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El último café

Ésta es la crónica de un cierre anunciado. Hace siete meses en la entrevista publicada en nuestra página, Miguel apuntaba la llegada del final de su vida laboral. Treinta y seis años después de una apertura ilusionada y de tantas experiencias acumuladas, El Mesón cierra sus puertas, silencia sus tertulias y vacía sus sueños… “algo nuestro se cierra”. Para Gloria y Miguel empieza una nueva etapa, compartiendo más tiempo con sus hijos y disfrutando del nuevo papel de abuelos con su primera nieta.
Entre Polio y Cutrifera

Carlos Vega Zapico


El último café

 

El lento y paulatino declive de nuestro Valle sigue inexorablemente su camino. Poco a poco y sin que apenas nos demos cuenta, Turón sigue perdiendo elementos otrora baluartes impensables de derruir. Ahora, como a alguien hay que echarle la culpa del declive en que nos encontramos y nadie es capaz de asumir responsabilidad alguna, hemos encontrado la palabra perfecta paraMontaje Diasa etc.jpg tal fin: “La Crisis”, como si ésta fuera palabra de nuevo cuño.

Por mucho que queramos autoengañarnos, nadie, en este Valle, cuestionaba que el carbón tenía fecha de caducidad y que prepararse para afrontar esa realidad era nuestra tarea primordial. Creíamos y así lo dijimos por escrito en reiteradas ocasiones, que había que planificar y ordenar bien nuestros recursos para afrontar ese reto, pero, las ideas han quedado en los ya descoloridos papeles sin que, desgraciadamente, hayan visto ni verán la luz de un nuevo día. Cerraron las mina y, sin más, pasamos a ser “un valle paradigma de la crisis industrial”, en palabras del entonces Presidente del Principado, Vicente Alberto Álvarez Areces. Quizás por eso, nos quisieron acallar con los “hasta cincuenta millones de comprimidos farmacéuticos por turno de trabajo y día que producirá la firma Diasa Europa en el polígono de La Cuadriella, en Turón”. Aquellos 11,2 millones de euros de inversión y que constituían, de alguna manera, “un poco la niña de nuestros ojos, debido especialmente a las carencias de que el valle padece", duermen, hoy, el sueño del olvido y del abandono acompañados, eso sí, de Talleres Urueña, Colegio La Salle, Depósito de Animales de La Cabana -como si los animales pudieran depositarse cual mercancía- y nombre que ahora se le da a la perrera municipal, instalaciones mineras, Centro Tecnológico de Figaredo, Centro Cultural San José –que no fructificó- y/o la nueva inversión a realizar en Santa Bárbara sin que se tenga claro y decidido a qué se va a destinar …, claro que, el mundo es muy diferente según uno esté en el gobierno -todo son promesas- o en la oposición -todo son críticas- en cualquier tipo de poder.

Ahora, que los habitantes del Valle, que no posean vehículo propio, no contarán con la posibilidad de trasladarse directamente a Oviedo en la línea de autobuses que hacía este servicio desde el 14 de noviembre de 1974 y tampoco contarán con la posibilidad de enlazar con la línea férrea puesto que la Empresa Municipal de Transportes ya no llega a la estación de tren, “con el propósito de optimizar todos sus recursos”, en decisiones, ambas, únicamente de carácter económico -que lejos quedan aquellos ideales de mayo de 1956 en que nacía EMUTSA: “La rentabilidad de unas líneas posibilitará la explotación de otras que no lo fueran, y con ello se alcanzará el objetivo principal: Dar adecuada intercomunicación a los pueblos del Concejo”-, un nuevo “cierre” se ha producido por falta de continuidad. En el conocido establecimiento local “El Mesón” -Rafael del Riego,29- tomé el último café el El último cafe.jpgpasado 31 de julio.

Mientas, rutinariamente, daba vueltas para disolver el azucarillo, me vinieron a la memoria un torrente de recuerdos personales encadenados. Me pareció ver a Generosa Argüello (+ 12-11-2003 a los 100 años de edad), aquella mujer de fuerte complexión y voz ronca, que regentaba la tienda mixta y carnicería y que sobre el mismo lugar en que yo tomaba café, siempre tenía aquellas grandes piezas de bacalao salado del que yo picoteaba en pequeñísimos trozos encantado por el salazón. Vi después, en mi recuerdo, a partir de la víspera del Cristo de 1969, a “Mito Galán” completando bandejas con las consumiciones que la amabilidad del insustituible “Chele” se encargaba de llevar a la mesa para concluir con su sonrisa y su “¿desean algo más los señores?”.¡Qué tiempos!.

Un buen día, a mediados de diciembre de 1977 nos enteramos que un navarro -hoy turonés de pleno derecho- es el nuevo regente del local y que “hace un café irlandés impresionante”. Miguel y Gloria estuvieron al frente del establecimiento, nada menos que 36 años y ahora se jubilan para ver crecer y disfrutar de su primera nieta. Toda una vida que bien pudiera servir para completar esa Historia del Valle siempre inconclusa. No me cabe duda que vieron y podrían hablar del esplendor y la decadencia de esta Valle. Gloria está “encantada de poder disponer de tiempo para mis cosas” y convencida de que no “lo echaré de menos aunque fueron muchos años”. Miguel, en cambio, “aun no lo tengo asumido”, pondrá el cartel de “CERRADO” con pena, al ver que el negocio “no tiene continuidad”.

Atrás quedan las tertulias típicas de bar, la presentación de las Primeras Jornadas del Pote, el patrocinio de un equipo de futbito, durante un par de temporadas a finales de los años 80 ya desaparecido, las anécdotas de algunos clientes… y, hasta aquel “ladrillo” que el inigualable Nel Amaro convirtió en “Premio La Forcá”. A partir de ahora, El Mesón pasará a engrosar la lista de aquellos legendarios establecimientos dedicados a la hostelería ya desaparecidos en nuestro Valle y que forman parte de nuestra singular Historia como fueron “El Zurrón” -servicio esmerado y especialidad en tapas, decía su publicidad- (1970), “El Nieto” -aún recuerdo aquel inigualable sabor de sus calamares fritos- (1987), “La Mina (1987) “Casa Blanca” -que hasta contó con una Peña Excursionista- (1987) y/o “El Casillín” -cuyas “compuestas” tenían fama- (2004).Miguel y entrada El Mesón.jpg

Sirvan para concluir esta sencilla reseña, aquellos “ripios” que Juanito Barreiro Velasco publicaba en Ecos del Valle en Junio de
1985:




 

 

“Y ya para terminar
con la mayor emoción
quiero a todos expresar
el trato y amabilidad
de Miguel el del Mesón”.






Eran las 10,15 de la mañana de un caluroso y soleado 31 de julio en el que ya el termómetro superaba los 26 grados de temperatura cuando terminé mi último café y media docena de clientes charlaban amigablemente en el local sobre el devenir del mismo.

© Carlos Vega Zapico, Turón, 1 de agosto de 2013