Herramientas Personales

Cambiar a contenido. | Saltar a navegación

Navegación

Navegación
Menu de navigation
Usted está aquí: Inicio / Historia / Autores / Carlos Vega Zapico / Comienza un nuevo año
Acciones de Documento

Comienza un nuevo año

“Año nuevo, vida nueva vida” dice el refrán popular. Y bien es verdad que el año transcurre inexorable, ajeno a los acontecimientos, al ritmo de las hojas del calendario. Pero todo lo demás, esa vida nueva que se vislumbra, depende mucho de nosotros. También es cierto que todo ciclo abre nuevas oportunidades y la mayoría de entre nosotros encara los próximos doce meses con gran dosis de optimismo. A veces no solo hay aires nuevos sino también unos cuantos desafíos. La realidad está a la vuelta del calendario. El artículo de nuestro colaborador Carlos Vega Zapico, gran observador de nuestro pueblo, cuenta las pulsaciones del Valle en este mes de enero de 2022. No faltan los retos.

Recuerdos a media tarde

 

Carlos vega Zapico

 

Comienza un nuevo año

 

Enero es, en la actualidad, el primer el mes del año en lo que conocemos como calendario gregoriano, aunque a lo largo de la historia no ha sido siempre así puesto que el mundo romano tan solo tenía diez meses y comenzaba con Martius, mes dedicado al dios Marte que con el tiempo pasaría a ser lo que hoy conocemos como el mes de marzo. Cuenta la leyenda que fue el rey Numa Pompillo, sucesor de Rómulo allá por el año 713 antes de Cristo el que incorporó los meses de enero y febrero para completar, de esa forma, el calendario lunar.

Fuese aquello realidad o leyenda, para nosotros, al menos para los de mi generación, comenzaba el año a partir de escuchar por aquellos enormes  aparatos radio que había en nuestras casas, siempre unidos a su inseparable voltímetro, las doce campanadas “desde la Puerta del Sol de Madrid”. Eran tiempos en que no había televisión, por lo que había que andar listo y comer una uva a cada campanada, que sonaban en el más estricto silencio contenido. A partir de ahí, llegaban las felicitaciones a los “Manueles”… Hoy, los tiempos han cambiado, aunque en estos días de tanto “coronavirus” la alegría sea contenida en tan señaladas  y familiares fechas. Aún así, nuestro Turón celebró la llegada del nuevo año, “el de los tres patitos” como ya algunos le denominan, con algunos acontecimientos a reseñar.

En la programación navideña, después del mercadillo celebrado en el salón de actos del antiguo colegio de La Salle, sus majestades los Reyes Magos volvieron a hacer las delicias de los más pequeños, cada vez más escasos en el Valle. Uno, porque la grey infantil escasea cada día más y otro porque se sigue acudiendo  a estos tradicionales actos fuera de nuestra localidad. Después vendrán las quejas y las siempre odiosas comparaciones entre lo que fuimos y somos sin que paremos a analizar lo que seremos con este tipo de conductas. La cabalgata de Reyes de este año, me encantó y es de agradecer el tremendo trabajo de los miembros de Sotufe para la realización las carrozas y el resto de “cosuques” que ello conlleva. Lástima la escasa participación de acompañamiento que en parte fue debido, todo hay que decirlo, a las medidas sanitarias exigidas. Y que mejor remate que el chocolate que un año más estuvo a cargo de la Asociación de Amas de Casa y que se supera año tras año. Al día siguiente, ya se sabe, nervios y lloros ante la ilusión de haber recibido cuanto se había pedido y desayuno de ese ya tradicional Roscón de Reyes preparado con todo cariño por el hombre más dulce de nuestro Valle. ¡Qué felicidad!.

