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Triple memoria

Las palabras vuelan, los escritos quedan. Nunca mejor dicho, porque el recordar nuestras reivindicaciones, casi 25 años más tarde, controlar lo conseguido, seguir luchando y exigiendo es obligatorio para el futuro de Turón. Una saludable triple memoria de Carlos Vega, cuando ya asoman las fechas de un nuevo control demorático.

Llegó la hora: ¡ALERTA  ROJA!

 

 

 

Parece que fue ayer, y sin embargo ya hace un siglo, ¡CIEN AÑOS!, cuando ante D. Francisco Hurtado de Sarache, notario él, un grupo de siderúrgicos vascos deciden constituir la empresa minera Sociedad Hulleras del Turón. Comenzaba para nuestro Valle un camino de permanente marginación y continuo abandono. Porque, ¡no nos equivoquemos! Las distintas empresas encargadas de la explotación de nuestro Valle, a lo largo de estos cien años, léase Hulleras del Turón, Altos Hornos de Vizcaya y Hunosa, por mucho que le demos vueltas, no nos han dejado más que cerca de trescientos focos o depósitos de estériles mineros, lo que popularmente se conoce como escombreras, más otros doscientos treinta de menos envergadura que convierten al Valle del Turón en el principal núcleo habitable afectado por esa degradación ambiental. No las he contado, pero me fío de las palabras del Director Regional del medio Ambiente del Principado de Asturias, el turonés Antonio Suárez Marcos.

Tantos años, ¡un siglo! no han sido tiempo suficiente para que,  cuantos trabajadores dejaron lo mejor de su vida en el duro trabajo de la mina, puedan reunirse cada día en un digno y merecido Hogar del Jubilado. ¿Para cuándo?

Pero, no nos alejemos tanto en el tiempo. Hablar a toro pasado puede resultarnos muy fácil. El reciente anuncio del Ministerio de Industria de que este mismo año, ¡no todo se dejan para el 92! a instancias de la C.E debe comenzar el proceso de reconversión en la minería nos tiene que hacer pensar en el futuro.

Es verdad que en los últimos años se han hecho cosas pero cabe preguntarse: ¿es que Turón no las merecía?. ¿Es que los habitantes del Valle debíamos entrar en el siglo XXI sin tener derecho a unas viviendas dignas?.¿Cuántos años deberíamos seguir padeciendo el lamentable estado de nuestra única vía de comunicación?. Las preguntas que podríamos hacernos serían tanteas que, ¡mejor dejarlo!.

En breve, se impone un análisis sincero y profundo de la realidad que nos espera. Realidad que debe afrontarse, sin más pérdida de tiempo, desde las distintas y múltiples sociedades con que contamos en el Valle. Porque, la pregunta que debemos hacernos es muy clara: ¿estamos preparados para la reconversión de la minería?

¡No nos engañemos!, de nada sirve decir que el Estado tiene una deuda moral contraída con la cuenca minera asturiana. ¡Nadie nos ha regalado nada!, incluso me atrevería a decir, que se nos ha privado de nuestros derechos durante muchos años. Si de verdad somos el segundo núcleo de población en importancia del Concejo, debe traducirse en hechos concretos y no en pequeños regalos en épocas de elecciones.

Es hora de que Centrales Sindicales y Partidos Políticos, sin afanes electoralistas, se acerquen al Valle y expliquen el alcance de las medidas que se nos avecinan, de una manera real por dura que esta pueda parecernos porque, para nosotros, los que padecemos el deterioro de nuestros montes, los que sufrimos, a diario, viendo el lamentable estado en que se encuentra nuestro río, los que padecemos la falta de espacio para poder practicar deporte, los que esperamos la Casa de Oficios prometida para antes del verano, ¿de qué año?, los que padecemos las inundaciones por causa de acuerdo entre quienes nos explotaron la riqueza, los que, en definitiva, cumplimos con nuestro deber de ciudadanos a la hora de pagar nuestros impuestos y de acudir a las urnas, que, en estos momentos, ¡bien se acuerdan de nosotros!, debemos hacer causa común ante el futuro que se nos viene encima y exigir, ¡sí, exigir! realidades concretas, porque, para nosotros, sin querer pecar de pesimista, mañana puede ser tarde. Llegó la hora: ¡estamos en alerta roja!

