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De verdad: ¿merece la pena?

«Es amarga la verdad, quiero echarla de la boca… ». Buen conocedor de aquella frase de Quevedo, Carlos Vega, impulsor de tantos eventos socio-culturales de nuestro valle nos recuerda que hay momentos en que conviene hacer saltar por los aires el consenso silencioso del "todo va bien".

Entre Polio y Cutrifera

Dudé. No sabía si reflejar mis sentimientos ante la hoja en blanco o mandarlo todo a paseo. Quizás esto último fuese lo que ahora, empeñados en endulzar  y adornar cuanto se dice, se denomina “políticamente correcto” pero, también pensé que el no hacerlo era un acto de cobardía al que no estoy acostumbrado. Así que, aquí me tienes, una vez más, dando palos de ciego a una sociedad que no acaba de despertar de ese sueño eterno del victimismo pueblerino.

No hace falta ir muy atrás en el tiempo y basta comentar los acontecimientos tan sólo del último mes de nuestro Valle para observar que algo, aquí, no funciona. Al menos es mi opinión. Y para muestra, de mis dudas y afirmaciones, nada mejor que exponer algún botón de esa colección de acontecimientos que  llamaron mi atención, lo que sin orden cronológico ni de importancia paso a exponer con mi mejor saber y entender.

Nuestro representativo Club Deportivo Turón celebra a lo largo de esta temporada su 90 Aniversario. Todo el mundo habla y no calle de su Historia, sus glorias, sus victorias, ¡ el mi Turonín del alma! … pero, su actual Junta Directiva, con la que vaya por delante no tengo ningún tipo de compromiso social, se encuentra con que con tal motivo y haciendo un “gesto a la afición turonesa” declara el partido Aniversario, celebrado el sábado 24 de octubre, de “entrada gratuita”. A uno se le cae la moral por los suelos cuando al contar el número de espectadores los dígitos no pasan del medio centenar, contando familiares de jugadores y público acompañante del Avilés B., equipo visitante. Si se tiene en cuenta que antes del inicio de un partido hay que abonar, por derecho de arbitraje,  algo más de 200 euros, las cuentas no resultan difíciles de echar aunque uno sea de letras. Al menos el partido tuvo su parte emotiva: pasillo a los jugadores y saque de honor, detalles que son de agradecer. Por seguir con el Deportivo  -me cuesta creer que de repente se eclipsó la afición al fútbol en Turón-  el viernes 30 del mismo mes se celebra, a las 7 de la tarde en al Ateneo, la correspondiente Asamblea General de Socios. Nada me hubiera extrañado que la Junta Directiva no hubiese presentado, en bloque, su dimisión “por motivos personales”. A la Asamblea asistieron exactamente dos socios. Sí, ya sé que a este tipo de actos suelen asistir pocos socios, pero, ¿por qué luego exigimos y criticamos sin piedad alguna?. Claro, ¡qué fácil es dorar la píldora en las tan de moda redes sociales!. Uno se acuerda de Kant cuando decía aquello de “nunca discutas con un tonto porque quien os viera podría no notar la diferencia”. Y quiero seguir con el Deportivo y su aniversario. En prensa y radio salió, reiteradamente, la noticia de la inauguración de una exposición  conmemorativa de esos 90 años de vida del Club. Turón, está empapelado de unos llamativos carteles amarillos que anuncian la misma así como los actos finales de tal efeméride. Brillaron por su ausencia los “representantes asociativos locales”, esos que ahora se unen para buscar soluciones al concejo. Claro que, la guinda del pastel celebrativo, fue la no presencia de esos expresidentes que, invitados por carta al acto, con la única intención de agradecerles públicamente su trabajo, ni se presentaron al acto ni tuvieron la buena educación  y decencia de comunicar su no presencia.  ¿Merece la pena seguir?. Eso sí, seguiremos escuchando lo mal que nos tratan “los de fuera”. De “los de dentro” tenemos, nosotros, sobrada experiencia. Así nos luce el pelo y seguimos empeñados en ser fotocopia, aunque ésta sea cada vez de peor calidad.

Continuamos en el mismo mes de noviembre ¿para qué cambiar? El mismo día del partido referido anteriormente, el Instituto de Educación Secundaria “Valle de Turón”, celebraba una comida conmemorativa del “50 Aniversario” de su creación como centro docente. Asistentes: 32 exalumnos, exprofesores ex…. Ni a un representante por promoción. Cada vez tengo más dudas si el Instituto pasó por Turón o Turón pasó por el Instituto. Y el que lo quiera entender, que lo entienda, pero es una realidad que no se puede cambiar. Ah , el Instituto. Recuerdo cuando se fundó la primera Asociación de Padres. Todo colaboración con el propio centro.  Mejor, dejar este tema para otra ocasión y eso que se trata de la educación de nuestros propios hijos.

