseminadas por las laderas de la montaña, preferentemente orientadas a la solana, el lado que más tiempo permanece expuesto al sol. El estrecho y oscuro fondo del valle no estaba colonizado. En la actualidad sucede a la inversa. Muchas aldeas están completa o parcialmente abandonadas y, por el contrario, el fondo del valle se halla densamente poblado en torno a la calle principal, que discurre a lo largo de los pozos mineros cerrados. El conjunto ofrece una triste imagen: la mayoría de las casas se han derrumbado, muchas permanecen vacías y llevan muchos años en venta. A excepción de algunas residencias relativamente nuevas (como, por ejemplo, la cooperativa Santa Bárbara o el barrio de San Francisco, de nueva construcción después de décadas de pugna con la administración municipal), Turón da la impresión de ser una localidad desatendida y abandonada a su propia ruina.

Tanto el espacio habitable, marcado por la presencia de barrios, colonias y asentamientos construidos en tiempos del paternalismo industrial, como el espacio económico, caracterizado par los pozos, talleres e innumerables escombreras (aproximadamente quinientas) parecen estar amalgamados arbitrariamente, dado que no existe una separación, espacial entre ellos. No obstante, por encima de esta estructura aparentemente anárquica existe un orden que obedece sin excepción a los «criterios técnicos» de Ia explotación territorial de las empresas mineras del carbón, cuyo primer y único objetivo era maximizar el beneficio. Así puede explicarse, por ejemplo, por qué los asentamientos obreros se construyeron directamente junto a los pozos: en una época en la que la infraestructura de vías de transporte apenas estaba desarrollada y en la que no era infrecuente que los obreros tuvieran que recorrer a pie marchas de una o dos horas desde su casa al puesto de trabajo, redundaba en interés de las empresas reducir alBArrio Santa Bárbara.jpg mínimo la distancia existente entre el hogar y el puesto de trabajo. A fin de cuentas, las largas marchas a pie necesitaban más descanso después del trabajo y por tanto mayor fatiga y menor eficiencia laboral. Un jubilado narra lo siguiente:
 
“Yo cuando vine tenía que subir andando todos los días y bajar y echaba una hora u hora y media “( Inttur 37)

Además, el espacio destinado a viviendas no se desarrolló con lentitud; más bien, en concordancia con la coyuntura de la hulla y la demanda de zona habitable para los obreros que ésta exigía, se produjo a empellones una rápida formación industrial sobre las estructuras tradicionales de un espacio caracterizado por la agricultura y la ganadería. Surgió una estructura urbana que se contraponía a las estructuras «habituales»: el centro servía para uso industrial y la periferia como zona residencial, para el sector servicios y los negocios. Lo que Paz Cabello cuenta sobre otro municipio minero se aplica también a Turón:
 
 
El conjunto urbano está dominado, no por los edificios que suelen tener más empaque, de una forma general - la casa ayuntamiento, la iglesia, etc.- sino por el castillete del pozo (... ), por las escombreras (... ) (cfr. Maurín Álvarez, 1987, p. 22).

 
Actualmente la imagen urbana está caracterizada por la presencia de jubilados y prejubilados que pasean y por la ausencia de jóvenes. El envejecimiento de la población de Turón se hace patente consultando los datos recabados por SADEI en el censo de población de 1991. De los 6.597 habitantes, el 27% tenía más de sesenta años (cfr. Ruiz Fernández, 1995). Si se compara con el conjunto de la región de Asturias y con el municipio de Mieres, se observan también las dimensiones que tiene en Turón el proceso de envejecimiento: el índice de vejez (coeficiente calculado a Castillete.jpgpartirde la relación entre la población de más de sesenta y cinco años y de menos de quince años) es de 121,18, mientras que para Asturias es de 103,34 y para Mieres, de 97,39. La razón de este envejecimiento exagerado radica predominantemente en la emigración masiva que se produjo en los años ochenta.

La estructura económica del Turón industrial estuvo siempre determinada por el monocultivo de la hulla. El concepto de monocultivo continúa siendo plenamente acertado en la actualidad: en 1993 la empresa minera estatal HUNOSA, que en conjunto proporciona 1.342 de los 1.395 puestos de trabajo totales, daba empleo al 96,2% de la población activa de Turón. Por lo tanto el cierre de todos los pozos significa la pérdida de la práctica totalidad de puestos de trabajo en el valle. Esta situación no se observa en un aumento del desempleo, puesto que la mayoría de los obreros se jubilan anticipadamente o son trasladados a otros pozos. Significa más bien la pérdida de la base de identidad del municipio que había surgido y crecido por la minería. Aún cuando el municipio de Mieres también depende fuertemente de los puestos de trabajo de HUNOSA (37,45% del total de empleos) y también registra una elevada tasa de desempleo, sin embargo no está amenazado aún en su propia existencia como Turón. Basándose en estos datos puede entenderse también por qué los habitantes de Turón rememoran con más intensidad un pasado que a sus ojos fue «glorioso» (debido a su productividad). Sobre todo, porque dicho pasado es el claro antagonista de un presente improductivo y de un futuro sin perspectivas e inseguro.

