Herramientas Personales

Cambiar a contenido. | Saltar a navegación

Navegación

Navegación
Menu de navigation
Usted está aquí: Inicio / Historia / Autores / Carlos Vega Zapico / Un Octubre de auténtico lujo
Acciones de Documento

Un Octubre de auténtico lujo

Seguramente no se podía esperar más de este auténtico mes de lujo como le llama nuestro colaborador Carlos Vega Zapico. Una crónica que pone de manifiesto una actividad socio-económica del valle que se ha visto brillantemente aureolada por un acontecimiento cultural de primerísima categoría, la exposición “Solid light and Performance works”, de Anthony McCall, un artista polifacético cuya obra transita entre el cine, el dibujo y la escultura. El pozu Santa Bárbara vive una mutación cargada de futuro y estrena siglas PZSB. Un devenir cultural que depende en gran medida de la respuesta de todos los turoneses.

Recuerdos a media tarde

 

Carlos Vega Zapico

 

Un Octubre de auténtico lujo

 

Octubre de 2021 fue un mes cargado de actividades en nuestro Valle. Tantas, que momentos hubo en que resultó imposible asistir a algunas de ellas dada la coincidencia de día y hora, detalle que, con cierta frecuencia, no suele tenerse en cuenta quizás por falta de una agenda coordinadora. Puestos a destacar, aunque todas ellas tengan su importancia, quisiera dejar reflejadas algunas que, sin duda, llamaron más la atención.

Así, los turoneses, convocados por la Asociación Turonesa para la Mejora del Valle y cumpliendo con lo acordado en la Asamblea Ciudadana, volvieron a manifestar su enfado ante el Ayuntamiento de Mireres al tiempo que se reunían con el equipo de gobierno municipal. Temas a tratar, los de siempre desde ya hace demasiado tiempo: el lamentable estado de la carretera, el río que nos da el nombre y  cuyas aguas se escuchan pero no se pueden ver por el exceso de maleza que las cubre en muchos puntos de su cauce, el tan cacareado colector que pese al tiempo transcurrido no está conectado como debiera, el lamentable estado de la senda verde, cada vez menos senda y más verde por la maleza que la va cubriendo, la limpieza en general… Lo curioso es que, sin faltar a la verdad, todas las administraciones se echan la pelota unas a otras mientras el tiempo pasa y los problemas se enquistan y se  acrecientan. Las palabras de los representantes vecinales, una vez concluida la reunión no pudieron ser más demoledoras: “solo hemos recibido buenas palabras y ni un solo compromiso”. Quizás haya que subir un escalón en las reivindicaciones y acudir a medidas más contundentes, de esas que hacen más “pupa”, asumiendo todas las consecuencias de una lucha desigual ante el abandono de un Valle “paradigma de la brutal reconversión industrial” en palabras de quienes, no hace tantos años, decían luchar por nuestros derechos. Sí, ya sé que precisamente estos días una brigada limpia y desbroza “a saltu de mata” algunas zonas, pero el año tiene 365 días y muchos, muchísimos de ellos el estado de limpieza es verdaderamente vergozoso.

En el mismo “saco” podemos meter la actitud de aquella entidad bancaria que conocimos como “Banco Herrero”, más tarde integrado en el Grupo “La Caixa” y hoy Banco Sabadell que a mediados de mes cerró su oficina 5512 ubicada en la calle Rafael del Riego dejando a sus clientes obligados a acudir al Mieres capitalino o la fantasmagórica furgoneta que situada en El Centro trata de dar servicio a aquellas personas, generalmente mayores, que temporalmente, lo solicitan. Volví a releer la historia de la familia Herrero, primero como casa de banca en Herrero y Compañía y más tarde ya como banco ligado a la actividad económica del Principado y en especial con la minería. Una vez más -el dinero es el dinero- se no volvió a tratar como auténticos pañuelo. Primero se nos usó y una vez usados se nos tiró al montón de los papeles. Puede resultar duro, pero, es nuestra cruda realidad.

