El cierre de los pozos

Como ya hemos mencionado las personas encuestadas percibían de forma muy selectiva la crisis. Por una parte se cree que la crisis de la hulla ya existía en los años sesenta; por otro lado no se quería o no se podía imaginar ni por asomo que los propios pozos también se verían afectados por el declive de la hulla. En el marco de las huelgas de carácter regional contra los planes de paralización de HUNOSA, en 1986 pararon también los obreros en los pozos de Turón. Las tiendas, los restaurantes y bares también permanecieron cerrados durante un día. Después de esta fase en Turón mismo no se produjo ninguna protesta más.

Fue precisamente la juventud, que se encontraba en el inicio de su vida profesional, la que notó más intensamente la política de ajuste de la empresa. Desde los años ochenta, ya les resultaba cada vez más difícil encontrar un puesto de trabajo en la mina. Y dado que los estudios universitarios tampoco ofrecían ya una garantía de un puesto de trabajo y que además no existía ninguna alternativa a la mina, se hizo más palpable aún el déficit existente en cuanto a posibilidades de formación en carreras de nivel medio u otras profesiones técnicas. Aun cuando este grupo era el más intensamente afectado por el desempleo, no era un hecho constatable, En este caso la familia asumió una importante función de amortiguador, de forma que los jóvenes parados o amenazados por el desempleo no acabaron en la calle ni dependiendo la mayoría de ellos de las ayudas sociales y los reducidos subsidios de desempleo, sino que permanecieron en la casa paterna que ofrecía aún la seguridad de un sueldo fijo o la de una renta relativamente alta del padre. De forma que en Turón es completamente habitual que un desempleado de treinta años viva en la casa de sus padres, junto a su cónyuge o sus hijos, y que viva del sueldo del padre. Aquí no se planteaba la posibilidad de que los padres pudieran negar a los hijos este apoyo, como es bastante habitual en otros países. Así uno de los jóvenes dice:

Es que es imposible echar a un hijo de casa (Inttur. 2).

La vinculación con la casa paterna no está condicionada sólo por el desempleo de la juventud y por la debilidad de la asistencia social pública. Tanto aquí como de manera muy particular en las regiones rurales y las pequeñas ciudades continúa siendo habitual vivir en la casa paterna hasta el día de la boda. La desvinculación tardía de la casa paterna es un componente de la cultura española al que se hace honor precisamente en la actual situación de crisis.

Sin embargo, no todos consideran positivo este hecho, y algunos piensan que la seguridad que ofrece la casa paterna favorece la comodidad de los jóvenes, puesto que en el fondo no tienen que preocuparse por su situación financiera. Este terna es objeto de frecuente controversia y debate tanto entre los jóvenes como entre los adultos. Así, par ejemplo, un joven desempleado de dieciocho años opina:

Aquí lo que hay son viejos con buenas pagas. Entonces a los hijos no les hace falta de comer, no les hace falta de vestir, no les hace falta para salir. Y la mayoría de los hijos son unos huevones, que les gusta estar ahí sentados y mi papi me lo paga. Es que esa gente no pasó hambre (Inttur. 3).

Una joven mujer casada que vive independientemente con su marido y su niño pequeño y que limpia fuera de casa para ganar un sueldo adicional al salario de su marido dice:

O gente que está en casa muy a gusto, si estuviese soltera con mi madre, tampoco hubiese tenido que quitar lamierda de nadie... (Inttur. 4).

Un obrero argumenta que la juventud de las cuencas mineras, en contraposición a las de otras regiones de España, nunca ha visto amenazada su existencia, y que por ello tampoco ha visto la necesidad de tenerse que preocupar de su sustento.

Al joven que se queda en casa o eso, es que, que lo tiene todo. Entonces un joven que vea necesidad de estudiar, bien porque se pase mal en casa o bien porque Ie falte algo, pues estudiaría. Yo siempre digo: fijaros en la gente de Castilla, de León. Yo conozco mucha gente de León y tal. Yo digo, casi todos, el más tonto es abogado. Casi todos estudian ¿por qué? Porque en la familia lo pasaban bastante mal (Inttur. 10).