¿Más ejemplos?. ¡No tengo ningún inconveniente!. Jueves 29 de octubre. Presentación de un libro de Antón Saavedra. No llegó a medio salón de actos el que se ocupó con tal motivo, en un día de temperatura agradable, ¡no quiero pensar que hubiese sucedido si el día es de “cruel invierno”. Por cierto: ¿fue curiosa coincidencia que todos los carteles anunciadores del citado acto literario apareciesen arrancados de los lugares donde se habían colocado?. ¡Cosas “veredes y extrañas”, amigo Sancho!, pero reales como la vida misma. ¡Lo que hay que ver!.

A estas alturas, alguien me puede decir que no le gusta el fútbol, no fue alumno del Instituto y/o que no se enteró de la presentación del libro. Pero todavía hay más. Se celebró, el 25 de noviembre, en el Ateneo turonés  -sí ese del que tanto y tanto se habla y escribe que fue centro de la cultura no solo local sino de toda Asturias-  el día contra las Violencias Machistas. Pues bien, públicamente ha de agradecerse la presencia de ese Coto de Amas de Casa que de manera activa participó en el acto. De no haber sido así, los participantes en la charla se hubieran encontrado solos con un salón completamente vacío.

Aun el mes dio para más y el viernes 27 celebró Asamblea General de Socios la Sociedad Turonesa de Festejos. Esa que se encarga de la organización de los festejos del Cristo, del Carnaval, del Pote, de la campaña de Navidad, de Reyes… La intención, según el Orden del Día, no era otra que hacer balance de las pasadas fiestas y avanzar los proyectos de cara un futuro inminente. Bien creí que se presentaría “movida” a tenor de cuanto uno escucha: que si había que hacer esto, que si faltó esto otro, que si el día de los fuegos, que si antes, que si ahora, que si… ¿Saben ustedes cuantos socios asistieron a “su” Asamblea General?. Pues, los miembros de la Junta Directiva y quien esto firma. Así como suena. Luego, claro, uno es negativo porque escribe lo que escribe.

Y, mira tú, que con lo bien que te trata la gente y hasta te felicitan cuando hablas de “aquellos cinco cines que había”, de “aquelles fiestes del Cristo en que la gente casi no cabía por La Veguina”, de “la cantidad de guajes que había en el colegio los frailes”, de “cuando subíamos a Polio” de… y lo mal que te miran cuando hablas o escribes que somos incapaces de afrontar de manera seria y unida nuestro futuro porque da la impresión de vivir en un auténtico mundo feudal. Pues así es la vida, que nadie se preocupe, que mientras seguimos en aquello de los galgos y los podencos, otros ya se encargarán de presentar y defender comunes y realistas proyectos que mejoren su ritmo de vida. Que nadie se moleste. Ya vendrán de fuera a solucionar todos nuestros problemas. ¡Ya están al caer!. Nosotros, seguimos entre Polio y Cutrifera. Luego, claro, como no somos testigos directos de las cosas, mandamos por el emisario las críticas de todo y por todo.

La guinda a este pastel “de pasotismo”  podría ser la cada vez más escasa asistencia a ese acto de reconocimiento a nuestros fallecidos en la mina en nuestro Valle del Turón. Año a año, disminuye el número de personas que a medio día del 4 de diciembre, festividad de Santa Bárbara, se dan cita en el Primero de San José  para dedicar a nuestros muertos en accidente minero unos minutos a esas más de 400 personas que perdieron su vida forjando nuestro futuro. ¿qué podemos esperar de un pueblo que no honra a sus muertos?. Luego, ya nos desplazaremos a nuestra “cuenca hermana” para ensalzar a boca llena lo que allí se ultima. Al tiempo.

Podría seguir escribiendo sobre la falta de participación en talleres infantiles, la no asistencia a la interesantísima charla sobre  “Eficacia Energética” y demás actividades que se programan y se realizan aquí, en Turón, en nuestro Valle y que no cuentan con participación alguna. Mientras tanto, sigo preguntándome, una vez más, a la vista del trascurrir de los días  ¿merece la pena seguir haciendo algo?  

 

© Carlos Vega Zapico, Turón, 5 de diciembre de 2015 (Texto y fotos)