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Iniciando une nuevo año: 2023

Recuerdos al atardecer

 

Carlos Vega Zapico

 

 

Iniciando un nuevo año: 2023

 

Ante nosotros, el reto de comenzar un nuevo año cargado de renovadas ilusiones y sempiterna petición de deseos que, transcurridos los 365 días del 2023, volveremos a peticionar al ver muchos de ellos incumplidos. Renovadas ilusiones infantiles en esa noche mágica en que los Reyes Magos nos visitaron en una cabalgata no exenta de retrasos pero alabada por los turoneses por el buen trabajo de esa Sociedad Turonesa de Festejos que parece no tener tiempo para descansar por la acumulación de trabajo.

Aún con la resaca navideña, Turón saltó a la prensa por el trágico accidente que segó la vida de Enrique Álvarez Moro, cura encargado de la Unidad Pastoral que agrupa a las parroquias de Santa Bárbara, San Martín, San Andrés y Urbiés y al que las gentes del Valle despidió como a uno de los suyos por su conocida labor pastoral. En el recuerdo, aquel 21 de julio de 2001 en que nos tocó despedir a D. Manuel Ibarra Azpiri, párroco de San Martín y fallecido de manera repentina que decidió quedarse entre nosotros para siempre. Las circunstancias del fallecimiento de D. Enrique eclipsaron la desaparición de un turonés de nacimiento y corazón como fue Desiderio Fernández Álvarez, “Derio el de San Andrés”, un hombre lleno de ideas y al que nunca se le reconoció la colocación de aquella “primera piedra” de la hoy Asociación Turonesa para la Mejora del Valle, la promoción de la Mina Imagen y el Monumento al Minero, en el alto de La Colladiella, actualmente en estado lamentable de abandono y algunas otras iniciativas que como él duermen el sueño de los justos. Alcalde pedáneo que llegó a ser de Caleao y constructor de rabeles que expuso, con gran ilusión, en nuestro Ateneo, “Derio” nos dejó a sus 85 años de edad en Sama de Langreo donde residía.

Llegaron, como así debía ser, los fríos, las aguas y las nieves para recordarnos que estábamos en pleno invierno.”Les xelaes”, una sobre otra fueron buenas y aunque las nieves cubrieron las cumbres del Valle no llegaron a pisarse en el fondo, haciendo, una vez más, realidad aquel viejo refrán que decía que “el invierno nun lu comen los llobos”. Lástima que nuestro río, con las crecidas, padezca ese cauce lleno de maleza y árboles caídos. No vendría mal, con tanto amor a la ecología y al medio ambiente del que no deja de hablar la “clase política”, una limpieza de su cauce y así aprovechar para “enganchar” algunos desagües al colector, ¡que mira tú que lleva tiempo así!

Dejando aparte lo anteriormente escrito, una noticia llamó mi atención y posiblemente haya pasado sin dársele la importancia que merece. Se trata de un BANDO firmado por el Sr. Alcalde-Presidente de nuestro ayuntamiento de Mieres, en el que HACE SABER: entre otras cosas que: “Se requiere a los propietarios de los solares para que mantengan en adecuado estado de conservación, y a los de los inmuebles de uso propietario residencial para que procedan a su limpieza externa, revoque y pintado de fachadas, reparación de desconchados, reparación de los elementos de revestimiento que se encuentren en mal estado y arreglo de canalones y bajadas de agua deteriorados de forma que no viertan directamente sobre las aceras y calles”.

El BANDO no es nuevo puesto que cada año solía colocarse en unos grandes cartelones en los lugares de costumbre y la verdad sea dicha nunca, o en contadas ocasiones se hizo caso de lo firmado por el Sr. Alcalde de turno. Lo curioso del tema es que, para la realización de las posibles obras, el Ayuntamiento “concede el año en curso” plazo durante el que “no se abonarán tasas municipales ni impuesto alguno”. Vamos, que la pelota está claramente en manos de cada ciudadano propietario que goza de todas las facilidades, lo que claramente viene a pedir una responsabilidad ciudadana y de buena vecindad. Eso sí, “quienes no cumplan, motivará que el Ayuntamiento de oficio o a instancia de cualquier interesado, ordene la ejecución de las obras de manera subsidiaria”. El BANDO está “fechado en Mieres el 11 de enero de 2023”. Vamos, que hay un año de plazo para que el Valle del Turón pueda cambiar, en lo externo, de aspecto y limpieza. Dando por entendido que el ejemplo para su cumplimiento podría venir por parte del mismísimo Ayuntamiento que, a bien ser, pudiera predicar con el ejemplo.

Aquel BANDO de los enormes “papelones” se reduce hoy a una simple hoja con letra menuda y un tanto dificultoso de leer para personas mayores. Pero ya se sabe aquello de: “el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento”. Dentro de un año podrá comprobarse el cumplimiento del mismo y si una vez más dejamos pasar el tiempo y, ¡no pasa nada!

Por lo demás, seguimos esperando con cierta ansiedad y curiosidad esa reparación de nuestra única vía de comunicación con el mundo exterior que es la As-337. Claro que, en año de elecciones como estamos, habrá que esperar el acercamiento de las mismas para verla concluida. Y después, a esperar las próximas durante otros cuatro años, que es lo que nos queda. ¡Qué pena!

Cerrando el mes, despedimos a Trinidad Cano Bueno “Trini”. Dicho así, es muy posible que no se sepa quien era esa mujer a la que hago mención. Trini, creo que natural de Grao, era la cocinera del bar Nieto y la “culpable” de aquellos calamares que todos los de mi generación recordamos y que nunca más volvimos a probar, salvo en el recuerdo. Hasta el último día la vimos paseando mañana y tarde con su delicado cuerpo, su visera y su inseparable cayado y punto de apoyo. Se nos fue sin habernos dejado el secreto de sus fritos de calamares por mucho que insistimos en conocerlo. Descanse en paz y con ella parte de nuestros recuerdos infantiles.

Como iniciamos un nuevo año, bueno sería fuésemos pensando en algunas de nuestras viejas reivindicaciones. Personalmente tuve el atrevimiento de pedir a sus Majestades los Reyes Magos, en nombre de todos mis convecinos, algunas peticiones  que, no por haberlas hecho durante muchos años, dejaron de tener importancia para todos nosotros como pueden ser: el derribo de esos viejos edificios antes que se vengan a bajo ellos solos; esa tan necesaria residencia para personas mayores teniendo en cuenta la gran cantidad de personas que, querámoslo o no, ya estamos en esa edad; el cuidado y mantenimiento de nuestro tan cacareado patrimonio industrial o esa acera La Veguina-La Cuadriella… La carta, fue demasiado extensa pero, créame el lector, si digo que no había petición que no tuviese al menos una década de antigüedad reivindicativa. Buen inicio de año para comenzar a hacer realidad aquel viejo dicho de Henry Ford: “Comenzar uniéndose es un comienzo, mantenerse juntos es un progreso. Trabajar en equipo es el éxito.”

Que el nuevo año sea testigo del cumplimiento de todos vuestros deseos.

© Carlos Vega Zapico, Turón, enero de 2023.