Si bien según SADEI oficialmente no existen puestos de trabajo declarados en la agricultura, el segundo empleo en la agricultura y ganadería representa una fuente secundaria de ingresos para muchas familias, que la utilizan sobre todo para el autoconsumo. En 1986 había en el valle del Caudal 5.002 empresas agrícolas y ganaderas, con un total de 29.170 fincas y 15.685 unidades ganaderas.

La práctica del monocultivo y la política de empleo de HUNOSA repercuten también sobre la estructura de la población activa. En 1991, cuando aún funcionaban los tres pozos de Turón, el número de población activa ascendía a 2.033, lo que equivale a una cuota de poblacion activa del 36,86%. Comparado con el porcentaje de Asturias (45,26%) y de España (49,10%), este porcentaje es relativamente pequeño, lo que cabe achacar al elevado número de jubilados, tanto en edad reglamentaria como prejubilados. Otra razón de la existencia de este bajo porcentaje puede ser la reacción de muchas personas en busca de trabajo, que tras algún tiempo de búsqueda infructuosa dejan de darse de alta como desempleados que buscan empleo y por lo tanto pasan a engrosar la lista de la población no activa.

La tasa de población activa desglosada por sexos no solo refleja la estructura económica de este territorio (en concreto, actividades industriales desempeñadas exclusivamente por hombres), sino también la tradicional división de papeles tan fuertemente enraizada en las comarcas mineras: entre las mujeres esta tasa es de 21 ,86%, en contraposición al 52,81% que corresponde a los hombres. Esta situación se ve con mayor claridad aún en la tasa de Turón en dos tiempos.jpgempleo, que en Turón se sitúa en el 10,92% para las mujeres y en el 43,29% para los hombres. Igualmente en la tasa de desempleo, que es de un 49,36% para las mujeres, en contraposición al 16,75% correspondiente a los hombres; todos estos datos confirman la misma impresión. Si lo comparamos con la tasa de desempleo de Asturias puede verse que aquí el desempleo entre las mujeres es sustancialmente más elevado que entre los hombres, pero que en el caso de Turón es casi el doble.

La mayor tasa de empleo hay que buscarla entre los hombres en edades comprendidas entre treinta y treinta y cuatro años, lo que hay que achacar a que los representantes de este grupo de edad habían recibido un puesto de trabajo en HUNOSA hacia el final de los años setenta: La menor tasa de empleo entre los hombres se sitúa entre los veinte y los veinticuatro años de edad. Precisamente en este grupo de edad la tasa de empleo entre las mujeres es máxima (51,13% de las mujeres empleadas tienen menos de treinta años). Este hecho puede interpretarse de paso afirmando que las mujeres jóvenes tratan de escapar de las estructuras tradicionales y de integrarse en el mercado de trabajo.

A pesar de las reducidas oportunidades existentes en el mercado de trabajo y de la protección familiar que aún perdura, el porcentaje de población activa menor de veinticinco años en Turón es mayor que en Asturias (22,77% frente a 15 %), lo que apunta a una temprana integración de los jóvenes de esta zona en el mercado de trabajo.

Como ya se ha mencionado, el cierre de los pozos en el valle no significa un aumento inmediato de la tasa de desempleo masculino. A pesar de ello, en 1991, antes de los cierres, esta tasa era sustancialmente mayor que la del conjunto de la región, en concreto 26,41% frente al 18,19% de Asturias. Más grave aún es el desempleo juvenil: más de la mitad de los desempleados tienen menos de veinticinco años (55,25%); y los desempleados menores de treinta años constituyen el 79% del total.


La insuficiente cualificación de la juventud de este municipio contribuye a este alto índice de desempleo, dado que está estrechamente relacionado con el nivel educativo En Turón, donde la inmensa mayoría de la población ha asistido a la escuela primaria, sólo el 4,10% ha concluido estudios superiores.


Seguirá  - Capítulo 2: La política empresarial de Hulleras del Turón
 

©
Patricia Latorre y Ediciones Trea SL

 

 


 

(1)  LATORRE, Patricia, "Cambio sociocultural en Turón: una región minera afectada por el declive de la hulla", en Holm-Detlev Köhler (coord. ed.), Asturias: el declive de una región industrial, Gijón, Ediciones Trea, 1996, pp. 213-250.

(2) " Hay una deuda pendiente con este pueblo...Turón ha pagado un serio tributo a la minería" (LNE, 11-09-1990).

(3) BRAUDEL, Fernand, Écrits sur l'Histoire, 1977, París