(Carlos Vega Zapico- Publicado en el Álbum de Fiestas. Septiembre 1990)

¿QÚE NOS PASA? ¿POR QUÉ PIENSAN POR NOSOTROS?

 

En el Álbum del pasado año  firmaba uno de los trabajos con el título: “Llegó la hora: ¡Alerta Roja!”. Algunos, y así me lo comentaron, vieron en él pesimismo y derrota. Nada más lejos de mi intención. Por eso y ante la oportunidad de que una mayoría de los turoneses “lean” los trabajos de esta Album 1991, quiero hacer algunas reflexiones sobre la situación que vive nuestro Valle. Por supuesto que se trata de opiniones personales, pero siempre “transferibles”, puesto que tengo la impresión de no ser el único turonés que no ve nada claro nuestro futuro, aunque estoy convencido que existen soluciones.

No renuncio a nuestro pasado: banda de música, tertulias literarias y un largo etcétera de cosas de las que sin duda, muchos sabréis más que yo. Pero no puedo dejar de pensar en el futuro que se nos avecina de una manera real. Somos un pueblo con una dependencia total del carbón, y, ¿después qué?.

Lo sabíamos. Estaba claro. Tuvieron que pasar las elecciones municipales para que comenzasen a sonar los nombres de los pozos de carbón con poco futuro. Y claro está, en todas las listas aparecía el nombre de nuestro Valle dl Turón. Habíamos propuesto, y lo seguimos haciendo, que Sindicatos, Paridos políticos y Sociedades del valle estudiasen la realidad del momento. ¡Hasta la fecha, nada!.

Los partidos políticos sí acudieron a la cita pero… desde la óptica electoralista y demagógica. Todos quieren hacernos del valle un paraíso, pero sin contar con los propios turoneses. Y esto no es justo, aunque se amparen en los votos obtenidos. Claro, que sería necesario revisar las promesas incumplidas en anteriores ocasiones.

Las centrales Sindicales ¿conocen el futuro del carbón?. En este mismo Álbum aparecen opiniones que el propio lector debe valorar en la medida que estas se merecen.

Y, las Sociedades del Valle ¿qué hacen?. Contamos con un número de Asociaciones elevado. Todo lo tenemos asociado: vecinos, deportes, cultura… pero, ¿participan los socios en el funcionamiento de la Sociedad’, ¿nos limitamos a pagar nuestra cuota y basta?.

Nadie nos va a regalar nada. Entonces, ¿qué nos pasa?. Basta leer la prensa regional para observar que otros piensan por nosotros y, como muestra, me atrevo a reproducir algunos titulares aparecidos en las últimas fechas:

  • “El valle de Turón tomará medidas para mantener todos los puestos de trabajo”.
  • “Turón, los votos más disputados”.
  • “los turoneses consideran que la Junta Municipal de Distrito puede ser positiva”.
  • “Turón deberá esperar a que pasen las elecciones para pensar en autonomía”.
  • “Turón tendrá casa de Oficios antes del verano, tras un pacto con Hunosa2.
  • Turón contará, en breve, con un hogar para la Tercera Edad”.

Y nosotros, los turoneses, con los que tan solo se cuenta una vez cada cuatro años ¿qué hacemos’, ¡qué pensamos?. Pues… tenemos que enterarnos por la prensa que la tan esperada remodelación del barrio de San Francisco “fue tras una cumbre gastronómica cerca del Alto de la Colladiella”.

Tenemos que enterarnos que la Federación de vecinos del caudal critica el trazado de la carretera a Turón propuesto, en su día por el Colectivo 3/91. ¿Para qué seguir?. Piensan por nosotros. Nos hacen los grandes favores, las grandes obras, las mejoras. Y nos quedamos tan tranquilos, claro que, luego, la crítica callejera y de chigre llega a los puntos más insospechados, y, tan solo nos queda protestar porque nuestro parque albergará los carruseles durante una semana.

¿Qué nos queda?. En mi opinión, sentarnos en una mesa y comenzar a conocer nuestra realidad. Pensar por nosotros mismos, tomar decisiones, convencernos de que podemos salir delante de esta “crisis” que se nos avecina. Hasta la fecha, la riqueza de nuestro Valle, el carbón, salía del interior y exterior sin que una sola peseta nos quedara en inversiones. ¡Basta!. No sigamos engañándonos y aplicando la técnica del avestruz. Cuando consigamos que nuestras Sociedades caminen unidad y que su voz y opinión reflejen el sentir de nuestro pueblo habremos comenzado a caminar por la senda del futuro. Tenemos que pedir, porque se nos debe; exigir, porque es nuestro compromiso para con los poderes municipales, autonómicos y nacionales y olvidarnos de una vez para siempre de que en Turón todo se nos hizo por favor. Es nuestro y lo exigimos.