Tuvo lugar la entrega de los galardones Pozu Fortuna, otorgados por la Asociación del mismo nombre que preside Chemari Prieto y en colaboración con el Ayuntamiento de Mieres y que en la presente edición recayeron en la persona de Vicente Gutiérrez y en la Fundación José Barreiro. El primero, conocido  militante del PCE represaliado por el franquismo y la segunda verdadera memoria histórica del socialismo asturiano. Lástima, en mi personal opinión, que el lugar donde, se realiza desde 2006, la ofrenda floral, el pozo bajo el monolito ideado por el amigo Varela, no se limpiase con antelación. Una sencilla escalera y media hora de tiempo hubiesen sido suficiente para dignificar mejor el lugar. Son pequeños detalles que sin duda engrandecen un acto. 

El mismo día y a la misma hora, organizado por el Ayuntamiento de Mieres, tenía lugar una nueva iniciativa que bajo el nombre de “Episodios Gastronómicos” reunía a 25 personas que degustaron algunas de las excelentes cualidades gastronómicas que puede ofrecer nuestro Valle, con paradas en Vatur, El Chuchu, Casa Ita y Casa Migio. Como maestros de ceremonia nadie mejor que David y Marcos, viejos amigos empeñados en aportar su saber a la mejora del Valle y que ya trabajan para ampliar este tipo de actos.

El Ateneo turonés acogió este mes, en su sala de exposiciones, una de Luis Felipe Capellín bajo el título “ Bocetos de la Mina” y en aspecto expositivo cabe destacar la gran apuesta por el espacio del Pozu santa Bárbara. Mientras calentaban los motores del Rallye de la Montaña Central en Santa Bárbara tenía lugar la inauguración, como espacio cultural, con una muestra del británico Anthony McCallu, que precisamente estaba presente en el acto de inauguración. En el viejo pozo minero“puede verse FacetoFace II, la primera obra de McCall con dos pantallas enfrentadas en la que los haces de luz provocados por la proyección ininterrumpida de los dibujos en continuo movimiento define un espacio, un lugar para experimentar”. No vale dar explicaciones de lo que uno vé o deja de ver. Simplemente recomiendo verla antes de hablar. Sin duda una gran apuesta de la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Mieres, nuestro Ayuntamiento, que tengo noticias está pensando en más y variadas actividades a desarrollar en este Bien de Interés Cultural.

El polideportivo de Turón fue escenario de un encuentro de la 2ª Liga Autonómica de Sala organizada por la Federación de Tiro con Arco  del principado de Asturias. Lástima la falta de publicidad de este acto que hizo que una inmensa mayoría de turoneses no se enterasen del mismo y pasase totalmente desapercibido. Recuerdo de guaje una exhibición en el campo de graba del colegio La Salle donde todos quedamos encantados con la certera puntería de los arqueros. Aunque, publicidad en abundancia había convocando a los socios de Sotufe a una Asamblea General y tan solo dos de ellos se presentaron a la misma. Luego ya se sabe, la crítica fácil sale a relucir sin pararse a valorar el trabajo de aquellos que se esfuerzan  en intentar hacer cosas. ¡Qué pena!

Al igual que siglos antes hicieran aquellas legiones romanas que pretendían llagar a tierras astures, un centenar de montañeros se dieron cita en la leonesa localidad de Pendilla de Arbas, empeñados ahora en quitarle el apellido, con la mirada puesta en atravesar, de sur a norte, la Cordillera Cantábrica y llegar hasta la población asturiana de Carabanzo.La senda marcada, no fue otra que la conocida por los senderistas como GR100.1 y que a nivel popular es conocida como “La Vía Romana de la Carisa”, en honor  al general romano Publio Carisio que mejoró el sendero existente, allá por el 26 antes de Cristo como vía estratégica desde el punto de vista militar.

Pero, en esta ocasión,23 de octubre de 2021, la razón para realizar esos aproximadamente 30 kilómetros de recorrido, no era, ni mucho memos militar. Los decididos a realizar la dura travesía acudían a la llamada del Grupo Montañero San Bernardo de Turón para homenajear a quien fuera su presidente, Santiago Prieto Rodríguez quien a sus 39 años fallecía en julio de 2020 mientras practicaba senderismo por el Macizo Occidental de los Picos de Europa. “Santi” había dado el paso de asumir la presidencia del montañismo turonés a principios de ese mismo año y su cabeza estaba llena de proyectos a realizar para seguir la tradición montañera de este Valle de pasado minero. Su gran corazón le jugó una mala pasada y hora, sus compañeros de monte y sus amigos querían recordarle en uno de sus deseos no realizados: “caminar bajo las estrellas”. No pudieron escoger mejor fecha para recordarle que el de su propio cumpleaños, sumándose al acto un día soleado ideal para la práctica del senderismo.