Las voces que están en desacuerdo con esta opinión y que no responsabilizan a los jóvenes de su situación son mucho menos numerosas.

En 1992 se cerró en Turón eI segundo de los últimos tres pozos en funcionamiento, y los trabajadores de los pozos San Víctor y San José fueron desplazados a otros pozos o prejubilados. Como en breve debía cerrarse también el último pozo (Santa Bárbara), se alzaron algunas voces que defendían una «salvación» de Turón. Representantes de partidos políticos, sindicatos y diferentes asociaciones fundaron una plataforma que representaba a todo el municipio y que era sostenida por ellos. En diferentes grupos de trabajo se formularon propuestas de solución que intentaban contribuir a frenar el declive. También Mejoras del Valle, cuya presidencia estaba formada por un grupo de personas nuevas (el presidente era un médico, y eI vicepresidente un maestro), estaba representado en esta plataforma. En el acto de fundación participaron aproximadamente quinientos miembros del municipio, lo que da una idea del interés existente por las cuestiones relativas a la situación del valle. Por una parte los grupos de trabajo formularon reclamaciones importantes, como el enlace directo de Turón a la autovía, la construcción de viviendas sociales. La liberación de suelo de uso industrial por parte de HUNOSA, para poder atraer a pequeñas y medias empresas, y un taller de formación para los jóvenes. Por otro lado, también se presentaron algunos proyectos de carácter eminentemente folklórico y dudosa rentabilidad, como por ejemplo, un tren museo que atraviese el valle como atracción turística, la concentración de productos agrícolas (castañas, manzanas, cultivo de setas en las galerías, ganadería) o convertir a Turón en centro de la moda de la región. Justo antes de las elecciones vinieron representantes del gobierno regional prometiendo diferentes proyectos para el valle, como una fábrica de tejas que finalmente acabo construyéndose en otra localidad. Esta decisión del gobierno de la mancomunidad regional da motivo a especulaciones en el sentido de que los políticos locales de la otra localidad han hecho valer su influencia para imponer esa decisión. Así dos habitantes del valle dicen:

El único sitio que cierran todos los pozos, que no queda un pozo, es aqui, (".) Porque en otros sitios tienen; por ejemplo, en Sarna el jefe de la UGT, el Villa, y es el jefe, y es de alIí, ye el amo en Oviedo del PSOE, un sindicalista; era un tractorista, y ye el que manda en Asturias, con eso está todo dicho. EI que manda en Asturias ¿eh? (Inttur,24).

Es que por encima de los concejales hay otra fuerza mayor, que está el señor Madera, que debe ser director de HUNOSA, que es de ese pueblo concretamente, de Aller, y es un alto cargo en HUNOSA, no sé si es director o vicedirector. Probablemente sea eso. Yo no soy experto en ello, pero los que tienen conocimiento dicen que sí (Inttur, 34).

El convencimiento de la gente de que las decisiones de política económica dependen fundamentalmente de la influencia personal de determinados políticos se ve reforzado por las experiencias tenidas en el pasado, cuando debido a las buenas relaciones personales a alto nivel y a la política paternalista de la empresa se consiguieron muchas cosas para el valle. Así un jubilado nos dice:

Si Villa fuera de Turón, no cerraban ninguna mina.(.,,) Sí, pero cada uno tira para lo suyo; si hubiera sido por Felgueroso, que era el presidente que había aquí de HUNOSA, que quería mucho a Turón, en Turón no se cerraban, hombre, podían a lo mejor cerrar alguna mina por ahí, pero por lo menos un par de pozos quedarían hoy. Claro, cada uno tira para su pueblo (Inttur. 24).


E incluso el segundo alcalde de Mieres lIora los tiempos pasados en que las empresas se involucraban por el bienestar de los municipios.

Yo creo que el que nos haya faltado en Turón, por ejemplo, algún director que quisiera un poco a Turón..., nosotros lo tuvimos, aquí hubo un señor que se llamaba Fernández Felgueroso, que fue alguien que miró por Turon y que le tiraba el pueblo; entonces yo creo que hubiera, de haber estado él, hubiera planificado con tiempo Turón, al menos ahora seguiría existiendo, igual que existe Aller o existe una pequeña parte de Mieres o Langreo. Turon seguiría existiendo yo creo, porque él siempre decía que Turón tenía carbón para sesenta años,(...) No hubo alguien que nos quisiera un poco(Intrur.23).