Podemos cometer errores, pero serán nuestros. Tendremos dificultades, pero saldremos fortalecidos para seguir luchando. De esta manera sabremos lo que queremos. De otra, seguir sentados esperando nuestra propia muerte.

(Carlos Vega Zapico-Publicado en el Álbum de Fiestas. Septiembre  de 1991)

 

Una apuesta por el FUTURO

 

Ahora sí. Ahora si que se nota el 92. Resulta, que en Sevilla han convertido el páramo en vergel. Será una fiesta continua durante seis meses, con unas infraestructuras que son la envidia de todos. Y por ello no dejan de bombardearnos continuamente, aunque sea con una competencia del todo desleal.

Llegar a Barcelona es abrir la boca porque se ha trabajado a destajo. Se ha ganado casi una ciudad al mar. Cataluña entera se ha volcado con sus Juegos Olímpicos y Cataluña entera, con Barcelona a la cabeza, van a ascar un provecho importante del 92.

Hasta el tren de alta velocidad -llámese AVE, por favor, no TAV- va a ser algo de lo que algún día podamos presumir, Ahí está reluciente, rápico, rapidísimo. Con sus mesas de trabajo para ejecutivos, sus teléfonos como en las películas americanas y esos baños especialmente diseñados para que las mamás puedan cambiar a sus bebés de pañal.

Ya es hora, ya somos Europa

Pero ¿y para nosotros los turoneses?, ¿ha llegado el 92?. También, pero con otro signo muy distinto. Llegó bajo el pomposo y triste título de: RECONVERSIÓN.

Está claro que los planes de Hunosa para todas las explotaciones mineras condenan a Turón a quedarse, por el momento, con el pozo santa Bárbara como única instalación minera. Hasta la fecha, la práctica totalidad de la población del Valle tiene una dependencia  de forma directa o indirecta de la actividad minera. Generación tras generación, desde hace más de un siglo, vinieron dedicando su esfuerzo y su vida a la extracción del carbón. No contamos con otros sectores industriales y nuestra población, unos 8000 habitantes, va descendiendo y envejeciendo paulatinamente.

Esta es nuestra realidad. Y no podemos, ni por un momento, aplicar la política del avestruz. Por eso, tenemos que comenzar una nueva etapa con la esperanza de que el tiempo futuro no pueda ser peor que el presente. No podemos perder más tiempo en discusiones localistas, que por otra parte no conducen a nada, y, debemos aunar esfuerzos que puedan y deban conducirnos a un futuro. No peor, sino distinto.

Un pueblo que fue capaz de movilizarse el 26 de febrero no debe cruzarse de brazos ante uno de los momentos más difíciles de nuestra reciente Historia. Hasta el momento, todos son proyectos pero es necesario que éstos se plasmen en realidades concretas. Podemos comenzar con un sustancial cambio en nuestro aspecto externo. Tierra vegetal e intentar un proceso de forestación no parece un precio excesivo a pagar por quienes dejaron en Turón el 80% de las escombreras con las que cuenta el municipio de Mieres.  Cientos de escombreras se reparten por el Valle turonés entre enormes depósitos de estériles y pequeños montículos, difíciles de cualificar, que fueron producidos por la febril actividad minera de montaña en este Valle. Sin olvidarnos del río. Tan castigado por los lavaderos de carbón y en el que raro es el año en el que, sin que se lleguen a conocer las verdaderas causas, se acaba con gran parte de la riqueza piscícola. La Comisión de Ecología y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Mieres, ¡de nuestro Ayuntamiento! Y la Comisión de medio Ambiente del principado, ¡nuestra Consejería!, tienen trabajo.

Turón necesita viviendas. Están anunciadas las 82 que completarán la tercera fase del barrio de San Francisco y la construcción de otras 60 en El Lago. pero, no es suficiente. Todavía existe en el valle terrenos donde poder construir nuevas viviendas. Para ello sería necesario, entre otras cosas, contar con la participación activa y directa en la adecuación y recisión del Plan general de Ordenación Urbana, cuya redacción se acometerá en un corto período de tiempo.

