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Tía Fina

Número 1 en el ranking para una madre ejemplar, una mujer decidida, con el corazón y la puerta abiertos. Un retrato emocionante por su sobrina agradecida, Araceli Zapico.

Mi tía Fina...

adoraba a su hijo, no por único, sino por hijo, porque si bien es cierto que hay madres que establecen diferencias, estoy segura de que la inmensa mayoría tienen el corazón con los compartimentos necesarios para albergar cada uno de sus amores, sin que ninguno ocupe un espacio mayor que el otro, sin diferencias, sin privilegios. Si existiera un ranking de madres, sin duda alguna mi tía Fina ocuparía los primeros puestos, sino siempre el número uno. Cuando la vida se le escapaba de las manos, mientras todos esperábamos con tristeza lo que se presentaba ya como irremediable, estoy segura de que ella no era consciente, por una sencilla razón, que en ningún momento nos pidió que lo cuidáramos, que no lo dejáramos solo, porque aun sabiendo que nunca sería de otra manera, estoy segura de que su pensamiento, su deseo y su esfuerzo tomarían ese camino, sin ninguna duda.
Con tía Fina.jpg

Mi tía Fina...

era una de esas mujeres a las que nada ni nadie amedrentaba, una mujer luchadora, firme como una roca cuando la situación lo requería, incapaz de cambiar de opinión si se consideraba en posesión de la verdad, amiga de sus amigos, alejada de quienes no la querían, incapaz de acercarse a ellos, de bajar la guardia, de pedir, rogar, demandar amor. Me gustaba como era, me gustaría ser en muchas ocasiones como ella, incluso diría orgullosa que hay veces que lo soy, probablemente tantos años de convivencia hayan obrado el milagro, y no me arrepiento, seguir tu camino y tus propias convicciones pese a muchos y a muchas cosas me parece un acto de enorme valentía, a veces mucho más difícil y doloroso que dejarse llevar.

Mi tía Fina...

siempre tenía abiertas las puertas de su casa, todos cabíamos en ella, a cualquier hora, daba igual el día, siempre estaba dispuesta a recibir a todos los que se acercaban a disfrutarla; era generosa, complaciente, dispuesta, no hay más que hablar con quienes tuvimos la suerte de tenerla cerca para recordarlo.
Mis tíos Fina y Pepe.jpgYo he sido afortunada, porque asistí a su vida y la disfruté siempre que tuve oportunidad, que fue en continuas ocasiones y durante muchos años, así que a mi alrededor y en mi memoria viven infinidad de objetos y recuerdos, momentos irrepetibles pero tan intensos que me permiten el privilegio de revivirlos siempre que quiera, imágenes de mi vida que han quedado grabadas en mi para siempre, y que consiguen hacer que me sienta inmensamente feliz.

Mi tía Fina...


tuvo el enorme privilegio de conocer el amor, un amor correspondido y grande, como pocos, y su amor, el único, al que nunca fue capaz de olvidar y que albergó en su corazón durante toda su vida, estoy segura de que aquel día de abril extendió su mano para recuperarla y volver a tenerla a su lado para siempre.


   © ARACELI ZAPICO