Así las cosas, los nuevos “legionarios”, con camiseta verde para la celebración, llegaron a Pendilla a bordo de dos autocares y cumpliendo los límites establecidos de “máximo de 100 participantes”. Saludos, preparación de equipaje, calentamiento y comentarios a la nueva experiencia: la caminata comenzaría a las 17,30 horas y parte de ella sería nocturna puesto que la llegada estaba prevista “sobre las 3 de la madrugada”. No cabía ninguna duda que además de esforzados montañeros vivirían una inolvidable experiencia. Todo estaba organizado: el reparto de camisetas, los dorsales, quien abriría el camino, protección civil, asistencia sanitaria… Y allí estaban todos: miembros de la Federación, exdirectivos del san Bernardo, familiares, amigos… dispuestos a lanzarse valle arriba camino del la collada de Propinde, primer escollo para atravesar la barrera montañosa de la Cordillera Cantábrica. Cumpliendo con lo establecido, sobre las tres de la mañana los participantes, emulando a las antiguas legiones romanas, hacían su entrada  en Carabanzo donde estaba marcada la meta de llegada. Ninguna incidencia y todo “a pedir de boca”. Tanto es así que la Junta Directiva del san Bernardo ya piensa en la II edición intentando superarse.

Mientras todo esto iba pasando en nuestro Valle, por la prensa pudimos enterarnos de la cara y la cruz de la vida. Así, en la cara, nos alegramos y él lo sabe, de lo bien que le va al amigo Pablo Montero Andrino en su restaurante en la Cruz de Illas, en Castrillón -quién me lo iba a decir hace años- donde junto a Begoña Martínez hacen las delicias de todo el que se acerca dispuesto a disfrutar de una buena comida. La cruz, sin duda, el fallecimiento, recién cumplidos los 100 años de Margot Cuesta, directora que fuera del Instituto de Turón allá entre los años 1963 y 1987. Como el lector habrá podido comprobar, el sístole y el diástole del Valle puede desconcertar a más de uno aunque, en opinión de la calle: “unes veces tanto y otres tan poco, era mejor repartilo”. Eso, ya no está en mi mano.

El mes no podía haber terminado de mejor manera. Sotufe organizó el último fin de semana su particular Halloween -mira tú que no habrá “palabreru” en español para una fiesta de disfraces- y montó en La Salle -el lugar se presta, en estos momentos, para actos como éste- un concurso de calabazas y otro de disfraces con un “pasillo del terror” que no necesitaba mucha decoración. Las dos jornadas estuvieron animadas de niños disfrazados y algunos mayores acompañantes que hicieron lo propio sumándose a una celebración que poco a poco nos va invadiendo, si es que ya no lo estamos. Y, como colofón para dar por finalizado el mes, mesa y mantel. Después de un par de años sin celebraciones por culpa de la pandemia, volvimos reunirnos en una comida aquellos que en años juveniles compartimos pupitres y amistad y que iniciamos con el comienzo del nuevo siglo. Volvieron los viejos recuerdos, las anécdotas y las risas entre los cuarenta asistentes de la presente edición que concluyó con la intención de seguir repitiendo el encuentro anual. Intentaremos en ediciones posteriores hacer, al menos, esa “foto de familia” que hasta la fecha cuesta tanto hacer por las prisas de aquellos que tienen que desplazarse. No pareció ser suficiente la abundante comida y distendida sobremesa que todavía quedó tiempo para saborear esos deliciosos “guesos de santu” y esos buñuelos con que cada año por estas fechas tan tradicionales nos sorprende el “hombre más dulce del Valle”. Ya habrá tiempo para bajar unos kilos ¿no os parece?. Que las lluvias os sean leves y no nos corte la carretera, a la vista de las primeras gotas caídas

 

© Carlos Vega Zapico,  Valle del Turón, noviembre de 2021