En el campo turístico, está puesta la primera piedra de un Día gastronómico del Valle del turón. Debe servir para potenciar y darnos a conocer, incluso fuera de nuestro Concejo, hasta que la festividad de Santa Bárbara se convierta en una verdadera jornada de fiesta local con arraigo minero. El certamen del quesu de Urbiés, único elaborado en el municipio pudiera ser atractivo suficiente para potenciar la parte alta de nuestro Valle, sin olvidar el Monumento al Minero y la Mina Imagen de la Colladiella, actualmente en estado lamentable.

El proyecto de convertir en ferrocarril-museo la línea minera la Cuadriella-Reicastro debe ir acompañado, en todo momento, de otra serie de iniciativas que pudieran atraer al posible visitante.

A esas personas, que indudablemente tendrán su puesto de trabajo fuera del Valle, tenemos que seguir ofreciéndoles comodidades para sus momentos de ocio y descanso. Zonas donde puedan practicar deporte. ¡esperemos no nos construyan más angares como el del parque!. Bibliotecas donde mejorar su importante aspecto cultural. Una zona de esparcimiento y paseo a lo largo del mirador que nos ofrecen las obras efectuadas en la Red general de Abastecimiento de Aguas. La conocida como “carretera del agua”.

No estoy soñando. Debe ser nuestro Turón del futuro. De un futuro no muy lejano. Pero, sigamos.

En el campo educativo debe ofrecerse una salida a cuantos jóvenes terminen la enseñanza secundaria. Ramas como la hostelería serían de suma importancia. Y una buena programación de actividades en una casa de la Juventud a pleno funcionamiento, sería el complemento ideal a una juventud que en los momentos actuales no cuenta con ningún tipo de instalación donde pasar sus momentos de ocio y esparcimiento.

El progresivo envejecimiento de nuestra población hace muy necesaria la rápida construcción del tan deseado Hogar del Jubilado, que cuente con una programación de actividades reales y dinámicas para nuestros mayores. De nada serviría un magnífico edificio si no se le saca la suficiente rentabilidad social.

A estas alturas del escrito, alguien puede estar pensando que cuanto antecede es producto de la fantasía. ¿Por qué somos tan desastre cuando tratamos de poner en marcha un proyecto con suficiente tiempo de antelación y  somos perfectos para sacar adelante, en el último minuto, lo que podría parecernos imposible?.Como ya ha ocurrido en otros lugares de Europa que han vivido la experiencia de reconversiones industriales, Turón, nuestro Turón, se abre ahora a las perspectivas de una nueva cultura, la del ocio y la del tiempo libre, totalmente opuesta a la conocida de la febril actividad laboral minera. Y este debe ser nuestro reto. No el reto de unos pocos.

Tenemos suelo industrial. Podrán venir pequeñas empresas a instalarse en el Valle pero ante todo es preciso ir cambiando la mentalidad y aparcando la que algunos denominaron “cultura del carbón”. Y para ello es necesario la unión de todas las instituciones y fuerzas sociales del Valle

El Ayuntamieno, ¡nuestro Ayuntamiento! No lo olvidemos,  debe ser receptor de cuantas ideas e iniciativas le sean presentadas por los ciudadanos, lo que supondría un claro ejemplo de civismo y trabajo comunitario en defensa de intereses comunes.

Turón pide, en estos momentos, lo que es de justicia. Lo que se le debe. No sirve hablar del pasado. De lo que se pudo hacer y no se hizo. Es el momento de pensar, comentar, discutir, si fuera necesario y comenzar a materializar los proyectos en realidades. En definitiva, en preparar nuestro futuro inminente.

Lo cómodo es dejar en manos de un reducido grupo de personas toda la responsabilidad, para más tarde poder criticar la labor que puedan realizar. Lo justo es aunar esfuerzos, sobre todo en los momentos difíciles. Y esa debe ser nuestra única meta. La meta de un pueblo que se resiste a morir y quiere seguir luchando por lo que cree le pertenece. Entre todos debemos luchar por un futuro, a costa de un pasado lleno de momentos de gran abandono y olvido. Ideas no nos faltan. Sin dudarlo un solo instante, ¡apostemos por el futuro!.

(Carlos Vega Zapico-Publicado en el Álbum de Fiestas. septiembre 1992)