Como se cree que sólo el que tiene poder e influencia puede conseguir cambios, se hunde la confianza en la capacidad de los propios políticos, dado que ni siquiera tienen influencia a nivel municipal. Esto confirma una vez más la sensación, mantenida durante décadas, de ser ignorados por el gobierno de la mancomunidad.

El problema que tiene Turón es el problema de puestos de trabajo, y los puestos de trabajo no se han dado porque no; lo primero que se pidió, que fue un acceso directo a la autopista, no se concedió porque tienen que estar no sé qué metros uno de otro. Sin embargo, pues en Mieres tienen dos apegados, a doscientos, trescientos metros hay dos entradas a Mieres (Inttur. 35).

Es como para todo. Es como, por ejemplo, iban a poner aquí pues lo de corte y confección.(...) Vienen y dicen: No hay sitio. ¿No hay sitio? iNo! Lo tienen. Lo que pasa es que no les interesa, porque cuando a lo mejor aquí tienes a seis personas que te van a hacer ese curso, lo montas en Mieres, y en vez de seis personas tienes veinte y tantas o treinta y tantas. ¿Dónde merece más la pena? Pues ahí (Inttur.4).


No obstante, aun cuando efectivamente la influencia y el poder sean necesarias para atraer importantes decisiones de política económica, sigue predominando una idea irracional respecto a las posibilidades de actuación política de los políticos locales, municipales y regionales. Se está convencido de que los representantes locales no defienden los municipios porque no pueden verse los resultados, es decir, porque todos los pozos están cerrados, Esto muestra lo poco realistas que son las expectativas que la población deposita en los representantes locales y en el gobierno municipal. Así, por ejemplo, el segundo alcalde de Mieres opina:

Lo que ocurre es que no tenernos el poder que se nos atribuye (Inttur. 23).

Algunos van incluso más lejos y atribuyen el “fracaso” de los ediles municipales a su falta de formación, negándoles de paso su competencia política.

Y un minero no puede estar en la televisión, y no puede estar de alcalde de Mieres porque no está preparado. ¡Y estamos gobernados por gente así, chaval! ¿Cómo que no? ¡Si aquí en Turón nos está gobernando un señor que es patatero! Puede estar preparado como cualquier persona, pero sabes que es mentira. No saben hacer una '0' con un vaso la mayor parte de los sindicalistas iQue no! (Inttur. 3).


Aquí se hace patente lo importante que es la educación a ojos del pueblo. La educación no es solo, como se ha constatado más arriba, un medio de promoción social y de escapar de la vida del minero, sino que sirve también como legitimación para pretensiones de poder y liderazgo.
 

A medida que Mejoras del Valle recuperó su actividad, asociación de vecinos, se inmiscuyó en la política de gobierno y en la política de las empresas, adquirió un componente político y se distanció de la política de la asociación dirigida hasta entonces por la «vieja guardia». Esto significó un rechazo consciente de la relación paternalista que esta vieja guardia había cuidado respecto a la empresa, y se comenzó a criticar la política empresarial de forma muy particular por cuanto respecta la explotación a cielo abierto. Esta postura crítica condujo a que HUNOSA suprimiera todos los anteriores privilegios concedidos a la asociación (p. ej., suministro de electricidad y agua gratuitos en los locales de la asociación). La «vieja guardia» no vio con buenos ojos este giro en la política de la asociación. EI nuevo vicepresidente declara:

La realidad fue evolucionando y entonces imponíase otro tipo de estrategia claramente de actuación. Es decir ante esta situación última tan grave de declive, de cierre de todos los pozos, lo más urgente era organizarse en torno a esa situación. Entonces hay un cambio sustancial, pienso yo, entre la forma de hacer de la directiva anterior, que se planteaba cosas muy concretas. Eso tan urgente y tan necesario pues ya no era lo más apremiante. ¿Qué pasa? Que nos encontramos con que ellos desde luego tuvieron el apoyo, porque supieron hacerlo, el apoyo de la empresa; la empresa tenía otra política; la empresa, desde luego cuando nosotros acudimos a la dirección de Mejoras del Valle, ya tenía el rumbo totalmente cambiado en cuanto a la política social, por ejemplo, de la empresa. La empresa ya venía aquí a cerrar y entonces todo lo que suponía gastar un duro en mejoras sociales eso ya estaba descartado completamente de la política de HUNOSA. Y nosotros encontrarnos que incluso, pues eso, cuestiones como decir: pues, oye, pues esto que es vuestro que está quedando, esta casa que está quedando en la ruina podría venir bien para un local social de una asociación juvenil o cultural y nada. 0 sea, cerrados en banda, o sea, quiero decir que ni a eso accedían (lnttur. 9).

Cuando en 1993 se tuvieron noticias del cierre planeado del último pozo (Santa Bárbara), se realizó una espectacular marcha de protesta desde Turón a Mieres en la que participaron cerca de tres mil personas. Esta marcha debió realizarse exclusivamente en nombre de Mejoras, para dirigirse a todo el municipio y no sólo a los simpatizantes de un partido político o sindicato. En todo caso, los representantes de CC. OO. se arrogan el mérito de haber sido los auténticos iniciadores de la protesta.

Entonces fuimos nosotros los que iniciamos todas las movilizaciones (.. .), si no, por ellos mismos, se hubiera cerrado Santa Bárbara como San José y San Víctor. A tomar por saco. A llorar un poco «quedarnos sin nada», pero de ahí no pasan (Inttur.12).

Después de esta marcha, a la que no siguió reacción alguna ni por parte del Gobierno ni por parte de la empresa, volvió la tranquilidad al valle. A lo largo de un año no se produjo ninguna otra campaña. Cuando se selló definitivamente el cierre de Santa Bárbara, algunos representantes sindicales del pozo se unieron en una protesta dirigida especialmente contra la propia dirección sindical que había suscrito el cierre de Santa Bárbara. La población no reaccionó a esta protesta con el apoyo que esperaban los obreros.

Esta desunión es un indicativo de una escisión dentro del municipio de Turón. En la mente de las gentes ya se ha producido una separación entre el pozo y el municipio. Antiguamente la plantilla de los pozos era un componente integral del municipio, puesto que todos los obreros vivían en eI valle. Con eI tiempo se convirtió casi en un cuerpo extraño, ya que una gran parte de los obreros tenía su puesto de trabajo en Turón, pero no su residencia. Así lo describe también el secretario general del PSOE de Mieres:

Hay que tener en cuenta que de los trabajadores que viven en Turón no representan ni el 20%. (...) EI 31% de los trabajadores que trabajaban en el pozo San José venían de Gijón, por ejemplo. (...)Del taller que tenía aproximadamente una plantilla de ciento treinta o ciento cuarenta personas, en Turón vivían siete (Inttr. 25).

Las pocas protestas que se produjeron contra los cierres de los pozos provinieron de los propios representantes sindicales de los pozos, que mayoritariamente no vivían en el valle y que apenas tenían relaciones estrechas con la población. Utilizaron la infraestructura vecinal existente, en concreto Mejoras del Valle, para involucrar activamente en esta protesta a la población, lo que ciertamente consiguieron de forma puntual. Sin embargo, la población misma, cuyo criterio de «éxito» de las movilizaciones continúan siendo las grandes huelgas de los años sesenta y setenta, cree haber fracasado por no haberse mantenido unidos como municipios y haber luchado.

Finalmente, en puertas y ventanas de todo eI valle se colgaron crespones negros sobre paños verdes en señal de Iuto, y una versión de pequeño formato se llevaba colgada en la indumentaria, con lo cual termina el capítulo del «Turón industrial».

Seguirá - Capítulo 8: Cambio sociocultural   
© Patricia Latorre y Ediciones Trea SL

NB En enero de 1993 cierra el pozo de San José, el de Santa Bárbara en septiembre de 1994 y el pozo Figaredo será el último del valle en cerrar en junio de 2007.