Otro de los temas a destacar en el presente mes, fue la dimisión, por fin de mandato, de la Junta Directiva de la Asociación Turonesa para la Mejora del Valle celebrada en la Asamblea General Ordinaria del miércoles 12 del presente mes. Mínima asistencia de socios y el anuncio de la hasta la fecha su presidenta Silvia Suárez de no presentarse a la reelección lo que dio lugar a la formación de una Junta Gestora que, en Asamblea del día 26 informó no haber recibido ninguna propuesta de candidatura. La cosa no pinta bien pues ni siquiea suenan nombres de personas que quieran hacerse cargo de la Asociación Turonesa. En breves días una nueva reunión y en caso de que las cosas sigan de igual manera, quiero suponer que nueva Asamblea para disolver la Asociación. Así de sencillo y claro. Habrá tiempo para escribir largo y tendido sobre Mejoras del Valle. De momento sólo queda esperar.

En el aspecto cultural el gran tema de los últimos meses fue la  exposición de McCall en la antigua sala de compresores del pozo Santa Bárbara clausurada el sábado 29 del presente por el presidente del Principado de Asturias y el alcalde Mieres. Inaugurada en los primeros días del mes de octubre, por unos meses convirtió a nuestro Bien de Interés Cultural en espacio cultural visitado por unas 3.000 personas, según fuentes de la organización, siendo de esperar que esta nueva iniciativa no sea un  nuevo “canto de sirena”. Sé que el concejal de Cultura, Juan Ponte, pretende dar continuidad a este tipo de exposiciones, lo cual es siempre de agradecer. A la vista de los resultados y puesto que en la clausura, supongo, hablarían Presidente, Alcalde y Presidente de Hunosa que también giraron visita a los complementos de Santa Bárbara, y se interesaron por los nuevos trabajos a recuperar por la Asociación Santa Bárbara, no estaría de más unieran sus fuerzas para dar a las futuras visitas una mejor impresión a su llegada. El edificio de la casa de baños, donde se instaló el lugar de aparcamiento, da un aspecto desolador. El antiguo economato está a punto de caer de un momento a otro. Esa es la primera impresión que recibe quien acude a las instalaciones de Santa Bárbara y no puede ser más negativa. Urge, al menos, un lavado de cara de todo el conjunto. Sí ya sé que el problema es económico, pero entonces es mejor no intentar alcanzar el cielo cuando ni siquiera podemos subir a lo alto de una montaña. Es mi opinión personal.

En la clausura, como ya dije, Adrián Barbón, Aníbal Vázquez y Gregorio Rabanal que escucharon las explicaciones dadas por la siempre solícita María Fernanda. También presentes los miembros de Santa Bárbara, siempre dispuestos a nuevos trabajo de recuperación arqueológica, concejales de los distintos grupos políticos del Ayuntamiento y personas vinculadas de una u otra forma a la propia organización de la exposición. Me llamó la atención la falta de representación asociativa del Valle, si muy presentes en el acto de inauguración. El caramelo dejó buen sabor de boca, veremos a ver si se puede mejorar el envoltorio para que el cliente salga del Valle más satisfecho. Pero ¡ojo!, deberá ser tarea de todos, aquí no vale delegar en nadie. Creo que me explico con suficiente claridad para que se entiendan mis palabras.

Dejo para el final el tiempo climatológico que tuvimos a lo largo del mes de enero. “Les xelaes” caían una sobre otra y tanto la blanca como la prieta dejaron un aspecto blanquecino en nuestros montes. El frío por la Veguina era mayúsculo y solo a partir del medio día en que el sol descendía, poco a poco, de la solana la vida iba completando su rutinario ritmo. Con todo seguimos sin ver aquellos carámpanos de hielo que colgaban de los tejados y que tanto nos gustaban a los güajes mientras las flores van apareciendo y anunciando una ya esperada primavera aunque conviene recordar aquel viejo refrán que decían nuestros abuelos: “el invierno no lu comen los llovos”.

Ya en las últimas horas de enero y antes de que éste diese paso a “febrerillo el corto” corrió como la pólvora por todo el Valle la noticia de la aparición de dos cuerpos sin vida en la reguera de Repedroso, a la altura de la Rebaldana. Un hombre y una mujer. Hasta aquí la noticia. Ya hay que tener “cuajo” para fotografiar los cadáveres y publicar la fotografía en las redes sociales. No, no puede ser cierto lo del “todo vale”. Sin entrar en otras valoraciones, me parece simplemente vergonzoso. Descansen en Paz

 

© Carlos Vega Zapico,  Valle del Turón, 31 de enero de 2022